Villa Málaga. El tiempo de un vino

2 July 2024 Texto: Juanjo M. Fuentes. Fotografía: Archivo Villa Málaga.

Tras la compra en una subasta de unas viejas botellas de vino de Málaga, embotelladas sorprendentemente en la ciudad Suiza de Lenzburg a principios del siglo pasado, Stefan Persili comienza un viaje a través del pasado y del presente de los vinos Málaga. Una cultura ligada a la vid desde la antigüedad que ha generado tradiciones, configurado paisajes y ha marcado a las personas en su forma de entender la vida en contacto con naturaleza y con la vid.

La película rodada en Suiza y en Málaga, rastrea el pasado de unos vinos que llegaron a ser quizás los más conocidos y prestigiosos  del mundo y que hoy resurgen con fuerza de la mano de bodegueros inquietos . Una cata histórica que reúne a amigos y expertos va adentrándose en las vidas de diferentes personajes: hombres y mujeres que luchan por preservar un legado patrimonial vitivinícola y al mismo tiempo apuestan por nuevas elaboraciones que están sorprendiendo al mundo del vino.

El largometraje documental es dirigido por Eterio Ortega Santillana, y cuenta con la participación, entre muchos otros expertos en la materia, de Javier Krauel y Stefan Persili. Con los tres hemos tenido el inmenso placer de poder lanzarle unas preguntas y conversar sobre este precioso film, y por supuesto de Málaga, su historia y sus vinos. Disfruten amigos.

 

 

Contadnos un poco a que os dedicáis. ¿De dónde viene vuestra pasión por el vino, el cine…?
/ Eterio:
Bueno, en un principio comencé trabajando como montador y también como director de fotografía, pero hace más de 30 años que me dedico a dirigir, cine documental. A lo largo de mi carrera, he dirigido un centenar de documentales para cine y televisión, así que cambiar de profesión en este punto sería complicado, a menos que sea para dedicarme a hacer vino, ¡cosa que no descarto!
Mi interés por el mundo del vino surgió durante el rodaje de “Al Final del Túnel”, la última película de la trilogía sobre el Terrorismo Vasco que realicé con el productor Elías Querejeta. La producción de esta película se alargó y, como tenía que viajar al norte con frecuencia, una de las productoras que coproducía con Elías me propuso hacer algo sobre el vino durante esos viajes. Así nació “Las Catedrales del Vino”. Fue un contraste agradable poder alternar entre un tema tan duro como el terrorismo y algo tan divertido como hacer una película sobre el vino, ¡y sobre todo disfrutarlo!
Aprendí mucho sobre la cultura del vino a través de las personas que generosamente compartieron sus experiencias e ilusiones conmigo durante el rodaje de esa película, lo que llevó a la realización de varios documentales más sobre el tema, incluyendo mi última película “Villa Málaga: El Tiempo de un Vino”.
/ Stefan: Nací y crecí en Suiza en una familia ítalo-suiza. Soy médico especializado en reumatología y medicina interna. A mi padre como buen italiano le gustaba beber vino durante una buena comida. Pronto aprendí que forma parte de una cultura culinaria.  Durante mi estudio de medicina me aficione con unos amigos a probar y comprar vinos de borgoña, burdeos, piamonte y rioja. Empecé también a visitar bodegas, primero en Suiza, Francia e Italia, más adelante en España, Sudáfrica y Argentina. El intercambio con enólogos y bodegueros, sus historias y su pasión termino por formar parte también de mi pasión.
Me encanta disfrutar el vino, su complejidad, su variedad, una vida no basta para explorar toda su multiplicidad. También lo veo como un bien cultural, historia de la humanidad. El vino es uno de los bienes culturales más antiguos. Recientemente se han hecho hallazgos de ánforas de vino en una tumba excavada en la ciudad más antigua de Asia Menor.
Con el paso de los anos mi interés se ha ido fijando hacia los vinos viejos, también vinos viejos de Málaga. Y sin quererlo me hecho coleccionista. Pero lo que aún mas me gusta no es coleccionar vinos, sino beberlos y compartirlos con buenos amigos y amantes del vino.

 

 

Y de paso…, ¿de donde viene vuestra pasión por Málaga, sus montes y vinos?
/ Eterio: Mi interés por Málaga comenzó gracias a Juan Muñoz, quien me llevó a los viñedos y me habló sobre la Axarquía, las personas que trabajaban allí, su familia, etc. Quedé enamorado del lugar y de su gente. Me preguntaba por qué, teniendo vinos tan excepcionales y viñedos tan hermosos, con tanta historia, no eran conocidos por todo el mundo. Así surgió “Villa Málaga”.
/ Stefan: Mi pasión por el vino de Málaga nace a través de mi Mujer que es Malagueña. Los padres de mi esposa vivían en Benalmádena y Torremolinos. Durante más de veinte años vamos varias veces al año a Málaga. La ciudad Málaga, los entornos, la forma de vida, su gente, nuestros amigos forma parte ya de mi vida. Es aquí, en Benalmádena, hace 22 anos, en un restaurante en Puerto Marina donde una camarera muy simpática pero muy nueva en su oficio me ofreció un “chupito”. Me pedí un trasañejo tradicional malagueño de más de 30 años uno de los vinos más caros en la carta. ¡Ella me lo sirvió hasta el borde la copa! Al probar ese vino de color oscuro y denso creí que mi paladar iba a estallar con esa magnitud de sabores, como un fuego artificial que no quería parar y que duraba y duraba… Es cuando entendí porque los vinos de Málaga habían tenido fama mundial.

 

 

¿Cómo os conocisteis y también como descubristeis Villa Málaga?
Eterio: Conocí a Stefan mientras buscaba información para narrar la dimensión internacional que habían tenido estos vinos históricos de Málaga. Estaba buscando a alguien desde fuera que pudiera contar esa historia. José Manuel, secretario del Consejo Regulador, me habló sobre Villa Málaga en Suiza y a través de él conocí a Stefan. Enseguida conectamos debido a nuestra pasión mutua por el vino y nos hicimos amigos.
Stefan: Empecé a indagar sobra la historia de los vinos de Málaga. También quería probar más de esas “perlas”.  A través de una subasta de vinos en la cual no solo adquirí mi primer vino de Zweifel sino también me hice con una historia de un vino “perdido” y con un gran amigo, José Manuel Moreiro Ferreiro, Secretario General del Consejo Regulador de la DO de Málaga al cual le conté la historia de la bodega de Alfred Zweifel en Lenzburg y de Villa Málaga y al cual le pedí su parecer sobre el vino recién adquirido.
La existencia de Villa Málaga era conocida en Málaga, pero volvió a caer en el olvido. Encontré un artículo de periódico antiguo de Málaga donde se mencionaba la villa y la historia de la bodega malagueña de Alfred Zweifel. Desde entonces, hemos podido comprar algunas de las botellas antiguas de la Malagakellerei, que cerró en los años 70.
Cuando Eterio Ortega preguntó a José Manuel sobre historias interesantes sobre los vinos de Málaga, le contó entre otras esta. Alfred Zweifel, fundador de Bodegas Málaga y propietario de Villa Málaga, era una personalidad interesante con conexiones y amistades con bodegueros en Málaga. Fue impresario, coronel de la Armada suiza, cónsul de España en Suiza, miembro de una orden real española e incluso recibió a Isabel II en la Villa Málaga y su bodega en Lenzburg. Por supuesto, no todo se puede contar en la película.

 

 

Eterio, para conocer la historia hay que ver la película obviamente, pero cuéntanos brevemente de que trata Villa Málaga?
Villa Málaga es la historia de una vieja botella de vino y de un viaje de vuelta después de más de 100 años, del descubrimiento de un lugar, del amor a la tierra y al vino, y del peligro de pérdida de un patrimonio único.

La historia es fascinante, y la del vino de Málaga obviamente lo es. Anécdotas como Villa Málaga hay montones, de viajes de ida y vuelta, de otros tiempos, de otras familias y lugares…, ¿pero Eterio, por qué Villa Málaga y no otras bodegas y/o familias?…
Efectivamente, hay miles de historias y de cada una de ellas se podría hacer una película, pero no se pueden contar todas, no hay espacio material para hacerlo. Al final, hacer una película es acotar el campo de actuación donde te mueves para que el resultado sea algo con lo que todos puedan identificarse, mostrando un tiempo, un lugar y una forma de entender la vida.

Eterio, ¿Cómo llega a ti esta historia? 
Esta historia surgió de mis viajes por Málaga y mi interés en su cultura del vino. La primera vez que visité la Axarquía, quedé impresionado. Me preguntaba por qué regiones como Somontano o la Ribera Sacra eran más conocidas que esta. Desde ese momento, supe que había una película por hacer. Como siempre, todo lleva su tiempo y llega el momento adecuado. En este caso, pasaron 8 años antes de que llegara esa oportunidad.

 

 

A muchos malagueños mas jóvenes les ocurre que no han conocido esa Málaga llena de tabernas donde a diario miles de trabajadores, hombres en su mayoría, disfrutaban del vino, del marisco, los salazones… Esa Málaga del vino y del marisco en las tabernas prácticamente desapareció en su mayoría en la década de los 90 del pasado siglo XX. Y hoy día, apenas quedan dos o tres sitios míticos: casa del guardia, la campana de la avda la aurora, algo del pimpi… y poco más…
La pregunta es… ¿A vuestro parecer que ha ocurrido para que ese mundo de tabernas con seña e identidad del lugar, si se haya mantenido en ciudades como Jerez, Cadiz o Sevilla, y en Málaga se haya perdido practicamente.
/ Eterio: Buena pregunta y difícil de responder. Creo que influyen varios factores. Por un lado, después de la filoxera a principios del siglo pasado, gran parte del viñedo que se perdió no se reponía, lo que contribuyó al abandono del negocio de producción de vino, centrándose ahora más en la pasa de la Axarquía. Al contrario que Jerez, que volvió a plantar viñas y tomó gran parte del negocio de exportación que tenía Málaga en otro tiempo, perdimos esa clientela y a las personas que trabajaban en el campo debido a una emigración masiva. Además, las guerras mundiales no ayudaron a exportar vinos a Europa. Por otro lado, la dinámica de cambio en la ciudad portuaria ha llevado a sustituir esas exportaciones de vino por otras más rentables o más demandadas en ese momento, como la siderurgia o las telas.
/ Javier: Tenemos ese refrán terrible e injusto para referirnos a la Málaga del pasado como la ciudad de las cien tabernas y una sola librería. Manuel Alcántara escribió en relación a esto que “afortunadamente ahora hay libros pero que no desaparezcan las tabernas”. Afortunadamente seguimos teniendo algunas tabernas como la decana Antigua Casa de Guardia pero creo que el concepto de restauración, al menos en lo referente al vino, se está actualizado a un concepto más contemporáneo.

 

 

Eterio, ¿Y por qué estos protagonistas; los viñedos verticales, José Manuel del museo, la pareja que estudia los lagares, Javier Krauel (Stefan si es obvio por lo que sale)…, y no otros/as? ¿Y por qué los lagares y los montes específicamente? Todo ello es importante que el lector lo conozca, el porque no sacas otros lugares importantes del vino de la provincia como Ronda, Manilva, etc…
Bueno, al final, eliges una historia y buscas a los personajes que puedan contarla, asignando roles a cada uno de ellos. Con los lagares me interesaba reflejar el paso del tiempo y lo que quedaba de esa actividad en los archivos, la memoria de la gente y en el paisaje. Podría haber incluido más personajes, como bodegueros o viticultores, así como bodegas en Ronda y otros lugares, pero la película se habría diluido en tantos elementos. Conozco bien Ronda y me encanta, así como a muchas personas que hacen vino allí, incluso he trabajado con algunos de ellos. Sin embargo, considero más lógico pensar que de esa experiencia podría surgir otra película, con otros vinos y una visión distinta. En mi enfoque, tanto en documentales como en películas de ficción, no pueden estar todos los actores, por muy buenos que sean, ni todos los lugares, por más bonitos e interesantes que sean.

 

 

El documental se realiza entre Suiza y Málaga. ¿Eterio cómo te planteas toda esa labor Eterio? ¿Qué tiempo para realizar todo el trabajo, de que equipo contáis…?
Desde el principio valoramos la idea de filmar fuera de España, debido a la relevancia internacional que estos vinos han tenido. Consideramos inicialmente Inglaterra, donde ya habíamos explorado una posible trama narrativa. Sin embargo, esta opción competía directamente con la de Suiza y el papel de Stefan; ambas eran bastante similares. Por ello, finalmente nos decidimos por Suiza. La filmación en otro país nos brinda la oportunidad de establecer coproducciones internacionales, acceder a nuevas vías de distribución y compartir gastos. Además, resulta más práctico contar con profesionales locales para la obtención de equipos, selección de locaciones y trámites de permisos. Llevamos parte del equipo principal, como el director de fotografía y la directora de producción, para evitar tener que empezar desde cero en la explicación de nuestros requerimientos. El resto del equipo lo reclutamos en el lugar de rodaje.

 

 

Eterio, ¿Qué dificultades has encontrado en la realización del mismo?
La dificultad principal fue que el trabajo se realizó a lo largo de un año. Eso es bonito porque reflejas el paso del tiempo en la naturaleza y en la evolución de los personajes, pero también encarece todo y terminas con mucho material del que tienes que prescindir en el montaje. La ventaja es que puedes ver cómo la película va creciendo y qué es lo que te pide en cada momento.

¿La mayor alegría para vosotros del documental y el momento quizás más duro?
/ Eterio: La mayor alegría fue ver que las personas que habían trabajado en el documental se veían reflejadas en él, y que a los espectadores les emocionara lo que se contaba. Creo que las películas tienen que ser universales, aunque se hagan en un pequeño lugar o en un pequeño pueblo de la Axarquía. Lo más duro, como siempre, es levantar financieramente cada proyecto.
/ Stefan: Lo que más me ha llenado y he disfrutado durante el rodaje ha sido con los encuentro personales, con las otras personas involucradas, en la película, sus historias. Han nacido nuevas amistades.
Otro punto destacado fue la cata de vinos tradicionales malagueños en la bodega de Juan Muñoz de la bodega Dimobe. Pude probar el mismo vino un Pedro Ximenes después de 1, 7, 20, 25, 40 y 48 años en barrica; un privilegio increíble, estos vinos son absolutamente de clase mundial, pero casi nadie lo sabe y los conoce.
No hubo momentos negativos o difíciles durante el rodaje. Trabajar con Eterio Ortega, los cámara y la productora fue interesante y agradable.

 

 

Eterio, ¿qué no has podido meter en la película que te hubiera gustado?
Rodé una excavación arqueológica en los dólmenes de Antequera con Leonardo García Sanjuan, un investigador de la Universidad de Sevilla, donde encontraron restos cerámicos con muestras de vino impregnados del Neolítico, hace 6500 años. Toda la teoría de que el vino llegaba a la península a través de los fenicios se rompe totalmente. Esta historia es increíble y también daría para hacer otra película, pero como no se pudo, hay bonitas historias que se quedan fuera, incluso después de rodarlas

Eterio, creo que vives en Málaga desde hace tiempo… ¿Qué otros temas, cultura, artes, gastronomía… o momentos de la historia de Málaga te gustaria echarle el guante?
Sí, actualmente resido en Málaga. Llevo viviendo aquí bastante tiempo. La verdad es que Málaga ofrece una riqueza cultural y una variedad de temas que son fascinantes para explorar en un documental. Personalmente, he trabajado en varios proyectos que abordan diferentes aspectos de la historia y la vida en Málaga. Por ejemplo, he realizado documentales sobre “Los Gálvez de Macharaviaya: Bernardo de Gálvez, un legado vivo”, que explora el papel de España y de este hombre en la independencia de Los Estados Unidos , así como sobre la inmigración malagueña y andaluza a Hawái en 1907 en “Pasaje a Hawái”. Es interesante destacar que muchos de estos inmigrantes eran viticultores que se vieron afectados por la filoxera. También he abordado la historia del “Caminito del Rey”. En resumen, hay una gran cantidad de historias fascinantes en Málaga que merecen ser contadas, y estoy siempre atento para descubrir nuevas perspectivas y enfoques interesantes.

Y por ultimo Eterio, ¿Harás más documentales de vino en un futuro o de otro tipo?
Por supuesto que haré más documentales, es mi trabajo. Ya estoy preparando uno que me gustaría empezar a rodar este año. ¿Documentales de vino? No lo sé. La verdad es que me encanta el tema, siempre es muy divertido trabajar en la naturaleza, con gente apasionada que hace vino, poder seguir aprendiendo y catando vinos.

 

 

 

 

Al tener la oportunidad también de charlar con Javier Krauel nos tomamos la libertad de preguntarle específicamente sobre la historia de su familia con el vino y otros temas malagueños.

Javier hablanos de la familia Krauel y su relación con el vino, vuestra historia….
Krauel es una familia malagueña de origen alemán que, como muchas otras (Gross, Scholtz, Pries, etc…), emigraron a nuestra ciudad durante el siglo XVIII y principios del siglo XIX para comerciar con vinos de nuestra tierra habida cuenta de la importancia de los Vinos de Málaga en aquella época. Hay que recordar que durante el siglo XVIII Málaga fue el principal centro de producción y exportación de vinos de España con el norte de Europa. Existen registros oficiales del puerto de Hamburgo donde se puede verificar que, a lo largo de todo el siglo XVIII, el 65% de los vinos importados allí desde España provenían de Málaga, ello frente a un 21% de Canarias, un 7% de Cádiz y un 3% de Canarias. Un escritor alemán de la época llamado Johann K. Riesbeck escribió a comienzos de la década de 1780 que “los hamburgueses solo beben vino de Málaga”.
Sucede además que Krauel era una de esas familias que, desde su ciudad natal, Rostock, y antes de venir, ya comerciaban con vinos de Málaga. Y fíjate que curioso que la empresa de la familia en Alemania se llamaba “Vinos del Sol”. Siempre he querido pensar que esa denominación se hizo en referencia a nuestros vinos.
Pues bien, parece que, en el marco de esas relaciones comerciales, un antepasado, Carlos J. Krauel Petersen, vino a Málaga a finales del siglo XVIII para tratar con su agente, un tal Dreyer -también de origen alemán- y se casó con la cuñada de éste llamada Ana O`Brenan, de origen irlandés.
A partir de aquí, Krauel Petersen, funda en 1803 una empresa dedicada al comercio de vinos de Málaga que tenía sede en la calle Eslava. En el año 1870, su nieto traslada la bodega a la calle, ya desaparecida, Esquilache. La bodega estuvo allí hasta su cierre en los años 70 del siglo XX.
Durante todos esos años, y seis generaciones, Krauel se dedicó a la elaboración, crianza y exportación de vinos de Málaga, principalmente en los mercados del norte de Europa.

 

 

¿Por que crees que te elige Eterio para el documental? 
Jose Manuel Moreno Ferreiro le contó a Eterio una anécdota que me ocurrió con Stefan, cuando todavía no lo conocía. Resulta que participé -a través de un familiar que vive en Lucerna- en una subasta de vinos que organizaba un portal suizo donde salía un lote de seis botellas de Krauel del año 1944. Por cierta descoordinación la perdimos y me quedé sin las botellas y con un mal rato.
Esto mismo se lo conté a Jose Manuel en tono de “mira qué mala suerte lo que me ha pasado” y meses después me llamó diciéndome que, casualidades de la vida, estaba reunido en Málaga con un amigo suizo que había comprado las botellas y que no era otro que Stefan Perselli.
Esta historia le gustó a Eterio y quiso que participara en el documental a raíz de esta conexión con Stefan y también con mi relación, en cierta medida, con los Vinos de Málaga.
Te diré que Stefan me regaló una de esas botellas y otra nos la bebimos junto a Jose Manuel y Eterio en una tarde memorable.

Has recuperado el vermut que hacian tus familiares en Italia en el siglo XX. Cuentanos un poco de ello y de paso de la recuperación de las bogedas Krauel, tu pasión por el vino, etc…
Por el momento lo que hemos recuperado es la marca y la venta de nuestro vermut. Recuperar la bodega es algo mas complejo que requerirá cierto tiempo u otra generación [risas]. Y ese proceso de recuperación empezó desde que tengo memoria pues siempre me había parecido fascinante la historia del Vino de Málaga que escuchaba de pequeño en casa de familiares como en la de mi tío Ignacio Krauel.
Al final, todo esto, hizo que comenzara a recopilar toda la documentación posible sobre la antigua bodega. En una de estas, mi tío Carlos Krauel me regaló los formularios de vinos que datan de finales del siglo XIX y principios del XX; actualmente cedidos al Museo del Vino de Málaga.  Y en una de esas libretas, concretamente la del año 1892, aparecía una fórmula para la elaboración de vermut empleando vinos tradicionales de Málaga secos y dulces de Pedro Ximénez y Moscatel así como unas esencias de una casa comercial de Turín que todavía existe.

 

 

Entramos en un tema muy complejo que es imposible hablarlo ya no en una sola pregunta, si no que necesitaríamos horas y horas de debate… pero comentémoslo al menos Javier. ¿Qué piensas de la Málaga actual? bueno, tampoco es tan actual…. Nos referimos al ritmo de la ciudad y su costa en general, la cual se siente claramente como algo poco sostenible en muchos aspectos….
Dicen que nunca llueve a gusto de todos aunque en nuestro caso creo que todos estaríamos encantados que lo hiciera. Creo que si preguntaras eso de qué piensas de la Málaga actual (capital) a mediados de los 90 seguramente muchos responderían que le da pena el estado ruinoso del centro de Málaga, que los turistas lleguen en barco y les espere un autobús para irse a Granada o a Sevilla, la falta de museos, cultura, ocio, hoteles, empresas, la falta de infraestructuras, inversión, etc…
Lo que hay hoy creo que es lo que se demandaba hace 25/30 años.  Hubo un proyecto tutelado por políticos, empresarios, periodistas y refrendado por la sociedad en general. Y lo hicieron. Entiendo que esto ha pasado en muy pocas ciudades. A algunos le gustará más y a otros menos pero es irrefutable que la ciudad ha cambiado en muchos aspectos a mejor. En cualquier caso, no podemos negar que también ha traído consigo problemas propios de lo que se ahora se llama la gentrificación  y turistificación; y que quizás el crecimiento de la ciudad no ha ido de la mano con la mejora de infraestructuras, creación de zonas verdes, o la construcción de viviendas y consiguiente falta de oferta lo que, junto a otros factores, ha provocado esa subida de precios inasumible tanto para compra como para alquiler. Hay que mantener el espíritu crítico que hizo que se empezaran a mejorar las cosas en el pasado para solucionar los problemas del presente de cara al futuro.

 

Stefan y Javier

 

¿Crees que va a haber una vuelta a lo rural, al contrario que pasó en las décadas del siglo XX y del XIX? Te lo comentamos debido a lo realmente caro que se está poniendo Málaga para vivir para muchos malagueños. Desde siempre el viaje fue de ida y vuelta, malagueños que se fueron a pueblos que luego se han convertido en ciudades dormitorios y malagueños de pueblo que se mudan a la capital… Pero la subida de estos últimos años es bastante notable….
Si no hay oferta de vivienda seguirán subiendo los precios y la única vuelta a lo rural será tan solo para vivir en determinados pueblos del interior pero como “ciudades dormitorio” o desarrollar otro tipo de profesiones pero alejadas de actividades propias del mundo rural.  Allí también subirán los precios.

¿El vino en malaga volverá a ser lo que era? El de los montes en la termino municipal de la capital me refiero… (no hablo de Antequera, Ronda…). Seguramente no lo será como lo fue hace siglos, pero me refiero a que se aproveche mas la tierra en ese sentido y algo tan sano como la vid pues pueda la gente hacer algo con cariño, calidad y sostenible… 
En Málaga llegamos a tener 113.000 hectáreas de viñedo. Actualmente tenemos unas 2000 por lo que, en términos de volumen de producción, no creo que sea posible esa vuelta al pasado. Pero sí en reconocimiento por la calidad de nuestros vinos. Es una realidad ya, muchas bodegas elaboran vinos excelentes y están presentes en todo el mundo. Tenemos todo para ello.

 

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