Es un placer entrevistar a una banda que antepone la música a todo lo demás (lo cual en un mundo normal sería lo que cabría esperar al menos en el 99% de los casos) y que tiene muy claro lo que quiere y que, para más inri, siendo conscientes de cuáles son sus principales virtudes como grupo, tampoco ignoran sus limitaciones alguna de las cuales consiguen incluso convertir en una ventaja: como, por ejemplo, el hecho de no dedicarse a esto profesionalmente lo cual interprentan como algo saludable. Llevan en activo desde 1996 y no han perdido el tiempo en nada que no tenga que ver con la esencia de tocar en una banda de rock que debe ser primordialmente pasarlo bien haciendo buenas canciones. En palabras del propio grupo: ‘Si no hay canciones, discos y conciertos, no hay nada que notificar a los seguidores. Hablar de cosas que no tienen que ver con el grupo, o vender el solomillo antes de haber matado al buey, no es nuestro estilo’.

Contadnos algo acerca del proceso de gestación del nuevo disco. ¿Ha habido cambios en la forma de trabajar o de componer con relación a los álbunes precedentes?
No, nuestra forma de trabajar sigue siendo la misma. Funciona y no creemos que sea necesario cambiarla. Todo surge a partir de una idea individual, de un boceto más o menos elaborado que alguien aporta. Ese borrador se trabaja en común y cada uno de nosotros aporta su visión del tema. La suma de individualidades del grupo hace que el resultado final sea rico en matices y siempre superior a la idea inicial.

¿Cuáles son los planes que tenéis a corto plazo?
Por ahora, presentar el disco y salir a tocar por ahí todo lo que podamos.

¿Con qué banda coétanea –nacional o internacional- os gustaría compartir cartel?
¡Buf!, internacionales…muchas. No sabríamos decirte ahora mismo una en concreto. Y nacionales, con aquellas que siempre han estado con nosotros hombro con hombro: las bandas locales Hollers, Hairy Nipples, Tupelo Bound…Tocar con amigos no es comparable a ninguna cosa.

¿A qué os dedicáis además de a hacer música?
Bueno, no nos dedicamos a esto profesionalmente, así que cada uno tiene su trabajo para ganarse la vida y pagar las deudas. Quizás esta falta de compromiso laboral con la música es la que hace que todavía estemos ilusionados en sacar esto para adelante. Blackberry Clouds SL no habrían tenido mucho recorrido.

Estáis dando sobradas muestras de que lo vuestro es la carrera de fondo y el trabajo constante. Si la memoria no me falla, empezastéis allá por el año 1996. Ahora que algunas bandas duran tan poco como algunas parejas, ¿cuál es vuestro secreto para mantener una formación unida durante tantos años?
Lo comentábamos más arriba, por encima de todo somos amigos. Tenemos altibajos, pero siempre acabamos saliendo adelante. La amistad y el amateurismo de la banda es lo que hace que sigamos juntos. Todavía lo pasamos muy bien ensayando y haciendo canciones, y supongo que mientras eso dure, continuaremos.

Si alguna banda tiene autoridad para hablar de la escena malagueña esos soys vosotros, porque habéis pasado por muchas etapas. ¿Está el panorama ahora mejor que hace algunos años? ¿Qué creéis que habría que cambiar o mejorar para que las bandas locales –que han demostrado sobradamente que les sobra el talento- pudieran tener más proyección fuera, estar presentes en más festivales, etcétera
Desde 1996 hasta ahora, no hemos notado un cambio significativo en cuanto a la calidad musical, siempre ha sido buena. Y en cuanto a lo que sería necesario para que Málaga tuviera más presencia a nivel nacional, es que fuera más pujante a nivel económico y demográfico. Las ciudades que más grupos han aportado siempre han sido Madrid, y después, Barcelona. No creemos que sea sólo cuestión de talento. La periferia va dando grupos puntuales pero sin continuidad. En Málaga somos muy dados a hablar mal de nosotros mismos, pero el artista español que más discos ha vendido y más premios de la música ha ganado en estos últimos cuatro años es malagueño. Y a un nivel más underground, el grupo en activo que puede presumir de tener el currículum más impresionante es Airbag (sin contar los grupos de Madrid y Barcelona, claro).

En general, qué preferís: el estudio o el directo.
Hay división de opiniones. Algunos de nosotros prefieren la energía del directo y el sudor del escenario. Otros prefieren el trabajo de estudio, la elaboración de los temas y su producción. Unos compensamos a otros y se equilibra la balanza.

¿Qué importancia creéis que poseen las letras en la música? ¿Creéis en el poder reivindicativo de una letra?
Creemos que las letras deben contar historias y tener cierta elaboración, pero por encima de todo, siempre estará la música. La letra es un ingrediente más de la canción, no el principal. La reivindicación y la denuncia nos parecen opciones válidas para los que quieran profundizar en el mensaje de sus canciones. A nosotros, por ahora, nos interesa más ahondar en el poder de los instrumentos.

Como Blackberry Clouds habéis vivido ya historias suficientes como para escribir un libro. ¿Podríais contarnos la experiencia más grata que habéis tenido con la banda y la más desagradable?
Las más gratas siempre están relacionadas con el proceso de elaboración y grabación, con el directo y con la gente que te rodea en esas circunstancias (ensayos, grabaciones, viajes en furgoneta, grupos que tocan con nosotros, juergas post-concierto, etc.). Las desagradables suelen estar vinculadas con la ruptura de algún miembro de la banda. Son pequeños terremotos que desestabilizan momentáneamente a los Clouds, pero hasta ahora, siempre hemos conseguido salir airosos.

Tengo la impresión de que sois una banda de rock tradicional en el sentido de que os focalizáis en componer buenas canciones, grabarlas y tocarlas en directo. No percibo que os enfoquéis en grandes camapañas de márketing ni que estéis todo el rato tratando de publicitaros a través de las redes sociales. ¿Es ésa vuestra manera de entender la música y creéis que lo contrario le está restando autenticidad o frescura al panorama musical?
Como te dijimos antes, no somos profesionales. Eso nos da mucha libertad a la hora de afrontar estos aspectos. Tampoco somos tíos muy figurantes de la escena y no nos gusta dar la vara cuando no tenemos nada que ofrecer…ya sabes, ese tipo de cosas como colgar en las redes que canción guay has escuchado esta mañana o qué corte de pelo te has hecho. Los aspectos personales son eso, personales. Si no hay canciones, discos y conciertos, no hay nada que notificar a los seguidores. Hablar de cosas que no tienen que ver con el grupo, o vender el solomillo antes de haber matado al buey, no es nuestro estilo. Preferimos centrarnos en hacer canciones y conciertos, y cuando tengamos algo que ofrecer, lo diremos.

¿Cómo ha surgido la relación con Clifford Records?
Nuestros colegas y compañeros de sello Hairy Nipples ya estaban con Clifford y decidimos enviar al sello una demo del disco. Laureano, director del sello, la escuchó, contactó con nosotros y nos dijo “esto hay que sacarlo, ¡vamos!”. Él nos seguía la pista desde Dry Wind, así que no dudó. Todo el asunto de la edición ha ido muy rodado. Es un placer hacer cosas con gente como la de Clifford.

Y ya para finalizar, cómo surge ese título tan poético y sugerente: Blood on her boots, files on his wounds.
Bueno, sólo es una pirueta para intentar recoger la obra completa en el título. Son dos frases de las letras de la primera y última canción. Uniéndolas se conseguía una imagen muy adecuada para definir el contenido del disco

Gracias.
De nada, ha sido un placer. ¡Un abrazo de los Clouds!