La Surfería de Suances.
Alejo Solar en estado puro

27 October 2018 Texto: Eduardo Illarregui Garate. Fotografía: Archivo Alejo Solar.

En teoría, las tiendas, los bares que frecuentamos reflejan la personalidad de sus propietarios; pero la realidad nos dice otra cosa. Merced a las franquicias, una tienda es igual aquí que en Helsinki. Otras veces, los dueños dejan el aspecto de sus locales en manos de un diseñador de interiores o de un prestigioso estudio que cobran un pastón por unos conceptos y proyectos incomprensibles para el común de los mortales. El  Marketing también ha hecho mucho daño con sus análisis de mercado y sus estudios de promoción en punto de venta. Por fortuna, todavía quedan románticos que optan por darles a sus negocios un toque personal, que les gusta imprimirles su sello o dejar su huella de identidad. Por eso, cuando me enteré que Alejo Solar (Torrelavega, 1973) dejaba su tienda de surf, en la ciudad, después de 20 años, para instalarse en Suances (Cantabria), a pie de playa, tenía ganas de ver su nuevo negocio.  Bajo el nombre de La Surfería, Alejo reúne, bajo el mismo techo, lo que ha estado haciendo toda su vida,  impartir clases de stand up paddle y surf y dirigir una boutique surfera, y le suma ahora bar, restaurante y próximamente hotel. Además organiza conciertos, exposiciones, recitales poéticos…  Un garito con alma y ambiente surferos que es la fiel expresión de su propietario.

¿Cómo definirías este nuevo proyecto que has emprendido: La Surfería?
Tal y como reza uno de los eslóganes que  le hemos puesto: “La Surfería es mucho”, porque va a englobar muchas cosas. La idea es que La Surfería  no sea un bar, que no sea una tienda, que no sea una escuela. Que sea todo a la vez; que el que venga aquí tenga la sensación que puede hacer todo… Que pueda darse un baño con nosotros, tomarse una cerveza, dormir en nuestras habitaciones. La idea es ésa, que lo sea todo.

 

 

Durante más de 20 años has tenido una tienda de surf, Los Locos, eres monitor de SUP y surf y ahora emprendes esta nueva aventura a pie de playa. ¿Al final no es todo una lucha para seguir viviendo con algo relacionado con el surfing?
En mi caso, es que no sé hacer otra cosa. El surfing lo llevo practicando desde que era un niño y me ha condicionado la vida, la forma de trabajar y los negocios. A no ser que cambien mucho las cosas, mi trabajo va a estar siempre relacionado con el surfing; bien sea dando clases; bien sea en un bar surfero… Y si es, como en este caso, al lado de la playa, mejor que mejor.

Al lado de la playa y en Suances, que es un poco volver a tus orígenes…  Te has instalado donde empezaste a surfear…
Suances es de los mejores sitios para la práctica del surfing, para vivir y para estar. Lo tenemos todo: tenemos buenas olas, tenemos, aunque a mucha gente no le guste, buen clima. Los inviernos, aunque fríos, son pasables y hay buenas olas. Vamos a ver, si un día hay que irse de aquí, que sea a un sitio que tenga  mar, que sea cerca de la playa.

 

 

¿Qué se puede encontrar un surfista de fuera en Suances? ¿Cuáles son sus principales argumentos para atraer turismo de olas?
Si tienes intención de surfear los picos de Suances, decir que hay variedad y calidad. La playa de Los locos, con sus olas huecas de nivel mundial, son cuna y escuela de surfistas de la talla de Pablo Solar y muchos buenos free surfers. Eso sí, es una playa pequeña con mucho local y hay que tener mucho tacto y saber estar si no quieres enfadarles. La Concha es otra de las playas del municipio con buenas olas, pero ésta, por su amplia longitud, corrientes y arenales, crea olas por lo general más suaves y dóciles, ideales para surfistas más inexpertos. Aquí encontrarás gran número de escuelas, pero cabe destacar la de las campeonas Deva y Mirka, la SOLAR SURF. Si lo tuyo es el SUP, en La Concha, hay gran número de superos y superas como Josefina Ramet, una de las especialistas habituales en el pico de La barra. La Concha es donde normalmente impartimos nuestras clases de iniciación, olas y travesías. Si te gusta explorar, en las playas colindantes y acantilados cercanos, puede que encuentres alguno de los secret spots de la zona y probablemente cojas olas de gran calidad. Y después de unas buenas olas toca reponer fuerzas en LA SURFERIA (risas).

Volviendo con La Surfería,  organizáis  también eventos culturales, como conciertos, recitales de poesía, muestras de artistas plásticos a través de exposiciones…
Yo es que pienso que no se puede vivir sin música. Y dentro de ésta, a mí siempre me ha encantado la música en directo, y dije que si alguna vez tenía un garito, iba a procurar tener conciertos. Ahora mismo lo estamos consiguiendo, aunque no es fácil, hay mil y una pegas, permisos, cuesta dinero… Es como una inversión también. Estamos haciendo conciertos semanalmente, recitales, invitamos a artistas a que expongan sus pinturas, a que nos decoren los cristales del local. La intención es seguir así, organizando un concierto semanal, y traer todo tipo de música, no centrarnos en Rock, Heavy. Traemos de todo. Músicas del mundo, Flamenco… Variedad musical.

 

 

¿Ese eclecticismo musical de alguna forma es un reflejo de ti?
(Entre risas) Desde luego que sí, porque el que contrata los grupos soy yo y procuro que haya de todo. Durante 20 años seguidos he estado yendo todos los veranos al festival Pirineos Sur y ahí he aprendido mucho de música. Iba todos los años sin saber quién iba a tocar (unos años iban grupos africanos; otro año, de Asia; otro, de Sudamérica) y alucinaba.

Visto desde fuera, ¿no temes un poco que un sector, con fama de absorbente, como el de la hostelería te acabe robando mucho tiempo y termines viviendo la paradoja de que tengas las olas a escasos cincuenta metros y no puedas hacer surf por estar trabajando?
Miedo no, porque estoy metido ahora mismo en un proyecto tan gordo, que si tengo miedo a algo es a que salga mal. El surfing, al final, es como andar en bicicleta. Yo llevo surfeando toda la vida, he tenido épocas en las que he surfeado todo lo que he querido y más, y entiendo que ahora mismo estoy viviendo una época en la que tengo que dar el callo y tengo que trabajar mucho para sacar esto adelante. Y si va bien y tenemos suerte, puede que dentro de unos años esté surfeando otra vez a tope, viajando. Miedo, no; hay que centrarse y pensar que dentro de unos años volveremos a estar ahí.

 

 

Hace ya unos cuantos años conociste el SUP y te deslumbró. Fuiste de los pioneros en España y posiblemente el primero o de los primeros en hacer Stand Up Paddle en Cantabria. Actualmente, ¿en qué fase te encuentras, sigues con el surf de remo, has vuelto a la tabla?
Yo surfeo desde que era pequeño. Hace ya más de diez años conocí el SUP y me enganché de una forma salvaje. He tenido épocas en las que sólo cogía olas con SUP, luego, épocas en las que sólo pescaba con SUP. Después he estado bajando ríos… Pero hace cosa de dos años volví a surfear con tabla y ahora mismo estoy combinando; hay días que me apetece más SUP,  y me meto con SUP; días que igual está más gordo, y me meto con tabla de surf. Es una gozada el poder elegir con qué te metes. Son dos pedazo de deportes que te dan satisfacciones los dos.

Tú que llevas haciendo SUP desde los inicios, ¿no crees que el crecimiento se ha quedado un poco estancado o que no ha sido tan grande como parecía al principio, en el que se decía que en un futuro no muy lejano podía competir en cuanto a practicantes con el mismísimo surf?
Puede que no haya sido ese boom que todos esperábamos hace seis o siete años, que parecía que se iba a comer el surf; pero creo que el SUP se ha diversificado mucho. Igual como dices no se practica mucho en las playas, pero te vas al interior, e igual en un lago puedes dar una clase o alquilar una tabla de SUP. Yo ahora por ejemplo estoy haciendo el Sella. En el Sella, se hace una competición de SUP en la que participan ciento y pico personas y para encontrar un campeonato de surf en el que participan ese número de personas, cuidadito. El SUP está ahí, seguirá creciendo y se seguirá diversificando en muchos sectores. En el interior nunca vas a ver un surfista; en cambio, sí que te vas a encontrar gente que hace SUP.

 

 

Eres de una familia de grandes competidores, tu hermano Pablo Solar, tus sobrinas Mirka y Deva, ahora tu sobrino Sean Gunning. ¿Cómo has vivido la polémica suscitada por la diferencia en las cuantías de los premios entre las mujeres y los hombres en los torneos de surf, a raíz de La Invernal de Laredo y la información que dio el periódico El País?(Con inmediatez) Yo creo que es algo que cae por su propio peso; que se haga ahora bienvenido sea, pero se debería haber formalizado hace mucho tiempo.  Que ganen lo mismo las mujeres que los hombres es algo… Y en el caso de mi familia, que están mis sobrinas, que son surfistas de nivel internacional y nacional, yo creo que deberían ganar lo mismo que ganan los chicos. En mi familia, está mi sobrino Sean, que está hecho una máquina, y que en un futuro seguro que ganará campeonatos y pasta, y yo creo que todos pensamos lo mismo: Igualdad.

¿Y entre tanto familiar que compite a  ti nunca te ha dado por participar en torneos o siempre has ido más de ‘free surfer’?
A mí me gustó la competición de jovencito, lo que pasa es que no se me daba bien, me ponía muy nervioso siempre; pero me encanta, eh, si alguna vez me ofrecen participar en un campeonato, yo no lo declino. Aunque respeto la competición, y en mi familia hay muchos competidores, yo pienso  que el surfing es un deporte en el que no hace falta competir para disfrutar de él al 100%. Se puede vivir surfeando toda la vida y disfrutando del surfing sin competir nunca. El surfing es la fusión del mar con el surfista, de las olas y el surfista. Tienes que competir contra la ola no contra nadie más.

 

 

 

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