HOMENAJE AL I CENTENARIO DEL CONCURSO DE CANTE JONDO. GRANADA, 1922-2022
LA SAETA DE ORO, REFERENTE DEL CANTE SACRO FLAMENCO.
Hace justo un siglo, en 1922, Granada celebra el primer concurso de Cante Jondo de la historia. Fue aquel lejano mes de junio del año 1922, cuando Granada abrió de par en par su alma, para convertirse en la capital del I Concurso de Cante Jondo, celebrado durante las noches del 13 y 14 de junio, en el Patio de los Aljibes de la Alhambra.
Organizado por el Centro Artístico y Cultural de Granada capitaneado por Manuel de Falla, con la participación de Miguel Cerón, Federico García Lorca, Hermenegildo Lanz, Santiago Rusiñol, Ignacio de Zuloaga, Andrés Segovia, Fernando de los Ríos, José Ruiz Almodóvar y una larga lista de personajes pertenecientes a la intelectualidad de la época que marcaron un antes y un después en la historia del Arte Flamenco, que quedaría ya para siempre ligado al universo de la Cultura y de Granada.
Con la Alhambra como escenario, primeras figuras del flamenco como: La Niña de los Peines, Ramón Montoya, Diego Bermúdez “El Tenazas de Morón”, Manolo Torre, Manolo Ortega “Caracol” (entonces un niño doce años) o Antonio Chacón que presidió el jurado, actuaron para un público entregado desde el primer momento y que superó las 4.000 personas.
Durante aquellos días de junio de 1922 se inauguró un tiempo nuevo para el cante y el baile originario del sur, de Andalucía, declarado en 2010 Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
100 años después, las Instituciones granadinas y el Gobierno Andaluz se han unido para presentar un amplísimo programa conmemorativo: conferencias, exposiciones, conciertos, visitas guiadas, espectáculos… con los que se pretende celebrar esta efeméride única y especial.
La Saeta de Oro en su VIII edición y quiere rendir homenaje I Concurso de Cante Jondo. La saeta, este particular estilo flamenco, sin acompañamiento, compuesto por cuatro o cinco versos octosílabos, también tiene su origen en el aflamencamiento, a comienzos de siglo XX. La primera grabación conocida corresponde al cantaor Manuel Reina, El Canario Chico, en 1895.