Teahupo’o, Rincón, Puerto Escondido, Pipeline, Jeffrey´s… La lista de las olas mejores del planeta puede ser tan larga o presentar tantas variaciones como surfistas hay en el mundo, pero ninguna estaría completa sin incluir la izquierda vizcaína de Mundaka.
Los surfistas nos pasamos el día soñando y hablando de olas paradisiacas, remotas, como si nuestros santos lugares, nuestros santuarios como surfistas, nuestras mecas (aquellos lugares sin los que no puedes morir sin surfear primero) estuviesen de forma imperativa a miles de kilómetros, como si nuestro sino como surferos de este país con cientos de kilómetros de costa fuese únicamente los surfaris, los jetlags y las escalas en megalíticas terminales aéreas. Pero nuestra país alberga también lugares míticos, emblemáticos, auténticos tótems de la comunidad surfera, que son capaces de provocar un efecto llamada tan poderoso, que al igual que nosotros estamos dispuestos a irnos a miles de kilómetros para surfear con lycra y bañador, cristalinos tubos sobre rompientes de coral, hay quien está dispuesto a hacer el camino contrario para surfear, con neopreno, escarpines y guantes, un tesoro que está en nuestras costas. Este es el caso del australiano Craig Sage, que un buen día, a principio de los ochenta, conoció la potente y larga izquierda de Mundaka y sintió que había conocido el lugar perfecto donde vivir. Casi cuarenta años después, este nómada del surf ha decidido escribir ‘Mundaka surf to live’, una crónica en la que relata su particular idilio con la ola que le hizo hacerse sedentario. Una profunda y exhaustiva labor de documentación que recopila, como nunca hasta ahora, numeroso material gráfico, testimonios e historias vinculados a la izquierda probablemente más famosa de Europa.
Tal y como reza una breve sinopsis del libro “la historia de la mejor y más famosa ola de Europa va estrechamente unida a la llegada de surfistas foráneos, algunos de los cuales se quedaron a vivir para siempre”. Sin ir más lejos, su propio autor montó hace más de treinta años la mítica tienda Mundaka Surf Shop, que nutrió de material técnico a los surfistas de la época y permitió el despegue de practicantes en una época preinternet y pre-euro en el que conseguir tablas, trajes, etc. no era nada fácil y casi siempre conllevaba una visita a la vecina Francia, con el quebranto económico (por el viaje y el cambio de divisas) que esto conllevaba.
La contribución de Craig al desarrollo del surfing de la zona no quedó ahí, pues siempre ha tenido un papel muy activo, tal y como recuerda Javier Amézaga, que ha sido el editor de este ‘Mundaka surf to live’. “Craig fue el primer (y único) socorrista del puerto de Mundaka, participó activamente en la creación de la Federación Vasca de Surf, estableció Mundaka Surf Shop y ha sido durante muchos años el distribuidor para España de la marca Billabong. Tiene muchos y muy buenos contactos a nivel internacional. Colaboró en la edición de los primeros campeonatos de surf en Mundaka, organizó los primeros Pro-Am y su mayor logro fue conseguir traer a Mundaka una prueba del World Tour”, sentencia el autor de ‘Surfing The Basque Country’ cuya experiencia a la hora de elaborar este título ha resultado clave para este nuevo libro sobre Mundaka.
Javier, entonces… ¿Craig era la figura idónea para realizar este libro?
(Sin dudarlo) Sí, por supuesto. Craig es el personaje clave porque representa mejor que nadie a los extranjeros que se asentaban en Mundaka durante largas temporadas para surfear la ola; acabó casándose con una lugareña y se quedó a vivir, estableció el negocio de surf más importante en el pueblo. Ha llevado la distribución de la marca Billabong para toda España desde allí y ha sido la persona que consiguió traer una prueba del campeonato del mundo a Mundaka. Craig es sinónimo de Mundaka. Hay que tener en cuenta que cuando llegó Craig, los surfistas locales en la barra eran de Sopelana, Bilbao, Bakio o Zarautz; no estaban realmente integrados en el pueblo. Llegaban, surfeaban y se marchaban. Sin embargo los extranjeros pasaban largas temporadas residiendo en la localidad.
¿Cómo surgió el proyecto de hacer un libro centrado exclusivamente en Mundaka?
La idea me la propuso Craig hace año y medio, aproximadamente. Por entonces, yo estaba inmerso en la edición de mi libro ‘Surfing The Basque Country’ y decidimos posponerlo hasta después de que yo terminase el trabajo. Tras su publicación, y animados por el éxito que tuvo, Craig volvió a contactarme y empezamos a trabajar en el proyecto. La verdad es que yo le veía mucho sentido, porque Mundaka es un lugar muy especial, es la ola más emblemática de nuestra costa y el tema daba para mucho, así que tras unas conversaciones le propuse a Craig una estructura y un sistema de trabajo y nos pusimos manos a la obra.
¿Cómo ha sido la labor de documentación de material gráfico, vivencias, testimonios?
Yo tenía la experiencia de mi trabajo anterior, así que me resultó más fácil de organizar. Mi sistema de trabajo fue similar, contactar con la gente clave y empezar a recopilar material. Además, Craig controla a mucha gente y ha conseguido gran cantidad de material, de hecho lo que más me ha costado ha sido seleccionar las fotos imprescindibles entre tanto material. Aunque no estoy especialmente ligado a la ola de Mundaka, yo ya surfeaba allí antes de la llegada de Craig, y tenía una idea bastante clara sobre la historia de esta ola. Y también conocía personalmente a algunos de los pioneros. Pero mi idea era la de relatar lo que significa Mundaka más allá del surf, los personajes que han forjado la historia de Mundaka y su relación con el mar, grandes navegantes, marinos, pescadores, piratas… Y la influencia de los extranjeros en este lugar, vikingos primero, y posteriormente australianos, ingleses y americanos en busca de la ola perfecta. Y en este punto tengo que agradecer especialmente el apoyo que me ha prestado el escritor e historiador Edorta Jiménez, que me ha evitado meteduras de pata mayores, ya que la historia y las leyendas se mezclan en el tiempo con anécdotas inventadas o irreales.
Como surfista de la zona, fotógrafo, responsable de contenidos de una revista de surf durante treinta años, ¿te ha sorprendido algún material gráfico o historia por inédito o inesperado?
Hay un par de historias interesantes, como la relación de Hemingway en el asunto, la historia de la isla de Izaro, o la leyenda sobre la aparición y asentamiento de los vikingos en Urdaibai. Pero tal vez lo que más me ha sorprendido es la ausencia de material gráfico y la escasez de testimonios de surfistas en la década de los sesenta y primeros setenta; de hecho me fue mucho más fácil encontrar material de esa época de otros lugares como Zarautz o Sopelana.
Craig Wilken y amigos, 1979
¿Estamos ante un libro biográfico de Craig o se trata más de la historia de la barra de Mundaka en los últimos treinta años?
Las dos cosas. Craig nos relata sus vivencias en varios capítulos, pero el libro va más allá. Como he comentado antes, abarca la historia marinera de Mundaka, describe el área de Urdaibai, la isla de Izaro, la importancia del cuidado de los arenales, la belleza del entorno, las experiencias de los mejores surfistas del mundo que han surfeado la barra, las mejores sesiones de los últimos años…
Hablas de la importancia del cuidado de los arenales… ¿Crees que a pesar de estar en pleno siglo XXI y del gran desarrollo del surfing todavía no somos plenamente conscientes de la importancia de Mundaka en el surf mundial? ¿Algunas veces los surfistas no miramos más hacia fuera, Teahupo’o, Jeffrey’s Bay, Pipeline… Y obviamos que tenemos en nuestras costas una de las siete maravillas del mundo surferas?
Hasta no hace mucho tiempo, nosotros pensábamos que las mejores olas había que buscarlas lejos de aquí, mientras veíamos que los surfistas llegaban de los rincones más lejanos del mundo para surfear nuestra ola. En realidad, han sido los surfistas extranjeros los que nos han hecho ser conscientes de la importancia de Mundaka a nivel internacional, y después, desde la llegada del campeonato del mundo, ya nadie pone en duda la calidad excepcional de la ola.
Craig Sec
El tema de extracción de arena siempre ha sido muy controvertido. ¿Se ha aprendido algo, en este sentido, del pasado de lo que no se debe volver a hacer? ¿Opinas que el libro puede ayudar a la protección de este spot quizá con una figura legal más efectiva que permita preservarla para futuras generaciones?
De la misma forma que a los surfistas nos ha costado valorar la ola de Mundaka en su justa medida, las autoridades tampoco han sabido comprender su importancia, hasta que tras el dragado de 2004 se dieron cuenta que poner en riesgo la ola suponía un daño importantísimo a la imagen del País Vasco a nivel internacional y un golpe muy directo a la economía local de la zona. Afortunadamente, se han dado cuenta y en este momento la ola está blindada, y los dragados se hacen bajo un control estricto para que no afecten a la calidad de la ola. El libro es solo un paso más en este proceso de reconocimiento de la ola.
Igual que Pipeline tiene a Gerry López, ¿quién o quiénes se pueden considerar míster Mundaka?
En justicia creo que se lo debemos adjudicar a Alfonso Fernández. Durante más de una década ha sido el surfista que mejor ha surfeado la ola, y así lo reconocen algunos de los mejores surfistas del mundo que han surfeado Mundaka y han coincidido con él en el agua, lo cual no era difícil ya que no se perdía un solo swell.
¿Qué papel ha tenido Mundaka en el desarrollo del surfing en el País Vasco?
Importantísimo, ya que es la ola más reconocida internacionalmente de toda Europa. Cualquier surfista del lugar más lejano del globo ha oído hablar de Mundaka.
¿Volverá a tener una prueba de la WSL?
No lo creo, porque el escaso margen de tiempo que permite buenas condiciones durante la marea baja, y la necesidad de un swell considerable para que haya un tamaño mínimo, dificulta enormemente la celebración de un campeonato regular del circuito mundial. Sin embargo, no sería extraño ver la celebración de un campeonato con un formato diferente, bajo el paraguas de la WSL.
Vuelva o no a albergar una prueba del antiguo circuito mundial de surf, Mundaka, con su inconfundible silueta, formada por su iglesia, su puerto y su izquierda tubera es un patrimonio que merece ser preservado por todos y para todos, especialmente para las generaciones futuras.
Ficha técnica:
Título: Mundaka Surf to Live
Formato: Tapa dura, cubierta en tela y sobrecubiertas.
Páginas: 208 págs
ISBN: 979-84-697-7355-0
Depósito Legal: BI-1741-2017
Fecha de publicación: diciembre 2017
Autor: Craig Sage
Diseño: John Philip Sage / www.johnphilipsage.com
Editorial: Surfing Challenge sl
Precio: 45€
Idiomas: Español / Inglés / Euskera
Tamaño: Gran formato, 230mm (ancho) x 295mm (alto)
Solicitud de ejemplares: www.surfing.eus/mundaka
Raul Dourdil, Mundaka 1969