Quienes conocemos a José Manuel Rojas sabemos que es un ser que no produce indiferencia. Con menos de 45 años ha asumido tantos roles que no podríamos encasillar su vida cultural en una sola entradilla. Ahora se nos presenta como escritor con ‘Misantropía efímera’. En esta breve obra salen a relucir las luces y las sombras de una persona simplemente indescriptible.

Tras amenazar durante muchos años por las redes, por fin publicas libro  

Más que amenazar, lo que he ido haciendo es soltar muestras de ‘Misantropía efímera’ de un tiempo hasta ahora. Al principio me preocupaba mucho la aprobación de la gente pero finalmente decidí que iba a publicar más allá de opiniones y censuras. Los textos que lo componen empezaron a escribirse en 2013. Puedes imaginarte que diez años en la vida de una persona puede dar para mucho. De hecho cuando me puse a hacer una selección de ellos, solamente me quedé con una cuarta parte de los mismos.  En Mayo ya estaba todo listo pero por problemas familiares el libro no ha visto la luz hasta ahora.

En el título te vemos totalmente reflejado

No quiero sonar pedante pero es que cada vez estoy más cómodo rodeado de la gente cercana a la que aprecio y alejado del resto. De hecho me cuesta la vida abrirme a conocer a otras personas. Creo que cada vez el ser humano es más estúpido, más irritable y menos solidario. La mala educación y los malos modos reinan en la sociedad. Eso me da mucho asco. Mis amigos dicen que soy un viejo en toda regla (Risas) Por ahí va parte del título. Sin embargo lo efímero viene dado por lo que me encanta estar con los míos, por lo que valoro lo que hacen y lo que me dan o me dejan de dar. Soy un ser social dentro de mis fronteras.

Nos llama la atención mucho el formato de los textos

Siempre digo que son estados de Facebook un poco más desarrollados. Los que me conocen saben que he vivido mucho tiempo enfadado en esa red, metido en mil peleas. Un día decidí relajarme y llevarme mis reflexiones al folio con la condición de no excederme nunca de las veinte líneas. Ese es el formato. Me encuentro muy cómodo en él y ya estoy trabajando en nuevos textos a pesar que mi editora y correctora Cristina M Valseca me esté tirando  para que camine hacia la novela

Lo explícito de ‘Misantropía efímera’, ¿no es un arma de doble filo?

Como te he dicho antes, yo he sido mi única censura. Hablo de drogas y sentimientos con la misma sinceridad. Antes de finalizarlo se lo dejé leer a mi mujer y me dijo que si quería sacarlo, adelante. Lo hubiese hecho igualmente, pero quería saber si había algo que le molestase. En la criba igualmente también he eliminado muchas burradas, pero no por el contenido, sino porque no cuadraban con los textos seleccionados.

¿La autoedición siempre fue tu opción?

No me he planteado llamar a ninguna editorial. Mis amigos de STAF y de TheborderlineMusic me han ayudado con la maquetación y la promoción. He sacado únicamente 100 copias. Si es necesario haré algunas más pero no creo que lo sea. Ya me he acostumbrado a jugar en la liga de los malditos (Risas)

¿La liga de los malditos?

Siempre he tenido la sensación de que todo lo que he hecho ha sido menospreciado por el mero hecho de que he sido yo el que lo ha hecho.  Tanto en el periodismo como en la música.  En los veinte años que pasé en Granada tuve rachas en las que fui un auténtico gilipollas. Puede que yo mismo me haya ganado a pulso esa “causa-efecto”. Sin embargo a día de hoy lo que me preocupa es hacer mejores canciones día a día y sentirme más satisfecho con mis textos.  Lo que me la sigue pelando es caer mejor al firmamento de la cultura indie y aún más viviendo tan lejos de ella.

Al leerlo creemos que el odio gana por goleada al amor en su día a día ¿Es así?

No creo que gane el odio al amor por mi voluntad. Yo intento describir lo que veo y lo que siento, con algo de imaginación, pero siempre desde el prisma de la realidad. Pon un telediario, escucha las conversaciones en los bares, para a abrir los ojos y analizar una escena de tu día a día. Yo digo que es mi defecto de formación sociológica, pero estos ejercicios los puede hacer cualquiera. Solamente hay que tener tiempo y un punto de cotilla. Una vez hecho que se plantee lo del odio y el amor.

Tras su primera publicación ¿Habrá continuidad en su obra? 

Quiero que la haya. Tengo ya mucho material archivado pero no me pongo de acuerdo conmigo mismo en lo que quiero hacer. Antes de escribir canciones yo me aventuré en la poesía. También hay por ahí unas páginas que podría dar inicio a una novela, pero se le ven demasiado las costuras de referentes míos como Mañas, Loriga o Francisco Daniel Medina. Contar batallitas de la generación x a mi edad y sin su talento puede aburrir a los muertos.

Más allá de lo literario ¿Qué tal la vida por Sevilla? ¿Te vas a establecer definitivamente allí?

Yo vivo en un pueblo a unos 10 km de Sevilla que se llama Palomares del Río. Me casé en 2019 y desde verano de 2021 tenemos nuestra casa allí. Me costó mucho sacar a Elena del centro de la capital pero creo que los dos lo agradecemos. De hecho yo a ella le tengo que dar gracias por existir. En redes la llamo la subjefa pero en realidad es la compañera perfecta  que ha dado equilibrio a mi vida. Sin ella, yo creo que estaría bastante mal. Espero poder devolverle, de una u otra manera, lo que recibo.

En cuanto al destino definitivo, Palomares está muy cerca de nuestro trabajo. Vivimos allí de manera casi anónima y no hay ni un ruido. Sin embargo tenemos muy claro que queremos jubilarnos en Sanlúcar de Barrameda. De allí es mi suegro y allí me casé .Soy un enamorado de la manzanilla y el tiempo me está dando muy buenas personas de ese rincón de Andalucía. Además os sorprenderíais de la escena musical de la zona.

Y eso, en lo musical, ¿en qué andas metido? Vemos por sus redes sociales que tus gustos musicales han cambiado

Cambiar no han cambiado, pero llegó un momento en la pandemia en que tuve que dejar de escuchar metal y música extrema  a diario. Trabajaba desde casa con mucha presión y se me hacía insoportable con esos sonidos.  Por una rendija se colaron Quique González y Bruce Springsteen  sumándose a mi admirado Nacho Vegas. Desde ahí pase a centrarme en la “americana” y el country. Son estilos que van a día de hoy con mi realidad. Todo más calmado y pausado. Realmente tengo pocas ganas de gritar y protestar como no sea en un papel. Siento que he perdido mucha energía y esfuerzo en eso.

Pero a la pregunta, ahora mismo hemos aparcado por un tiempo a Rojas Monis y los herederos de Sisifo. En esta banda todos tenemos proyectos paralelos y este final de año está siendo trepidante. En mi caso estoy trabajando con Juano Azagra (All la Glory, Chencho Fernández, Dani Llamas) en una serie de singles donde el produce y musica. Es un tipo al que siempre he admirado mucho y seguro que pueden salir cosas llamativas. De la misma manera voy a hacer algunas actuaciones con mi amigo Ángel Fe Garrido y dar un poco de vida a Chicos Drama, otra formación junto a Dan Barrow donde cogemos temas prestados . Como puedes ver no me aburro.