A veces pasa que te quedas un rato frente a una fotografía barajando la posibilidad de que en realidad se trate de una pintura, y eso es exactamente lo que ocurre con las fotos de Trent. Literalmente son trazos de pincel lo que forman muchas de sus instantáneas de colores más propios de técnicas pictóricas como el pastel o el carboncillo. A parte del color y de la luz este australiano domina a la perfección el encuadre y el espacio negativo.
Me llamo Trent Mitchell, me dedico a la fotografía fija, al diseño y a la publicación de libros. Vivo en Australia y amo esto. Estoy en STAF porque quieren buenas fotografías artísticas del océano.
Durante mis clases de arte en el colegio tuve que hacer fotos que documentaran mi teoría para un proyecto artístico. El profesor me contó todo acerca de los diferentes tipos de película y los diferentes colores después de que yo le explicara que en mis fotos los colores salían mal. Lo que me contó me pareció muy interesante y a pesar de que no comencé a centrarme en este aspecto hasta unos años después, es algo que ya nunca olvidaré. La curiosidad por los tecnicismos me hizo interesarme por la luz y el color que podía ver pero aun no podía capturar.
Mi trabajo personal podría ser descrito como interpretaciones puras y emotivas del mar.
Simplemente intento mostrar los sentimientos que me provoca lo que hay frente a mí a través de la forma de comunicación audiovisual que mejor se adapte a la circunstancia. El único propósito de mis fotos no es otro que el de ejecutar una idea. Simplemente hago esto como forma de meditación y liberación creativa. Las imágenes quizás cambien el mundo a través de procesos de documentación. Podemos aprender reflexionando sobre sucesos pasados y solo entonces seguir hacia delante, pero no creo que el trabajo que hago ahora pueda cambiar el mundo.
Diría que nunca he tenido ideas extravagantes, de hecho son muy simples. Me suelo inclinar más por la simplicidad. El proyecto creativo más extravagante en el que me he embarcado puede que fuera el de meter todas mis imágenes en un mismo libro.
Lo mejor de Gold Coast son sus acantilados. Son los mejores porque sus olas son también las mejores. South Stradbroke Island por un lado y Kirra por otro son dos playas de categoría a nivel mundial, junto con las actividades que tienen lugar allí. Lo peor es Surfers Paradise. Nunca vayas allí para surfear, no es un paraíso, es más bien un engaño publicitario así que no te lo creas.
Cuento la verdad. Pienso en fotografía a todas horas, es lo que vivo y lo que respiro. Quiero llegar a ser lo mejor que pueda así que doy todo lo mejor de mí para lograrlo. La motivación me llega cíclicamente y por el momento estoy motivado para empezar un nuevo trabajo: mis libros de edición especial. Quiero involucrar a personas y ver cómo conectan con el mar. Me mantengo en forma y entreno porque es muy importante tener altos niveles de energía para mantener la moral alta y las ideas frescas. Esto sirve para todo en la vida y más aun para la creatividad.
En realidad no sigo ningún método, simplemente hago las cosas en su momento y dando el máximo. Suena simple y algo infantil pero, ¿qué más puede hacer uno? Si se trata de montar una sesión, el momento ideal sería al anochecer o al alba. Hasta ahora no me ha gustado el resultado con sol directo.
Estamos acabando con el mundo entero a cambio de unas monedas. No estoy seguro de lo que ocurrirá después. Es un concepto que está basado en números, y los números ni si quiera existen, nosotros los hemos creado. Así que estamos luchamos por vivir a cambio de algo que no existe, que es ficticio y que encima destruye el mundo. Autodestrucción allá vamos.
Mi 2013 esta aun sin planificar. Quiero comenzar con el proyecto personal más complejo que he hecho hasta ahora. Me siento en el momento de mayor motivación e inspiración para probar nuevas cosas y publicar más trabajo.
Espero trabajar en más campañas con mis clientes favoritos, conocer gente nueva, nuevas experiencias y madurar en mi trabajo.
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