Tercer disco para el sello Constellation del saxofonista canadiense, pero primero concebido prácticamente en solitario al completo. Además de sus saxos barítono y bajo, utiliza sintetizadores modulares, pedaleras de bajos controladas con los pies, samplers y los sonidos que emite su propio pulso.

No necesita así los aclamados invitados que aparecieron en sus dos discos anteriores, para entregarnos 6 extensas piezas a lo largo de 45 minutos en una especie de trabajo conceptual que tiene unas breves ‘Intro’ y ‘Outro’ para entrar en materia y para despedir el espectral, atmosférico y muy experimental viaje. Es importante, eso sí, la ayuda del ingeniero de sonido Radwan Moumneh (Suuns, Jerusalem In My Heart, Matana Roberts). Es fácil acordarse en algún momento del disco de paisanos arriesgados como Godspeed You! Black Emperor, pero también del kraut-rock, los Tangerine Dream y hasta de los mismísimos Pink Floyd. Tenemos esos aires a los de Roger Waters de mediados de los 70 en los sintetizadores y los ambientes electrónicos de ‘Unwinding Surrender’. Más planeadores e ideales para el viaje en los casi 8 minutos de ‘Velocity Of Being’. Leves vientos y mullidos teclados electrónicos en la extensa ‘Blossoming Hope’ que Cierra la cara A.

Sus saxos dominan en ‘Humility Of Pain’, un tema reposado y tenemos más electróonica y sonidos de bandas sonoras en ‘Everything Is Waiting For You’. Para degustar poco a poco pues estamos ante un disco cargado de interesantes matices y experimentos.

Constellation / Everlasting Records