Y de repente llega Colt J. Bowden. Y vuelven la pintura y el olor a septiembre. Y las ideas dejan de ser intangibles. Se tocan. Se respiran.
El pincel acaricia el lienzo y lo marca con una infinita autopista de mil carriles por los que Colt se desliza como un niño en bici la primera noche de verano. Y cierras los ojos, ahora te toca deslizarte a ti. Un, dos, siete pasos hacia atrás. Y los abres, contemplas el todo de su obra. Estas en 1850. California se declara estado de los EEUU, a ti no te importa porque el viento sopla y te mece el pelo. Y respiras.
¡Hola! Mi nombre es Colt J. Bowden, soy diseñador gráfico y me dedico a la ilustración, la pintura y el lettering. Actualmente resido en Brea, un pequeño pueblo soleado del sur de California donde tienen su hogar James Craig, Austyn Gillette y Danny Garcia, unos de los mejores skaters del mundo. El skate es muy importante para mí, de hecho, al comprarme mi primera tabla en 1995 establecí el punto de partida que marcaría definitoriamente mi vida a partir de entonces. La tabla fue una Andrew Reynolds first pro y no sé dónde estaría hoy día si no hubiera comenzado a patinar.
Mi área de trabajo está en constante evolución, por lo que cada año que pasa aprendo cosas nuevas. De hecho, siempre encuentro algo que me obsesiona en cada nuevo paso que doy, por lo que voy avanzando poco a poco a través de pequeños detalles que me apasionan. No obstante, siempre he luchado y lucho por mantener el aspecto artesanal de mis trabajos, en parte es como los realizo, de modo que me gusta que ese “aire handmade” se respire en todo momento.
En América el arte es una materia más que nos inculcan en la escuela desde que somos muy pequeños, supongo que yo me quedé atrapado en ello por cómo soy y por mi familia, ya que mi hermana es pintora y mi familia es bastante creativa en general. Cuando comencé a patinar el arte era algo esencial, una parte más de esa cultura. Hace unos siete años fui lo suficientemente afortunado como para ir de tour junto a Ed Templeton y éste se convirtió en una de mis grandes influencias, tiene mucho que ver con que me marcara tanto el arte y la creatividad.
Me fascina la estética folk americana que va del 1700 al 1900, ese periodo de tiempo es bastante inspirador y lo tengo muy presente cuando trabajo. Aún así, no compararía jamás mi obra con los trabajos de esa época, lo mío lo considero algo creativo igualmente, pero más raro y diferente. Como punto de partida en mi inspiración tengo casi siempre en cuenta las fotografías que tomo de todas las cosas que veo en las carreteras por las que paso en mis viajes. Sólo he viajado por los Estados Unidos, pero he estado en 43 de los 50 estados, por lo que he recorrido más estados de los que cualquier persona normal haya podido visitar. EEUU es un país joven pero con una historia muy rica, cosa que valoro muchísimo. Me encanta echar un vistazo al pasado y ver cómo hace mucho tiempo artistas y artesanos lejanos desarrollaron técnicas que aún usamos hoy día. Siempre que reflexiono sobre esto me doy cuenta de todo lo que puedo llegar a conseguir a través de lo que ellos crearon y del conocimiento al que tengo la suerte de poder acceder con un par de clicks en Internet. El tema del pan de oro sobre vidrio, por ejemplo, es una locura. Una vez tuve que trabajar con ello y, a pesar de ser de las cosas más fuera de lo común que he hecho nunca, fue bastante curioso. Conocí un pegamento que se astilla y aprendí cómo grabar con ácido. Estas dos técnicas han sido precisamente las que me han proporcionado mayor juego a la hora de crear una marca personal en mi trabajo, se pueden obtener resultados únicos y muy llamativos. Bueno, y también tomo inspiración de cosas más actuales. Escucho bastante Belle & Sebastian, podría estar escuchándolo todos los días a todas horas, nunca tengo suficiente de este grupo. ¡Ah! Y me encanta el trabajo de lettering que hace Caitlyn Galloway en New Bohemia Signs y también admiro mucho la obra de Margeret Kilgallen. Las chicas suelen tener un sentido de lo que queda bien mucho mejor del que tienen la mayoría de los hombres.
A menudo se diferencia demasiado entre arte para museos y arte callejero. Personalmente, me gustaría ver más publicidad de guerrilla callejera, más paisajes pintados por las paredes y más grabados en los museos. No se trata de disgregar, sino de mezclar disciplinas. Al menos así lo veo yo. En cuanto a los graffitis, si están chulos, ¡dejadlos en las calles! Si no lo están, escondedlos en los museos para que no tengamos que verlos.
Stereo Skateboards · Stereo Classics by Colt Bowden
www.coltbowden.com