¿Es Motorpsycho la mejor banda europea? El mero planteamiento de esta cuestión ya es, de por si, bastante significativo puesto que Motorpsycho no es un grupo demasiado conocido dentro de nuestras fronteras. Antes de que los más entendidos vengan corriendo hacia mi con sus antorchas y sus hoces para darme caza, dejadme puntualizar que no he dicho que no se les conozca en absoluto, aunque se trata de una banda que la gente tarda un poco en descubrir. Pero da igual el camino que sigas para encontrarlos, puedes venir del rock más progresivo, del jazz más incendiario, del pop más edulcorado o, incluso, del stoner más irreverente, pero ellos siempre están ahí como el descubrimiento musical de toda una vida. Con más de 20 años de carrera, sus discos siempre desafiantes y un directo que deja sin palabras a diferentes generaciones de seguidores hacen de estos noruegos uno de los secretos (a voces) mejor guardados de la historia musical europea. Próximamente visitarán nuestro país para presentar su último trabajo, titulado The Death Defying Unicorn, un álbum preciosista desarrollado conjuntamente con el reputado teclista de jazz Staale Storløkken y con la Trondheim Jazz Orchestra, que pasó de ser una colaboración puntual para el Molde International Jazz Festival de 2010 a convertirse en uno de los más firmes candidatos a disco del año. Desde aquí recomendamos a todos los aficionados a la música que vayan a estos conciertos y que, en caso de no conocer a esta espectacular banda, se acerquen por primera vez a su propuesta. Para convencernos, hemos hablado con ellos sobre su última entrega discográfica y la inminente gira.
Vuestro ultimo álbum se titula The Death Defying Unicorn y es como una rock-opera, con una orquestra de jazz y una sección de cuerda. ¿Cómo empezó, realmente, este proyecto tan ambicioso?
Este disco fue concebido como una colaboración entre Motorpsycho y Staale Storløkken para el Molde Jazz Festival 2010. Compusimos una gran cantidad de música y empezamos a tocarla con la Trondheim Jazz Orchestra y su sección de cuerda, con el mago del violín Ola Kvernberg al frente. Aquel primer acercamiento era una versión básica y rudimentaria de Unicorn. Luego nos pasamos un año más componiendo, editando y dando forma a esa cantidad de música para que tuviera una coherencia narrativa y, al final, se convirtió en la versión grabada del álbum.
El título del disco es muy sugerente. ¿De dónde surgió la idea y el concepto?
La canción Eagles’ Son de The Pretty Things tiene un verso que dice “death he wears an uniform”, que para nosotros sonaba como DDU.
¿Tenéis planeado llevar la orquestra y la sección de cuerda en los próximos conciertos?
Actualmente estamos de gira presentando el álbum con Storløkken interpretando los arreglos orquestales en su teclado. Eso supone un reto enorme y es muy divertido.
¿Hay algún concepto o tema que convierta este proyecto en un álbum conceptual?
Es la historia de un hombre que se ve obligado a emprender un viaje a través del mar y que tiene un final desastroso. Se expone a situaciones extremas…
¿Cómo conseguisteis reunir a todos estos músicos tan respetados y cómo fueron las sesiones de grabación del disco? ¿Alguna anécdota destacada?
Nos llevó mucho tiempo planearlo todo, tanto a nivel logístico como económico. Las pistas esenciales las grabamos con la banda en directo en los estudios Propeller de Oslo. Después seguimos haciendo sesiones de “oberdubs” en la misma ciudad y se nos unió Trondheim con los metales y las cuerdas. La mezcla final la hicimos en septiembre del 2011. El simple hecho de estar junto a Ståle Storløkken mientras dirigía la orquestra fue una experiencia increíble. Recuerdo todos aquellos días de interminable derroche musical y la diversión tan intensa que supuso. Realmente, todo giraba en torno a la música.
¿Os gustaría interpretar este álbum en escenarios que no son habituales para bandas de rock? Estoy pensando en teatros, óperas o, incluso, festivales de jazz…
¡Por supuesto! Actualmente estamos preparando dos conciertos especiales en la Norwegian Operahouse de Oslo para el mes de noviembre de este año. Incluiremos una sección de metales, una de cuerda y el apoyo visual del artista Pekka Stokke. ¡Será increíble!
Después de más de 20 años de carrera y tantos álbumes editados, ¿cómo lográis que cada nuevo lanzamiento siga siendo sorprendente?
Siempre estamos componiendo material, así que supongo que es cuestión de mantener el viejo hábito de ir improvisando cosas en el estudio con los riffs que van saliendo sobre la marcha. Y, de vez en cuando, surge una colaboración que nos inspira.
Ofreceréis cuatro conciertos en España. ¿Qué pueden esperar vuestros fans de esta gira?
La afrontaremos en la formación de power-trio, puesto que Storløkken no puede acompañarnos en las fechas españolas. Por supuesto que tocaremos algunos temas de Unicorn… y por lo que se refiere al resto, será un poco de rock cósmico y triposo.
El diseño de la portada de The Death Defying Unicorn ha sido obra de Thore Hansen, un artista famoso por sus ilustraciones para libros infantiles. ¿Por qué decidisteis trabajar con él? ¿Qué os gusta de su universo visual? Parece que el concepto es imitar los libretos típicos de las óperas…
Se trata de un artista muy importante en Noruega desde los años 70. Cuando tuve la oportunidad de hablar con él me di cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Su trabajo está repleto de esa visión ensoñadora de los niños, que tanto puede ser dulce como aterradora. Ésta es nuestra primera colaboración y esperemos que no sea la última.
El arte de vuestras portadas siempre es muy elaborado. ¿Os involucráis mucho en el proceso creativo o dejáis que los artistas sean libres? ¿Con qué diseñadores habéis trabajado a lo largo de los años?
Desde la década de los 90 colaboramos con Kim Hiorthoi. Es un artista al que le puedes dar pistas de lo que te gustaría que hiciera, pero al final siempre acaba haciendo algo muy personal. Es lo mismo que ha sucedido con Hansen, puesto que teníamos una idea muy definida y él nos ofreció algo mejor…
Por curiosidad, ¿estáis recopilando material para un Roadworks vol. 5?
Tenemos unas 1000 horas de grabaciones en directo, pero de momento nadie tiene tiempo de hacer una selección. Normalmente grabamos cada concierto en el 24 pistas digital de nuestra unidad móvil.
Ahora estáis muy centrados en Motorpshycho, pero ¿en qué otros proyectos estáis involucrados?
Este año yo tocaré con BOL, la banda de Staale Storløkken, y hemos terminado de grabar un álbum precioso. También iré de gira con Susanna Wallumroed, pero este año estará dedicado, sobre todo, a Motorpsycho.
Para finalizar la entrevista, me gustaría hacerte una pregunta personal. Mi tema favorito de Motorpsycho es Vortex Surfer. ¿Es cierto que una emisora de radio noruega dijo que era la mejor canción del siglo XX y la pinchó durante 24 horas seguidas?
Sí, era una competición en la radio nacional y nuestros fans protagonizaron un “golpe de estado” para que ganáramos. La votaron como la canción del milenio y la pusieron durante 24 horas sin pausa. Superamos el Final Countdown de Europe. ¡Imagina lo que habría sido escuchar esa canción durante 24 horas!
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