La cara norte de Tenerife: una joya en la isla

4 December 2023 Texto: Marta Álvarez Howard . Fotografía: Juanjo M. Fuentes, excepto indicadas *.

No es la primera vez que visitamos la isla Tenerife. De hecho, podría decirse que de las que conocemos, es nuestra favorita. Y, aunque suene a tópico, es la verdad. Su naturaleza, su gastronomía y su diversidad y posibilidades de ocio nos seducen mucho, porque cada visita es un nuevo descubrimiento, y con una máxima: una mezcla de asombrosos paisajes de lava, bosques prehistóricos, costas salvajes, los guachinches, diversidad de microclimas, distancias cortas, playas, charcos, montes, volcanes… En definitiva, naturaleza a lo grande es lo que define esta isla, pero en esta ocasión y para nuestro regocijo, nos quedamos en la zona norte de la isla.

 

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Llegamos como viene siendo habitual por aire, con Binter. Solo la experiencia de volar con ellos merece la pena, no solo por el trato, sino por la comodidad y facilidad de trato. Lo mejor de volar con Binter, debido al tamaño de los aviones, es que al final todos los pasajeros tenemos la oportunidad de mirar por la ventana. Una vez en tierra, ponemos rumbo al que será nuestro campamento base en estos días : “Hacienda Cuatro ventanas”, en Los Realejos y a escasa media hora en coche desde el aeropuerto norte.

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Hacienda Cuatro Ventanas es realmente una experiencia en sí misma, una auténtica inmersión en un entorno natural reservado. Sus instalaciones, de una típica casa canaria que data del siglo XVII, ubicada en la zona más emblemática del norte de la isla de Tenerife y muy cerca a la playa de “El Socorro”, de hecho, puedes ir caminando, si no te pesa eso de subir cuestas. Para los más curiosos y amantes de la historia, decir que Cuatro Ventanas perteneció a Cristóbal del Hoyo-Solórzano, Marqués de San Andrés y Vizconde de Buen Paso; uno de los personajes más excéntricos de nuestra literatura. Célebre autor durante el Siglo de las Luces, su biografía nos descubre a un hombre pasional que anticipó el Romanticismo y en cuya obra se puede observar la influencia tanto de la Ilustración como del Barroco.

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

La finca es realmente un oasis, a medio camino entre la montaña y el océano, que además cuenta con un proyecto de conservación natural a través de un denso y generoso jardín tropical propio, donde las lagartijas y libélulas pasean a su aire. Poco es lo que se diga de este jardín, un verdadero paraíso terrenal, el edén, lleno de rincones idílicos y perfectos para un atardecer de ensueño. Una íntima cama balinesa, con vistas a la playa de “El Socorro”, corona este oasis.  La hacienda ha sido dividida en seis villas, que completamente separadas una de la otra, te permiten alojarte de forma íntima. Todas y cada una de ellas, están increíblemente integradas en el paisaje y han sido restauradas con todas las comodidades, pero sin alterar su arquitectura y entorno. De las seis villas con las que cuentan, nos alojamos en “El Risco”, con vistas a otra de las joyas de la hacienda, su piscina infinita, elegantemente decorada en mármol verde. Para nosotros fue toda una experiencia, que quisimos vivir al cien por cien. Las estancias te permiten cocinar, detalle que nos encantó porque cuando entras en un sitio así, de verdad que no hay restaurante que te seduzca más.

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Su propietario, Alberto del Hoyo, es una mente inquieta y creativa que siempre está ideando nuevos proyectos y enfoques originales para atraer a viajeros curiosos y con valores,  como él y de ahí nace Hacienda Cuatro Ventanas.  Según nos cuenta se trata de un proyecto en el que se ha recuperado un patrimonio para convertirlo en un lugar muy especial en el que recibir a viajeros curiosos que quieren descubrir la esencia de la isla y vivir experiencias únicas. Damos fe de ello, el lugar es más que especial, es mágico.

La Hacienda se agrupa bajo la marca Be Tenerife, desde la que se gestionan emplazamientos únicos, atención exclusiva y cuidado por el diseño y la arquitectura. Canary Essence, su último proyecto, agrupa alojamientos únicos por todo el Archipiélago. No le pierdas la pista si tu estilo es un modelo sostenible de turismo, alejado de grandes aglomeraciones y mastodónticos hoteles.

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

Muy cerca de la Hacienda, encontramos algunos charcos, como ellos llaman a las piscinas naturales. En esta zona, es imprescindible el Charco de la Laja, en San Juan de la Rambla. Este charco es una impresionante piscina volcánica. En un día soleado, sus aguas cristalinas reflejan los radiantes colores azules del Atlántico.

Siguiendo la ruta de piscinas naturales, muy cerca nos topamos con la villa de Garachico. Este pueblo llegó a ser el puerto de mayor actividad comercial de la isla, un gran punto de escala entre América y Europa. Pero en 1706, la mayor parte del pueblo y del puerto fueron sepultados por el volcán de Trevejo, acabando de esta manera con su próspera época. Hoy día, y aunque su actividad comercial portuaria no es lo que fue, Garachico es un pueblo que supo renacer de sus cenizas, y ha acabado por convertirse en un spa natural con patrimonio histórico. Una belleza de pueblo costero, que invita a pasar tiempo. Nosotros pasamos la tarde en remojo, pero sin duda volveremos.

 

 

Tenerife ofrece naturaleza, pueblos para todos los públicos y su eterna primavera permite visitarla en cualquier época del año y hacer todo tipo de actividades al aire libre, como senderismo. Nosotros visitamos en esta ocasión el “Paisaje protegido Rambla De Castro”, un paisaje natural protegido donde flora y fauna local se mezclan con pedacitos de historia de Tenerife. Quizás lo que más destaca en la Rambla de Castro es su gran diversidad vegetal. De hecho, es un paisaje protegido, especialmente relevante por albergar un bellísimo bosque de palmera canaria, así como algunos ejemplares de dragos. Las vistas del horizonte desde aquí son impresionantes y el paseo te abre bien el apetito. Después del paseo, nos sentamos a comer en “El rincón de Edu”, un guachinche recomendado por unos amigos que nos sorprendió gratamente. Queda anotado en mi agenda. Para lo que no lo sepáis, el guachinche es un establecimiento típico de la zona norte de la isla de Tenerife, en el que se ofrece comida casera tradicional y vino de cosecha propia o de la zona. La carne fiesta y los chorros de pescado, de mis favoritos en este lugar. El concepto gusta tanto que a día de hoy existen también guachinches en otras zonas de la isla e incluso se han llevado a otras islas.

 

 

Como el día se presenta bueno, antes de volver a la Hacienda Cuatro Ventanas, nos pasamos por la Playa el Socorro que, sin duda, es una de las mejores playas de arena volcánica del norte de Tenerife, famosa para los surferos y bañistas, ya que es de las pocas playas de arena de la zona.

Otra de las visitas que no nos hemos querido perder en esta ocasión ha sido la Orotava, famosa por ser el municipio más alto de España y con mayor desnivel. Su término municipal abarca desde el nivel del mar hasta los 3.718 metros del Teide, considerado el pico más alto de España. Paseamos por sus cuestas y nos topamos con La Casa de los Balcones, una casa museo señorial que muestra cómo eran las tradiciones de las casas canarias, desde la elaboración del vino hasta el calado o la cestería. En sus habitaciones se puede aprender cómo se fabrican a mano los productos tradicionales y conocer mejor cómo era la vida hace doscientos años. Es una joya histórica con balcones de madera tallada y patio canario. Frente a la Casa de los Balcones se puede visitar la Casa del Turista, con unas impresionantes vistas al Teide desde el patio y una muestra de las famosas alfombras de arena que se elaboran cada año en las fiestas de La Orotava.

 

 

Para acabar nuestra ruta por el norte, y ya de camino al aeropuerto, hacemos parada en Santa Cruz de Tenerife, donde paseamos por el mercado “La Recova de Santa Cruz de Tenerife”, con sus tiendecitas y un muy recomendable desayuno. Seguidamente visitamos el TEA (Tenerife Espacio de las Artes) el museo arte contemporáneo donde descubrimos a Óscar Domínguez, pintor surrealista canario, y visitamos otras exposiciones temporales. Ya seas amante del arte o no, no dejes de visitar el museo, ya que solo las instalaciones merecen la pena: la tienda, la biblioteca o la cafetería.

Se dice que uno siempre trata de volver a los lugares donde ha sido feliz. Es lo que nos pasa con Tenerife, que cada vez gana más fuerza en nuestro planes. ¡Nos vemos pronto!.

Más información en:

– Binter Canarias
– Hacienda Cuatro Ventanas
– TEA Tenerife Espacio de las Artes

 

 

*. foto: archivo TEA

 

*. foto: archivo TEA

 

*. foto: archivo TEA

 

 

Hacienda Cuatro Ventanas

 

 

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