Cada obra de Rubén Sánchez es inconfundible por su estilo, fácilmente identificable y a la vez sorprendente y en constante evolución. Su uso del color y las formas no dejan indiferente a nadie. En el mundo del patín su obra es muy conocida por colaboraciones con numerosas marcas (ALAI, enjoy, colorismo, etc.), pero donde sus personajes mas llaman la atención es en los muros de cualquier ciudad.
Comenzó su actividad artística en la calle donde también se cruzó el patín en su vida, aunque para el no ha sido determinante en su manera de crear “Desde muy joven he estado relacionado con actividades cercanas o relacionadas con el arte, cómo el grafitti, el diseño, la música o la ilustración. Patinar siempre ha sido una cosa aparte, pero que siempre ha estado ahí. En algunos momentos se han tocado, cuando he trabajado para Alai Skateboards por ejemplo y otras compañías o cuando he pintado alguna rampa por ahí, siempre como proyecto personal. Pero no encasillaría mi trabajo como skate-art, por que es que no se ni lo que significa”.
De hecho sus obras están últimamente desmarcándose del típico street art para ir mas allá a través del uso de nuevas técnicas de creación y es justo ahí donde encuentra más similitudes entre la actividad artística y el patinar. “Mi actividad consiste en pintar cosas. Me gusta pintar muros derruidos, cosas en desuso, abandonadas o maderas viejas. Si estoy en la calle uso spray y rotuladores. Si estoy en el estudio, normalmente uso acrílicos y tiro de bricomanía mucho también: taladros, sierras, lijas, etc. Que yo patine no significa que vincule mi arte con el skate, pero sí encuentro una relación en que cuando patinas siempre vas buscando spots, viendo como transformar un banco o una escultura extraña en un spot patinable y esto mismo hago cuando pinto, intento transformar un muro viejo o unas maderas pochas en un carácter o una idea llena de color. Es buscar la cara B de las cosas, en eso se basa mucho mi trabajo”. A pesar de cambiar su constante evolución en cuanto a soportes y técnicas esto no quiere decir que se agarre a cualquier proyecto extravagante que se le encarge “ahora estoy trabajando con unos huesos de camello muerto que me encontré en el desierto, he pintado a mi novia en bolas para hacer el cartel de mi expo el año pasado, para mi expo en Dubai dentro de un mes habrán unas cuantas obras con materiales que no sueles ver en galerías”.
“Encargos he tenido de todo, me han ofrecido pintar cosas e historias muy raras, pero por norma general no los acepto. En plan “píntame a mi y a mi mujer en un carrousel, que es como nos conocimos”. Venga sí, mañana empiezo”.
Como todo artista callejero su inspiración suele surgir de la observación de cosas cotidianas “Depende de el momento, el lugar y cómo este anímicamente. Cada día se recibe mucha información, a veces no sabes de donde te viene la inspiración pero tienes un concepto claro de lo que quieres hacer. Intento trabajar ligado a un hilo conductor, a un statement. A medida que este va cambiando, el trabajo también lo hará.” De ahí que siempre esté preparado para atrapar esa inspiración y canalizarla. “Intento tener papel y boli siempre a mano, en cada lado de la cama tengo una libreta y lápices, en mi bolsillo siempre hay un boli y un trozo de papel por que nunca sabes cuando te va a llegar una idea y normalmente llegan cuando menos te lo esperas o cuando estas a punto de quedarte dormido. Una vez que tienes la idea, pues pensar cómo la quieres dar forma y a funcionar. A veces es al revés, te encuentras algo en la calle o en algún sitio y piensas en la idea después en base a sus formas”.
Y todo esto responde a una necesidad que en él parte del interior , eso es lo que le incita a sus creaciones “Quedarme tranquilo, conseguir plasmar una idea inicial en algo tangible. Satisfacción personal, que no siempre ocurre. Lo que venga después bienvenido sea”.
Después de llevar muchos años viviendo en Barcelona lejos de su Madrid natal, este último año lo ha pasado en Dubai gracias a un programa de promoción artística en el país árabe donde su vida ha cambiado ligeramente. Siempre ha compaginado su arte y e patín con muchas actividades, sin embargo ahora “No mucho aquí, llevo un año pintando sobre todo y patinando cuando apetece, pero esa era la idea. A veces voy a explorar las zonas oscuras de la ciudad o ciudades cercanas, en España sí hago muchas más cosas normalmente”.
En cuanto a su futuro inmediato parece que no tiene intención de parar de crear “Pues ahora a tope con la expo en Dubai con motivo del final de mi residencia aquí, después tengo cosas pendientes aquí que quiero hacer con Tashkeel, la organización que me ha traido, así que espero volver pronto. Para principios de año espero visitar NYC para unos proyectos chulos y lo que vaya saliendo. Mi arte evolucionará según lo haga yo, si me quedo estancado, si no viajo, si no aprendo, si no vivo, mi arte se quedará parado también”.
Desde luego en lo que estamos de acuerdo con el es en la definición de su obra: “Muy maja”.
Podéis seguir la obra de Rubén en:
www.iamrubensanchez.com
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