Mirando por la ventana del avión, no sé si voy a pasar unos días en una isla o en algún lugar de la superficie de la Luna. Hablamos de Lanzarote, casa natal del artista César Manrique.
Después de coger maletas y hacer trámites varios nos dirigimos al Caserío de Mozaga del siglo XVIII, nuestro punto neurálgico. El lugar tiene unos 10.000 m2, es un destino para conectar con la naturaleza y relajar la mirada en la arquitectura típica de Lanzarote, conservando lo antiguo y lo nuevo en perfecta armonía. En realidad es un pequeño museo donde encontramos mobiliario, cuadros de generaciones pasadas, en un entorno donde la luz, esa luz especial de Lanzarote nos cautiva. En su jardín encontramos una mezcla de piedras volcánicas y arena, mezclado perfectamente en el entorno, con sus plantas autóctonas como ficus, palmeras, bugambillas, aloe, cactus, etc. En el jardín también encontramos unas pequeñas mesas para descansar, compartir secretos y reposar, con una vistas únicas del jardín.
Caserío de Mozaga
Caserío de Mozaga
Antes de que acabe el día nos da tiempo a visitar la Caleta de Famara, punto de visita obligatorio para todo amante del Surf y el Kite (sobre todo para iniciados, ya que están casi todas las escuelas), con una playa kilométrica y unas montañas al fondo de más de 600 metros de pared sobre el océano. Y la Villa de Teguise también nos pilla muy cerca y aprovechamos para acabar el dia visitándola. Los domingos por la tarde se montan conciertos y mercadillo. Teguise fue la capital de la isla en sus comienzos y después en 1847 ya cambió a Arrecife. Un lugar imprescindible para visitar y perderse por sus calles antiguas.
Famara
Famara
Teguise
Teguise
Al día siguiente hacemos un poco de senderismo por la zona del Volcán del Cuervo, donde hay una ruta espectacular que nos sitúa en el mismo centro del volcán, y vemos cómo líquenes, y diminutas florecitas, se agarran a la superficie de las roca o nacen en la misma arena. Siempre destacamos en la isla la conservación y el respeto por los espacios naturales, un auténtico lujo en estos tiempos de plásticos.
Descubriendo más encantos de la isla, nos topamos con la zona de El Quemao y La Santa, hace mucho viento y apenas hay gente en el agua, y decidimos pasear por la zona y conocer a los pescadores. Un lugar con mucho encanto, sin duda.
Esta noche cenamos en un lugar muy acogedor, en el mismo pueblo, donde se reúnen la gente del lugar, a charlar y ver el futbol en reunión, comentando y riendo. Hablamos del Teleclub Mozaga, donde nos deleitamos con pescados de la zona, morena en salsa, cherne, carne fiesta, papitas arrugadas, con su mojo verde y rojo, y claro, todo esto bañado con un rico vino blanco de la zona.
La isla sin César no se puede entender, visitamos el Museo Internacional de Arte Contemporáneo – Castillo de San José, muy cerca de Puerto Naos y Arrecife, construido por mandato del rey Carlos III entre 1776 y 1779, y el cual el artista transformo la antigua fortaleza en un museo internacional de arte contemporáneo donde podemos encontrar desde Picasso, Tàpies, Miró, Mompó, Millares, Zóbel,Óscar Domínguez, Pancho Lasso, Juan Ismael, y de las siguientes generaciones, Millares, Chirino, Cristino de Vera…
En la planta baja del museo encontramos un restaurante con una amplia cristalera con vistas al mar, donde podemos ver en la superficie del agua algunas esculturas, atrapadas en el tiempo por el agua y dueños de su entorno marino. Muy cerca descubrimos el famoso barco que encalló hace muchos años, el “Telamon”.
Hablando de agua, tengo que recordar nuestro bautizo marino de la mano de Mojo Dive. Una experiencia única, la cual recomiendo a todo el mundo que pase por la isla, para poder disfrutar del entorno marino, y ver su fauna marina en su auténtico medio. Desde aquí queremos agradecer a nuestro profesor Ignacio y todo su equipo, su amabilidad, profesionalidad y paciencia con nosotros, y hacernos pasar una experiencia sin igual.
Fotografía cortesia de Mojo Dive
Y bueno, ahora sí que nos adentramos en una de las zonas más castigadas de la isla por las erupciones volcánicas, esto se produjo entre 1730 al 1736 y con posterioridad en el 1824, estamos en el Parque Nacional de Timanfaya, más conocido como “Montañas del Fuego”.
Debido a este acontecimiento casi la mitad de la isla quedó sepultada por ceniza y un grueso manto de lava. El parque es único, dentro del territorio español con carácter geológico, el cual no ha sufrido transformación alguna por parte del ser humano. Una auténtica mirada atrás a los inicios de la vida en la tierra y su formación.
Esa misma noche nos vamos de cena a los Jameos el Agua, lugar donde el hombre y naturaleza se diluyen en uno, gracias a la sabia intervención de César Manrique, como siempre cuidando el entorno sin modificarlo de su forma habitual. Entramos por la puerta principal y a continuación bajamos a la cueva por una escalera de caracol de piedra volcánica y madera, donde nos sorprende la abundante vegetación de plantas típicas del lugar. Dentro de la gruta nos adentramos en el lago natural de aguas claras donde habita el cangrejo ciego en el fondo rocoso del mismo, debido a la falta de luz en la gruta.
Seguimos paseando y encontramos un auditorio único en el mundo por su resonancia acústica debido a su origen geológico, donde tuvimos la suerte de comprobarlo con un trío local de música canaria, donde nos deleitaron con canciones típicas del folclore Canario y disfrutamos del timple del instrumento temple canario. En resumen los Jameos del Agua es un lugar único en el mundo donde se respira una paz y se concentran arte, cultura y turismo.
Jameos del Agua. Foto cortesía de CACT Lanzarote
Jameos del Agua
Antes de despedirnos de la isla visitamos el Casa – Museo al Campesino, situado en el municipio de San Bartolomé. El museo nos aporta una visión del ingenio de los agricultores de Lanzarote y de cómo aprovechaban su entorno, con las condiciones más adversas, un homenaje que César le hizo a sus gentes, acercándonos el esfuerzo, sacrificio y sobre todo su ingenio.
Monumento al Campesino
Monumento al Campesino
Otros lugares emblemáticos que no puedes dejar de visitar son el Mirador del Río con una de las vistas más impresionantes que nos brinda la isla, y donde se ve muy cerquita la Isla de la Graciosa. Y por supuesto es de visita obligada también la Fundación Cesar Manrique, donde descubrir la vida y obra del gran artista isleño.
Fundación Cesar Manrique
Y para despedir el día y el viaje, volvemos a donde comenzamos, a la Caleta de Famara a disfrutar de su precioso atardecer. No dejeis de pasar la oportunidad de ir a Lanzarote, un lugar muy, pero que muy especial, un auténtico paraiso a solo dos horas y media de casa.
Mas información:
Caserío de Mozaga
CACT Lanzarote
Jameos del Agua / Noche de Jameos
Fundacion Cesar Manrique
Mojo Dive