David Burgos es un joven fotógrafo malagueño que se encontró con esta desde muy joven: “Desde muy pequeño me he visto rodeado de cámaras y fotografías por familiares cercanos. Durante mis viajes de estudio llevaba conmigo cámaras de usar y tirar, y esas ganas por inmortalizar momentos hacían que me durasen muy poco en mis manos. Pero no es hasta mi independencia económica cuando decidí invertir en una cámara. A partir de entonces, cuando por fin la tenía, mi vida y todas las decisiones que tomé giraron en torno al amor que siento por la fotografía”. La fotografía es desde luego una forma de situarse en la vida y de interpretarla: “Es la forma que tiene la vida de devolverme al ahora y expresarme al mundo con total transparencia cuando todo encaja en el momento perfecto, olvidando así todo tiempo, y espacio.”
Respecto a influencias, está abierto a cualquier estilo que pueda enriquecer su trabajo fotografico y sobre todo a a los fotógrafas de mágnum y su nuevo documentalismo: “Estoy muy conectado con fotógrafos de cualquier estilo, ya que todos pueden aportarme algo nuevo a mi forma de ver el mundo. Aunque bien es cierto que me inspiran mucho los fotógrafos de bodas (tanto los artísticos, como los documentales), fotógrafos de cualquier deporte, y hoy más que nunca todos los fotógrafos de la agencia magnum.”
Y respecto al futuro pretende seguir creciendo como fotógrafo y disfrutando con lo que hace. “No tengo una meta establecida, aunque sí tengo claro que quiero ser un fotógrafo feliz. Por el momento la vida me sorprende documentando en bodas y eventos de danza. Y con esto estoy tremendamente satisfecho. Pero cada día me pregunto: ¿Cómo me sorprenderá hoy la fotografía?”.
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