Conocí a Borja hace ya unos cuantos años, quince o así yo creo (como pasa el tiempo). Yo solía patinar en la cancha de baloncesto al lado de su casa con cajones y otras chapuzas hechas por nosotros y al vernos allí rápidamente se enganchó al patín. Recuerdo perfectamente aquellos flips tan pegados que se volvían peligrosos.. tras romperse los tobillos varias veces abandonó la cancha de básquet y fue entonces cuando conocí su faceta como artista. Resultó que llevaba toda la vida dibujando y yo no lo sabía. Al conocer su obra me quedé gratamente sorprendido y con los años su evolución me ha sorprendido aún más. Su pasión por las tipografías y esos personajes polvorientos le dan una gran personalidad. La verdad es que es un tipo con una gran personalidad.

Desde aquella época en que nos conocimos pasando largas tardes en la calle ya se dio cuenta de que lo suyo no iban a ser los estudios: “Yo como mi amigo Matías quería ser arquitecto, pero no quería estudiar, alguien me hizo saber que eso era imposible, él va a ser un gran arquitecto”.

“Empecé a dibujar como todos los niños para dejar tranquilo un rato a mis padres y ya no levanté la cabeza. Pasé por todas las ramas diversificadas y nuevos programas donde educación juntaba lo mejorcito de cada casa. Después David Rodríguez me enseño que se podía hacer más en serio, esa es mi carrera. aprendí un poco de artes gráficas en el IES virgen de la paloma y los software apropiados por mi cuenta. Después entré en Perfil Creativo un pequeño estudio donde aprendí como es trabajar, gané algunos concursos, comencé a trabajar para casi todo mi pueblo, colaboré con algunas marcas, con algunos arquitectos (casi! jeje..), ahora hasta me llaman de agencias de publicidad poderosas. Estoy contento.”

Y yo desde bien temprano me di cuenta de que era un tipo con un talento y personalidad especiales: “No se definir mi obra, de hecho no me gusta la palabrería adornada con la que algunos artistas definen su trabajo, odio leer un párrafo infumable y no entender a qué se dedica el tipo o tipa. Tampoco me gusta la palabra artista”.

“Espero conseguir que sea mi sustento. Salir de casa. No un reconocimiento excesivo ni parafernalia”.

“Tengo una extraña fijación con la estética estadounidense, en algunas de sus zonas o épocas no sé, me hace gracia. Simplemente es mi interpretación, yo le comentaba a un amigo que me preguntaba, que creo que he vivido allí, que me resulta familiar cuando ni si quiera lo he visitado, él sostiene que estamos muy influenciados por su cine y televisión. Por supuesto me gusta más mi teoría”.

“También me gustan los viejos rótulos y etiquetas de botellas, pero ahora se le llama “Lettering” y lo hace mucha gente, es como esa chica o chico que te mola, pero que se ha acostado con demasiados conocidos. Nadie habla así si no lo es…”

“Creo que he ayudado a la sociedad en cierta medida no acabando algunos diseños para tatuajes que se me han encargado. Me gusta el patín, lo practiqué años hasta romperme las dos piernas en cuestión de meses. También el snowboard donde curiosamente conoces muchos patinadores lisiados y la pesca”.

“Me gusta la naturaleza, las texturas, la madera, el agua, También me documento mucho, consulto imágenes, me gustan algunos objetos, me gusta incluirlos, herramientas. En definitiva salir de casa, ver cosas y pensar un poquito, si no sales del ordenador al final te ves influenciado por otros trabajos o por una tendencia. Me gusta mezclar ilustración digital con trabajo a mano, Siempre lleno la mesa de cientos de cosas y acabo dibujando incómodo pegado al borde”.

“Siempre he querido tener mi propia marca de ropa, me gusta la ropa. Mucha gente ha hecho esto, sé que no es inventar la penicilina, pero siempre lo tuve en la cabeza desde hace años. También estamos montando una pequeña empresa de comunicación y diseño que va a dar mucha guerra me temo”.

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