Con una pistola de tinta bien cargada y una piel en sus manos, este joven tatuador malagueño puede hacer virguerías. Desde tatuajes innovadores a aquellos inspirados en la vieja escuela o el tatuaje clásico, Skaisee cuida en cada uno de sus dibujos los volúmenes, la perspectiva, el brillo o las sombras.

Entre sus trabajos destacan los retratos, con un resultado impresionante, por su gran realismo y expresividad, que en algún caso podrían confundirse con una fotografía.

Sus líneas están perfectamente marcadas y hay poco margen de error en los proyectos de este artista, que ha hecho varias exposiciones y ha participado en diferentes proyectos.

En esta entrevista nos cuenta cómo comenzó a hacer lo que más le apasiona, tatuar, y a lo que, por suerte, se dedica para ganarse la vida. 

¿Cuándo te empezó a llamar la atención el mundo del tatuaje? Háblanos de tu trayectoria.
Es una larga historia, me llamaba la atención el arte desde muy joven y alrededor de la mayoría de edad, entre la curiosidad que tenía por el mundo del tatuaje y unos empujones que me dio un tatuador del pueblo donde vivía en aquel tiempo, empecé a plantearlo, luego llegaron las primeras máquinas, los primeros pequeños destrozos a la vez que estudiaba bellas artes en Granada y hasta hoy día, que me dedico plenamente a este oficio.

¿Hay opciones en Málaga para alguien que quiera formarse en esto? 
Es tan complicado como aprender un oficio, las únicas opciones formativas oficiales serían la de los cursos higiénico sanitarios necesarios para ejercer legalmente como tatuador. Y a veces se puede encontrar estudios donde busquen aprendices que tengan verdaderas ganas de dedicarse profesionalmente a esto.

¿Quién fue la primera persona que te sirvió de lienzo?
Tras varios intentos no muy fructuosos, podría decir que la que primera persona que se dejó usar para que lo tatuara fue un compañero de Facultad; además, fue bastante curiosa esa historia, porque de los 5 que estábamos en esa habitación aquel día, 4 somos tatuadores a día de hoy.

¿Cómo ha evolucionado tu manera de tatuar desde que empezaste? 
Aparte de la evolución natural de la técnica que cualquier tatuador tendría, lo más destacable fue cuando descubrí el color y el tatuaje tradicional.

Se te dan muy bien los rostros y cuerpos femeninos. ¿Qué motivos son tus preferidos para dibujar? 
Siempre me ha atraído mucho el retrato femenino, fotografías antiguas, fotogramas de películas o personajes interesantes de la historia.

Este especial está dedicado a Málaga. ¿Has creado algún tatuaje que haga referencia a la ciudad? 
No.

Algunos de tus dibujos son hiperrealistas. ¿Qué es más complicado para ti hacer algo realista o más libre? 
En realidad depende sobre todo de lo que quiera el cliente plasmar, pero quizás algo libre es más complicado, puesto que tengo que bucear un poco más para llegar hasta el diseño que más encaje con la idea que tiene la persona que va a tatuarse.

¿Qué prefieres, que el cliente te diga exactamente lo que quiere o que te dé libertad para hacer lo que te apetezca?
Depende mucho de la idea que tenga el cliente, pero siempre es preferible que dándome libertad o dándome exactamente la idea lleguemos a un punto común.

¿Cuál es el mayor reto que te han propuesto?
Estar todos los días al pie del cañón ya supone un reto bastante grande, así que intento implicarme para que cada pieza sea un reto que pueda solventar con éxito.

¿Y el trabajo del que estás más orgulloso?
Quizás del tatuaje que de momento está en la lista de mis favoritos por la diversión y la comodidad a la hora de trabajar fue el retrato de la enfermera de la segunda guerra mundial, abuela del cliente, que no sólo tenía una bonita historia, si no que también me quedé muy contento con el trabajo.

¿Qué proceso creativo que sigues?
Una vez recibida la idea del cliente, a veces dibujo y diseño desde cero y otra trabajo con imágenes y fotografías para crear las composiciones.

Hoy en día son muchos los artistas que han decidido introducirse en el mundo del tatuaje, ya que hay bastante demanda. ¿Crees que es una buena opción para vivir del arte?
Es una buena opción como cualquier otro oficio.

¿Cómo ves la ciudad dentro de unos años? Algunos la comparan con Barcelona, donde hay muchos tatuadores buenos.
Puede ser, pero, en mi opinión, todavía le quedan unos años para que se convierta en una ciudad comparable a Barcelona, ya no sólo a nivel artístico, si no a nivel social y cultural.

¿Crees que han ayudado las administraciones públicas malagueñas a la efervescencia cultural existente?
Es posible, aunque todo necesita asentarse.

Como artista, ¿qué opinas de la llamada ‘burbuja cultural’?
Me parece bien siempre y cuando no desvaloricen lo que realmente importa, que es el arte.

Todos los creadores habéis puesto vuestro granito de arena. ¿De qué manera has contribuido al desarrollo cultural malagueño?
Intentando estar informado y participando en  proyectos culturales como MAUS y distintas exposiciones.

¿Qué artistas (incluido malagueños) te han influenciado?
Tendría mil nombre de personas a las que nombrar pero quizás diría que los que más han influenciado mi trabajo han sido Emmanuel Lafont, Pablo Caro, Erik Pal, Rafa Mir y su proceso creativo, Darko 1981, Fernando Sarria y Elias molto, Toño Inser y mi gente de Coruña, Melcom Cabansag, Damian Corbacho, Laura Wätcher, Cristóbal López, Paula López y, por supuesto, todos los tatuadores de Málaga, de los cuales se aprende siempre en cada momento.

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