White Hills siempre se han caracterizado por no dormirse en los laureles en ninguno de sus discos, manteniendo siempre un espíritu inquieto y una búsqueda constante de nuevos sonidos y nuevas maneras de practicar su particular psicodelia. En este “Stop Mute Defeat“, su décimo disco de estudio, el dúo neoyorquino ha tomado como base el cambio de sonido efectuado en su anterior trabajo “Walks For Motorists“, que se nutría de los sonidos mas sintéticos del goth de la década de los ochenta, para dar una nueva vuelta de tuerca a su propuesta y traernos un trabajo basado en la repetición, casi a modo de mantra, de bases rítmicas electrónicas que sirven de base para los etéreos teclados, los espaciales arreglos de guitarra, y lo que se ha convertido en el instrumento central de este trabajo, que son las voces. La sutil manipulación de estas bases dan al conjunto un cierto aire de desarrollo progresivo que convierte los textos de este disco en mensajes crípticos y alienados, frutos de una sociedad deshumanizada. Esto es White Hills en su mínima expresión, pero como en los buenos destilados, se conserva toda la esencia que ha hecho de este dúo una de las propuestas mas interesantes dentro de la psicodelia de los últimos tiempos. (8,5)