“Me llaman Rita, además de muchas otras cosas”. Habrá muchas Ritas, pero como Rita ninguna. Sólo de escucharle hablar una se da cuenta. Pero es observando sus pinturas como realmente se percibe la intensa personalidad que destila esta mujer. Sus influencias tienen raíces sólidas, ancladas en lo más interno de su ser . “Con un pie en el Norte y otro en el Sur, parte de mi infancia la pasé rodeada de adultos creativos y artistas”.
Empezó a pintar cosas muy chiquititas en libretas pequeñas, “hasta que hace 9 años una persona me sacó la fuerza, otra me dio los materiales y me puse a pintar”.
Ahora os traemos una muestra de esta talentosa artista autodidacta que es pura inspiración e imaginación. “Pinto automáticamente, me gustan los seres vivos y la naturaleza. Cómo nos relacionamos nunca me deja de sorprender…Creo que en eso me inspiro, no lo sé, lo importante para mí es que me inspire el dibujo o pintura terminada para seguir trabajando”.
Rita afirma que no hay en ella más pretensiones en pintar más allá que el ejercicio personal. “Un ejercicio vital, que cuando lo compartes y otros lo disfrutan, por pintar algo en la vida”. Rita es mucha Rita y tiene aún mucho que mostrarnos.