Earth es una constante natural en el ecosistema del metal. Como sus hermanos de Melvins, Earth perdura en su propia órbita, traspasando las llamas de escuelas como el Grunge o estilos como el drone. Las idas y venidas de sus músicos no son síntoma de fractura, sino de hermanamiento y del fuerte núcleo familiar que representa Dylan Carlson en la escena, acompañado desde 2001 por la batería Adrianne Davies.
Cinco años después de Primitive and Deadly, Earth presenta Full Upon Her Burning Lips (Sargent House, 2019), un poema de vibración instrumental en diez partes, aposentado, crudo y rugoso, como crecen algunas raíces fuera de la tierra.
Lo sencillo es hablar de estructuras de free jazz en la batería y de los colores del blues y el folk, encarnecidos hasta la llaga, en la gruesa electricidad de la guitarra de Carlson. Pero Full Upon Her Burning Lips es tan inteligente como emocionalmente temerario. Cada nota es una expresión sin dudas, rotunda. Ejecutada con la seguridad no solo de la experiencia, sino de la claridad con la que expresa su propia personalidad. Una desnudez áspera pero sin desgarros. El tempo de cada tema equilibra el espacio justo entre los músicos, su sonido, y el propio vacío que los envuelve. Transmite la textura sonora de la paciencia, ensambla un cuerpo de eco por encima del mantra rítmico de cada tema.
Además de la poderosa imagen visual de sus títulos (Datura´s Crimson Veils, Exaltation of Larks, She Rides an Air of Malevolence, A Wretched Country of Dusk…), cada tema pose una fuerza hipnótica que más que sugerir la interpretación, te aporta ensoñaciones y paisajes personales de sutil movimiento, donde adentrarse y perderse.
Full Upon Her Burning Lips, tan bello como peligroso (9).