La jornada del sábado también estuvo marcada por los fuertes vientos. La gran yurta, lugar destinado para las actividades programadas dentro del Welness Area, fue el refugio para muchxs asistentes, que pudieron participar en clases de yoga, baños de sonido y variadas charlas sobre neurociencia, astrología y talleres y ceremonias enfocados al conocimiento del cuerpo y el cultivo de la salud.
A su vez, la música en directo fue la protagonista en el Lake Stage. Las personas allí reunidas bailaban con hermosas vistas al lago e incluso caballos paseaban tranquilamente por la pista de baile, recibiendo las caricias y sonrisas de un público entusiasmado por el ambiente natural que le rodeaba.
Ya en la tarde, la big band Hypnotic Brass Ensemble, quienes semanas más tarde se subirían al escenario con Gorillaz en el Primavera Sound, animaron al público de Wakana con un conciertazo enérgico, lleno de ritmos que pasaban por el hip hop, el funk o el jazz.
Ya en la noche, la música con apuestas más electrónicas, continuó en el escenario principal y en el bosque. Calabasa ofreció, en el Forest Stage, un set bailable, divertido y elegante que hizo vibrar al público allí reunido. Rampue en el Main Stage, fue uno de los aclamados de la noche, con una sesión cargada de ambient music, electro y tecno con tinte berlinés. Aunque, por supuesto, también hay que destacar la actuación de Miguel Payda, quien se marcó un b2b con sus colegas Aeragram y Jesse Trinidad, que conquistó al público de Wakana con una sesión envolvente como él acostumbra. Seguidamente, estrenando el escenario de la palapa y recibiendo al amanecer, llegó el artista multidisciplinar Mister Piro ,con una sesión caracterizada por el afrobeat donde invitó al público a participar en su set con diferentes instrumentos de percusión.