Estamos ante el debut de un joven cuarteto australiano sin un líder muy definido, aunque la guitarrista, Sarah Hardiman tiene un puesto muy alto, sin duda. En muy poco tiempo con su old school punk, pero que tiene destellos de toda la historia del género, han conseguido fichar por el prestigioso sello Sub Pop. Eso es ya una garantía de que la banda merece la pena oírse.
Comienzan de manera agresiva, con percusión marcial y sólidas guitarras en “The whip” y aumentan la dosis de violencia y agresividad con guitarras desquiciadas y auténtica rabia al cantar en “Newness again”. Saltan al noise punk para cerrar la cara A con “Eyes closed” de nuevo con una voz muy punk y enrabietada llena de agresividad como la de Johnny Rotten. Cuando la voz solista la toma Sarah, como sucede en “Sex witch”, recuerdan un poco a los Sonic Youth con Kim Gordon cantando. Además muestran algo más de calma en sus inquietas guitarras. Ese aire a los neoyorquinos también estalla en su salvaje instrumental de más de 6 minutos como “Dead air” y sus incandescentes guitarras. Antes “On” es un buen single y videoclip y después, también tenemos la relativa calma y una gran melodía para acabar con “Calypso”. Un final mágico que te deja muchas ganas de volver a pinchar la aguja sobre el disco, que por supuesto cuenta con la habitual y buena presentación de Sub Pop / Everlasting Records. (8,5)

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