Uno de los amigos, y ocasional colaborador, de esta humilde casa, Pablo Macías, ha realizado hace poco un viaje a Marruecos. Durante su viaje ha vivido en sus propias carnes la hospitalidad y la calidez de la gente que habita esta azotada región del mundo y, al mismo tiempo, ha vivido una de esas experiencias musicales que cambian la vida. Os dejamos que el mismo os lo cuente con sus propias palabras.
“En nuestro periplo por Marruecos llegamos a un pequeño pueblo en la frontera del Sahara y por esas cosas del azar y de la energía topamos con la gente adecuada. Se nos cruzó en nuestro camino un fan de Tinariwen (nuestra bso del coche), y compartiendo un delicioso tajín de cordero con él nos contó que se llamaba Khalifa y tocaba en una banda, los maravillosos locales Génération Taragalte. Toda una institución en su pueblo, hijos del desierto y fieles defensores de su identidad. La cosa quedó ahí, pero ya les mostramos nuestro interés por grabar su música. Tras una noche en el desierto volvimos cansados al lugar de Sable Ibrahim, pero Mohamed y Said estaban esperándonos con los instrumentos preparados. Así es la espontaneidad africana. Tras una primera toma de contacto, donde rodamos un acústico entre las palmeras, nos invitaron a su casa, donde compartimos dátiles y té y sin saber muy bien cómo ya estábamos grabando auténtico blues del desierto”.