Una banda que cuenta con la cabeza pensante de Doug McCombs (Tortoise) sabe lo que hace y como llevarlo a cabo para sacar material nuevo. No hay sorpresas en el cuarto disco de Brokeback, con una propuesta instrumental inamovible y bastante parecida a su anterior ‘Brokeback And The Black Rock’. Esta vez con menos distorsión y más espacio para el resto de instrumentos.
El viaje onírico-instrumental que nos proponen son diez temas que se mueven entre un jazz/post-rock suave, pero bien marcado y bastante reconocible, mezclado con tintes surf, gracias a esas guitarras y efectos. Si a todo ello le sumas cierto gusto por los ritmos sincopados y profundidad en las guitarras, obtienes el resultado final.
Cada uno de los temas tiene personalidad propia dentro del mundo propio de Brokeback. Podemos pasar por ‘Cairo Levee’, donde se van a ritmos casi bailables y frescos con un gran peso de la batería. ‘Spanish Venus’ con un bajo sincopado, sobre el que se construye todo el tema como hilo conductor para las guitarras. ‘On The Move And Vanishing’, de los mejores temas del disco y que marca la diferencia respecto al resto, al tener un punto alegre y bastante intenso por parte de todos los instrumentos. ‘Rise, Fernanda, Rise!’, única canción con voz susurrante y donde más se notan las influencias de Doug McCombs por momentos.
‘Illinois River Valley Blues’ es un disco bastante completo y variado. Tiene puntos en común con Calexico y Friends of Dean Martinez, e incluso un regusto western en ciertos momentos. Es una banda sonora bien pulida diseñada para crear múltiples paisajes. (7)