Craig Castleman:
Levantarse otra vez, cuarenta años después

1 July 2019 Texto: Keko Martínez. Fotografía: Archivo Craig Castleman.

Parece mentira, pero ha pasado medio siglo desde que comenzara eso que hoy todos conocemos como grafiti. Aunque nunca ha estado del todo claro cuál fue su lugar exacto de nacimiento o su fecha concreta, lo que sí sabemos es que este movimiento ha supuesto una auténtica revolución en nuestra historia reciente. Si preguntásemos a cualquier grafitero actual que a cuál momento de la historia le gustaría viajar, probablemente eligiera el Nueva York de los 70. Allí comenzaban a dejarse ver extrañas firmas que nadie sabía qué significaban. Unos pocos se interesaron por ahondar en su significado; entre ellos se encontraba un joven Craig Castleman.

Profesor adjunto de comunicación en el Bernard M. Baruch College de Manhattan durante esa época, Castleman vivió en primera persona los inicios del grafiti -especialmente el desarrollado en la red metropolitana de transportes- movimiento que estudió y reflejó en el libro de culto Getting Up. Subway Graffiti in New York (1982). El experimentado profesor está de visita en España durante los meses de mayo y junio de 2019 en el denominado Castleman Tour, organizado por INDAGUE y Contorno Urbano, para dar una serie de conferencias que pongan en valor su trabajo. Además, y con motivo de dicho tour, se ha editado el libro Levantarse otra vez: cuarenta años después, que compila una serie de fotografías, inéditas hasta el momento, del archivo personal de Castleman.

 

 

Antes de comenzar la entrevista he de confesar que es para mí una suerte tener la oportunidad de realizarla. Soy uno de tantos que leyó su libro con entusiasmo sin saber muy bien qué era exactamente. Lo encontré en la biblioteca de mi universidad, era la edición de 1987 y estaba destartalado del uso, en España se publicó con un escueto título: Los graffiti. Años después compré la reedición de Capitan Swing titulada Getting Up. Hacerse ver: el grafiti metropolitano en Nueva York (2012). Nunca pensé que coincidiría con su autor, especialmente en su caso, ya que a diferencia de otros pioneros de la documentación del movimiento como Martha Cooper o Henry Chalfant, no se ha dejado ver en el mundillo del grafiti actual. ¿Dónde ha estado Craig Castleman desde que se publicase aquel relevante documento en 1982?
Para responder a sus preguntas, debo comenzar explicando que fui profesor en el Baruch College desde el curso del 81 hasta el del 83, mientras esperaba que apareciera un verdadero trabajo como maestro de escuela. Nunca quise ser académico, solo maestro en una escuela estatal y pasé cuarenta años muy felices enseñando inglés como segundo idioma a estudiantes inmigrantes de todo el mundo, en su mayoría refugiados de zonas de guerra. He enseñado a niños sudaneses, eritreos, etíopes, somalíes, iraquíes, vietnamitas, camboyanos, afganos; aproximadamente diez mil estudiantes de ciento treinta países. Fue muy divertido.

 

 

Una de las cosas que recuerdo que me llamó más la atención de su libro, fueron algunas entrevistas que daban voz a diversos escritores de la época -como Lee Quiñones- que reflejan, no solo el entusiasmo por un movimiento que comenzaba a surgir y del que se sentían protagonistas, si no también el sentimiento de una época y de un lugar concreto, ¿cómo contactó con la escena del grafiti pionero en Nueva York y qué le llevó a escribir su famoso libro ?
Antes de hablar sobre grafiti, debo comenzar aclarando que no soy, ni nunca he sido, un fotógrafo, artista, escritor o crítico profesional. No soy un erudito y solo he publicado un libro y nada más. Carezco por completo de talento para el arte y ni siquiera tengo una letra legible.
Todo lo que soy o he sido es un profesor y la obra Getting Up solo existe gracias a mis alumnos en la Escuela Superior de Arte y Diseño. Antes de mi investigación, ellos escribieron su propio libro sobre graffiti: se llamaba Nasty Stuffy es mucho más elocuente, directo y auténtico que mi libro -te traje una copia para que pudieras comprobarlo- Después de esto, presenté mi propia investigación sobre grafiti en la Universidad de Columbia, obtuve mi doctorado y mi diploma de docente y me fui a trabajar, pasando a enseñar otras materias.
Me sorprendió en 1982 cuando MIT Press se ofreció a publicar mi libro, que les había recomendado Nathan Glazer, un famoso sociólogo y buen amigo que había ayudado a patrocinar mi investigación. Después de su publicación, tuvo algo de éxito, pero no mucho y por poco tiempo. Después de 1983, guardé mis materiales de grafiti y seguí con otras cosas.

 

 

Ha comentado que algunos de aquellos chicos que comenzaron a escribir grafiti en los inicios fueron sus alumnos, ¿Cómo era su relación con ellos y qué piensa de la actual fama de algunos?
Muchos de los grandes maestros del grafiti de la época eran puertorriqueños, dominicanos, mexicanos y colombianos. Yo solía ​​llevar libros de arte a las estaciones para compartir con los escritores y les encantaba estudiar las técnicas de todos los grandes maestros de la Historia del Arte. Regalé muchos libros, pero creo que el más popular fue la maravillosa edición de Dover de Desastres de la Guerra y Caprichos de Goya. Vi bocetos que los imitaban- especialmente El Sueño de la Razón Produce Monstruos- en blackbooksmuchas veces cuando se los pasaban de un escritor de graffiti a otro. No creo que ninguno de ellos pensara que algún día, parte de su trabajo también aparecería en libros e incluso colgaría en museos. Tampoco yo. Es una sorpresa maravillosa.
Desearía tener opiniones más sofisticadas para expresar, pero todo lo que puedo hacer es contar algunas historias sobre los maravillosos niños que conocí en Nueva York que tuvieron el coraje de salir a algunas de las calles y líneas de metro más peligrosas del mundo para hacerlas más hermosas. Me enorgullece haber conocido a artistas valientes y talentosos como BAMA, TRACY, MITCH, LEE, BLADE, WICKED GARY y muchos otros, y me complace ver que la forma de arte en la que fueron pioneros ha inspirado a otros en todo el mundo.

 

 

El grafiti ha realizado un gran recorrido desde aquellos inicios hasta hoy, extendiéndose por todos los rincones del mundo y evolucionando desde diversas perspectivas pero, ¿cómo ve Craig Castleman el movimiento grafiti en la actualidad? ¿Y como interpreta que su texto siga siendo un referente para aficionados y académicos?
En 1988 salí de Nueva York para encontrar trabajo como maestro de escuela en Seattle y luego en Boston y hasta hace poco no sabía que el grafiti se había convertido en un fenómeno internacional. Tener mi libro publicado por Capitan Swing en 2012 y luego obtener una invitación a España de INDAGUE y Contorno Urbano fue una completa sorpresa y un honor inesperado. Estoy encantado de haber sido recibido aquí por tantos artistas y eruditos maravillosos e increíblemente talentosos, pero también estoy muy sorprendido, después de casi medio siglo, al descubrir que hay personas interesadas en mi libro.
No he leído Getting Up en inglés desde 1982, pero me enorgullece que, con la ayuda del diccionario, pudiera leer la edición española, y creo que la traducción lo convierte en mejor libro; y también que la introducción de Fernando Figueroa es la mejor parte. Tal vez el libro se lea mejor en español porque es un relato de un movimiento que fue en gran parte inspirado por el hispanismo.

 

 

Y en cuanto al nuevo libro que presenta con motivo de su visita a España, ¿cómo surgió la idea y qué podemos encontrar en él?
Estoy encantado de compartir las viejas fotografías y documentos que descubrí como resultado de la insistencia de mis amigos aquí. Encontré casi un millar de diapositivas y negativos que no sabía que existían, así como muchos documentos escondidos en viejas cajas de mi garaje, gracias a que Fernando Figueroa, Jaume Gómez, Ramón Pérez Sendra, Esteban Marín o usted mismo me convencieron para que me atreviera a buscarlas. Me complace presentarlas y espero que la gente las encuentre interesantes, pero recuerde que soy un fotógrafo aficionado y tendrán que disculparme por haber tomado la mayoría de ellas con una Kodak Instamatic barata en lugar de una cámara real.

¿Qué espera de su visita a España?
A decir verdad, he venido a España más interesado en aprender que en enseñar, más interesado en ver grafiti que en mostrarlo. Después de estar fuera de circulación durante casi medio siglo, es genial caminar por las calles y ver obras de arte vibrantes, brillantes, inspiradoras y enérgicas en paredes, trenes e incluso en galerías. Hoy es domingo y muchas tiendas estaban cerradas, así que tuve la oportunidad de ver magníficos grafitis en las puertas de seguridad de toda Barcelona. Realmente no tenía idea de lo maravillosamente que se ha desarrollado el estilo y la pasión por el grafiti durante todos estos años.Espero visitar otras ciudades y ver más y más. Esta es una experiencia fantástica, y una que nunca hubiera soñado que podría suceder.  Estoy muy agradecido.

 

 

 

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