Hay una serie de circunstancias que convierten a los miembros de La Trinchera en gente un tanto extraña. Para empezar han conseguido convertir su pasión por lo audiovisual en su forma de ganarse el sustento y, mientras que hay otros que no dan un palo al agua, ellos tocan todos los palos: lo mismo te escriben un guión para un cortometraje que te graban un vídeo musical o un spot publicitario. Y, por si fuera poco, son amigos y se llevan bien entre ellos. En fin, que cuando les conoces y te metes de lleno en su trabajo, no sabes si amarlos u odiarlos porque, a la vez que te inspiran, te dan un poco de envidia sana. Y, tal y como suponía, el nombre que han escogido para su proyecto, La Trinchera, no ha sido elegido al azar sino que resume su filosofía: la guerra se gana en las trincheras y una cámara no es una herramienta inocente. Gabo escogió como título del primer volumen de sus memorias Vivir para contarla. Y ellos viven para rodarla.
En vuestra web hacéis mucho hincapié en el hecho de que prestáis un servicio integral de comunicación colaborando con agencias de publicidad, discográficas, televisiones y medios online, elaborando piezas publicitarias, institucionales, corporativas, musicales o ficción. ¿Abarcar todos estos campos es una necesidad derivada de la gran competencia que existe actualmente?
En cierta medida sí, pero también lo hacemos porque creemos que podemos abarcar todos esos campos que has mencionado de manera correcta. Son terrenos que nos interesan y en los que creemos que podemos dar un buen servicio. Somos capaces de tener una idea, elaborar un guión, realizar un spot, editarlo, y mostrárselo al cliente. Podríamos decir que nuestra máxima es que, seas quien seas, nosotros podemos ofrecerte una solución a tus problemas. Pero es cierto que la oferta que hay para centrarte en un servicio concreto es muy limitada con lo cual abrir el abanico nos interesa desde un punto de vista comercial. No podemos olvidar que estamos en Málaga, para lo bueno y para lo malo, y que, por ejemplo, en una ciudad como Madrid o Barcelona, sería más factible volcarte en campos que nos apasionan como la realización de videoclips o de cortometrajes. Y, si tuviésemos que especializarnos en algo, tendríamos el corazón dividido. Unos optaríamos por los videoclips, otros por los documentales, otros por la publicidad. A lo que sí aspiramos es a que La Trinchera se convierta en un negocio que nos reporte el dinero como para tener cubiertas nuestras necesidades básicas y luego poder sufragar otros proyectos que, aunque no sean rentables, nos interesen desde un punto de vista más personal o creativo.
A estas alturas de la película, ¿separáis el trabajo creativo que pueda surgir por iniciativa propia de los encargos que os vienen impuestos desde fuera y con cuyo resultado no os sintáis tan identificados?
Creemos que separar los trabajos más artísticos de los corporativos tampoco es necesario. Creemos que una productora seria tiene que tener la capacidad para aborver todo tipo de trabajos y que cada uno lleve su sello sin que eso mancille su nombre. Aunque sí es cierto que, por ejemplo, ahora estamos haciendo trabajos de cobertura de bodas, etcétera, y eso lo hacemos porque nos da dinero pero nos gustaría mantenerlo separado del nombre de La Trinchera.
Cuánto tiempo lleváis como La Trinchera Estudio. Habladme un poco acerca de los orígenes del proyecto.
Salimos de la carrera y no teníamos muy claro qué rumbo íbamos a tomar cada uno. Tras un tiempo trabajando para otras productoras y televisiones surgió la propuesta externa de hacer un vídeo y el resultado fue muy satisfactorio. Era un spot para Gacma. Y nos contrataron más veces. Luego hicimos un anuncio para la Generación del 27. Era una pieza de vídeo-arte con poemas de autores de la generación del 27. Primero empezamos Pablo y Nani y más tarde se unieron Curro y Willi. Poco a poco vimos la posibilidad de hacer realidad el sueño de tener nuestra propia productora. Todos hicimos nuestro pinitos por separado antes de entrar a formar parte de La Trinchera y, al final, por afinidades y por amistad, terminamos embarcándonos en este proyecto común.
El nombre La Trinchera, en ingeniería militar, alude a una zanja defensiva que permiter disparar a cubierto del enemigo. Se trata de un nombre que posee connotaciones reaccionarias, combativas. ¿Entendéis la cámara como una especie de trinchera detrás de la cual te puedes parapetar para llevar a cabo alguna clase de ataque, de reivindicación o de lucha?
Lo vemos así totalmente. Nos gusta pensar en la cámara como un sitio detrás del cual estás agazapado –y de ahí lo de trinchera- disparando planos. Nos gusta pensar que, desde las trincheras se ganan las batallas, y, al fin y al cabo, estamos hablando de pequeñas batallas a las que nos enfrentamos día a día en equipo. Nos gusta concebir cada trabajo como un reto y una lucha para que, gracias a nuestros vídeos, por ejemplo, un cliente gane más visitas. El nombre de La Trinchera se justifica también, dejando a un lado el mundo específico de las audiovisuales, porque el simple hecho de emprender un negocio ya nos parecía una batalla difícil de ganar. Y, pase lo que pase, haga frío o haga calor, tú sigues ahí metido en la zanja con tu equipo y por ahí van los tiros. En este punto, quisiéramos mencionar la figura de Mateo de Narita Estudio que fue el que nos ideó el logo, ya que él captó esta idea a la perfección e ideó una imagen con la que nos sentimos muy identificados.
rodaje documental Juvensur
¿Dónde se encuentra ubicada vuestra trinchera si es que se puede revelar su ubicación?
Estamos ubicados entre la zona de Calle Mármoles y Nueva Málaga. Estábamos acostumbrados a trabajar cada uno desde casa porque lo cierto es que nuestro trabajo permite eso. Permite que salgas a grabar y que luego cada uno se ponga a editar o hacer la tarea que le corresponda desde su cuarto, basta con que tengas un ordenador y manejes ciertos programas. Pero el tener un local nos sirve para trabajar juntos y que, por tanto, en el proceso haya más diálogo. Por otra parte, desde un plano psicológico, es importante también separar el trabajo de tu vida privada y eso es muy difícil si lo mezclas todo dentro del mismo espacio. Por eso creímos que tener la oficina sería saludable. Y, además, también es muy importante disponer de un espacio puramente corporativo de cara al cliente. Hemos percibido que no es lo mismo citar a alguien en una cafetería o en tu propio domicilio que hacerlo en una oficina. Notamos que la gente te toma más en serio.
Entre los servicios que prestáis tenemos Publicidad, Streaming, Música, Eventos, Fotografía. ¿Cómo se organiza el trabajo de La Trinchera?
Creemos que en este sentido tenemos un problema que también podría ser visto como una virtud, y es que los cuatro tenemos la capacidad para hacer las mismas tareas. Y lo que hacemos es que, según el proyecto, uno u otro asume determinados roles. Pero esos papeles pueden variar en el siguiente proyecto. Aunque es verdad que, dentro de esa dinámica, cada uno tiene unas preferencias que terminan llevando también a que se tenga más destreza en una tarea concreta o en un momento concreto del proceso de producción. Por otra parte, el poder hacer todos de todo, nos permite poder embarcarnos en varios proyectos a la vez y trabajar de manera independiente. Creemos que es una práctica muy habitual hoy día. Antiguamente todo era más rígido y en las productoras normalmente estaban el guionista, el realizador, el director, y por poner un ejemplo, el guionista, no se acercaba a una cámara ni por dinero. Podemos decir que lo nuestro es una división del trabajo a medias.
directos al almacen
¿Habéis recibido alguna ayuda o subvención de tipo institucional?
Ayudas hemos recibido pocas. Casi todo lo hemos hecho a base de esfuerzo y de asumir riesgos a título personal, sin ayudas institucionales ni familiares, todo muy do it yourself. Y, a día de hoy, viendo que las cosas marchan bien, nos sentimos orgullosos de que haya sido así y de que no sintamos que le debamos nada a nadie. Lo que nos abrió mucho las puertas fue un concurso que llegó aquí a Málaga, que se hacía en diferentes ciudades y que tenía una cobertura a nivel internacional. Nosotros ganamos el certamen a nivel local lo cual significaba que tu corto competía fuera. Teniendo en cuenta que teníamos que viajar a Los Ángeles y que íbamos a presentar un producto hecho desde Málaga por gente de Málaga, pues para qué te vamos a engañar, intentamos contar con el apoyo de las instituciones pero al final nos lo tuvimos que costear nosotros pero fue una experiencia muy positiva. Estuvimos doce días y lo más increíble fue conocer a los equipos de rodaje de otros países y ver tu corto proyectado en el mismo lugar donde se celebran los Oscars. Participaban ciento veinte ciudades de todo el mundo así que imagina el encuentro con tantos realizadores con los que compartes inquietudes y la pasión por el cine. Ver trabajos de todo tipo, resultado de la mescolanza de culturas que había allí, fue la hostia. Por ejemplo, nos quedamos alucinados con un western de Dubái. También hay que matizar que estamos hablando de un corto que se hizo expresamente para participar en el concurso y que hicimos con gente que no era exclusivamente de La Trinchera. De hecho lo hicimos bajo el nombre de Los pájaros.
¿Constituíros como empresa, con todo el papeleo y gastos que conlleva, era la única solución posible para dar un salto adelante y poder sobrevivir?
Si quieres crecer como empresa y quieres abarcar cierto tipo de trabajos te tienes que dar de alta y constituirte como empresa. Es decir, puedes cubrir bodas o eventos de tipo familiar durante toda tu vida pero, si quieres estar por ejemplo en un evento como el Starlite, tienes que estar dado de alta. Es un coste pero se hace con la intención de poder abarcar más trabajo. Aunque la verdad es que pagar 200 euros al mes para darte de alta como autónomo cuando tu negocio ni tan siquiera ha arrancado es como pagar un tributo a la mafia. Porque es verdad que se come gran parte de tu beneficio. Y te tienes que matar trabajando para poder hacer frente a esos gastos y que luego te quede dinero como para que seguir con el negocio te compense. Ahora tenemos un asesor porque llega un momento en que se nos escapaba de las manos y no podíamos estar pendientes de todo el papeleo, ten en cuenta que ya somos cuatro personas. Nos guste o no las cosas son así y tienes que amoldarte o te quedas fuera de juego.
Entre vuestra larga y selecta lista de clientes se encuentran Google, Levi´s, Staf, Kromatic Music, Panda Security, Living Indie, Xanit Hospital International, etc. Hasta la fecha, ¿cuál ha sido el encargo más difícil o complejo al que os habéis enfrentado?
Dcode fue un proyecto muy interesante y muy ambicioso y, por eso mismo, un proyecto muy arriesgado en el que asumimos de manera un poco kamikaze una responsabilidad muy grande. En su momento fue un proyecto muy ambicioso porque coincidió con el inicio de un tipo de ejecución que era el streaming y con nuestro propio arranque en este mundo. Lo más complejo de todo lo que hacíamos era darle una cámara al cantante de Love of Lesbian para que él, mientras estaba dando el concierto, hiciera un saludo a los que se estaban conectando en el hangout y a su vez en la pantalla del concierto, lo cual era tan complejo que en Televisión española salió como algo que era la primera vez que se hacía en España. Pero embarcarnos en ese proyecto nos curtió mucho y nos hizo confiar en nosotros como equipo.
Hablemos ahora de los clientes. ¿Acostumbran a tener las ideas claras con respecto a lo que quiere? Supongo que tendréis algunas reglas o algún protocolo en este sentido.
Lo que hacemos siempre es citarlo en la oficina y tratar de llevar su idea a nuestro terreno. El cliente suele llegar con una idea muy clara pero luego nosotros tratamos de darle un abanico de opciones más amplio para que pueda escoger. La gente suele plantearte una serie de sensaciones, por decirlo de alguna forma. Y nosotros le damos las soluciones creativas y visuales para que se consiga el efecto que el cliente busca. Lo mejor es cuando el cliente delega en ti aunque, si no sabe lo que quiere en absoluto, tampoco es bueno. Nosotros le escuchamos para llegar a un resultado satisfactorio para todos. Y, hasta ahora, esta fórmula nos ha dado buenos resultados.
Contadme algo acerca del proyecto paralelo Directos al Almacén. ¿Cómo surge? ¿Tiene vocación de continuidad?
Al principio nos costó empezar, teníamos el espacio, que está justamente debajo de donde tenemos la oficina. Empezamos a experimentar con grupos amigos y luego ya el proyecto amplió sus horizontes. Éste es el proyecto que nos produce una mayor realización en estos momentos, ya que lo hacemos por puro placer y no surge de un encargo. Podemos decir que, con los directos al almacén, contentamos esa parte nuestra que necesita crear por pura curiosidad y para satisfacer ciertas inquietudes al margen de que el trabajo no se traduzca en una recompensa económica. Aunque también lo vemos como un laboratorio de ensayo para poder dedicarnos a ello más en serio en el futuro, cuando nos ganemos una reputación a fuerza de trabajos bien hechos. Es un proyecto que realizamos conjuntamente con amigos como Kraken Sound al sonido, Kromatik Musik en la promoción y Cromatiu en el diseño web y fotofija.
Entre las bandas que habéis filmado EN EL ALMACÉN se encuentran nombres como THE MATTSON 2, MUCHO, PÁJARO, BROKE, BIZNAGA, BLACK PANDA, y un largo etcétera. ¿Cómo se organiza una jornada de grabación de un grupo?
Normalmente se trata de bandas de fuera que vienen con limitaciones de tiempo. La personalidad que tiene este proyecto viene dada por el hecho de que se haga en el marco del almacén, sacando a los músicos de otros contextos más habituales. Lo pasamos bien lo cual contrarrestra el estrés o las complicaciones que puedan surgir durante el rodaje. Nos apasiona la música así que poder trabajar tan de cerca con grupos que nos molan satisface nuestra parte más melómana.
La mayor parte de los trabajos surgen dentro de vuestra propia ciudad. ¿Creéis que sería mejor para La Trinchera tener su base de operaciones en alguna ciudad más cosmopolita y más grande?
A casi todos Málaga nos gusta y queremos vivir aquí con lo cual no nos planteamos ahora si sería mejor trabajar fuera. Intentamos por todos los medios que La Trinchera sea viable en esta ciudad. En otras ciudades hay más trabajo pero también más competencia. Internet también nos permite trabajar con gente de fuera. En Málaga ahora mismo hay suficientes ofertas. Pero no estamos cerrados a nada ni tenemos ninguna limitación geográfica. Sin ir más lejos, en breve nos marchamos a hacer un trabajo a Londres.
Hablemos de redes sociales. ¿Las consideráis un mal necesario? ¿Tenéis delegada esta función en alguien?
Somos conscientes de la importancia que tienen hoy día las redes sociales. Si no estás ahí, no existes. Y es cierto que nos gustaría trabajar más en este aspecto. Cada vez hay más gente especializada en este campo porque hay más herramientas y todo es cada día más complejo. Podemos confesarte que ésta es una de nuestras asignaturas pendientes.
Vosotros que tenéis la mayor parte del tiempo el ojo colocado en el visor y por tanto gozáis de una panorámica privilegiada, ¿cómo veis los cambios que están teniendo lugar en vuestra ciudad en los últimos tiempos? ¿Sois optimistas o pesimistas con respecto al futuro de Málaga?
Creemos que esta burbuja cultural que hay en algún momento estallará pero nos quedamos con lo bueno, que es que hay mucha gente haciendo lo que le apasiona desde hace muchos años y está empezando a poder vivir de ello. Hablamos de gente que ha estado siempre ajeno a lo público y estamos saliendo adelante. Creemos que las instituciones están haciendo suyas cierto tipo de propuestas porque aquí había una gente que, desde lo underground, trabajaba desde hacía años por este tipo de cultura. Y por eso en el SMS traen cierto tipo de grupos o el MAUS apuesta por cierto tipo de arte. Es como si dijéramos que aquí ya había una cantera que ha propiciado eso. En cualquier caso, lo que estamos viviendo ahora en Málaga era impensable y preferimos quedarnos con lo bueno.
En vuestro trabajo supongo que resulta difícil imponerse unos horarios rígidos. ¿Intentáis al menos seguir un determinado horario de trabajo para no volveros locos?
Vemos vital intentar respetar unos horarios. Hay días que, por plazos de entrega, te tienes que tirar veinticuatro horas trabajando. También a veces el proyecto, por su propia naturaleza, exige que te abstraigas más de lo normal y que no salgas de ese universo, pero intentamos tener una disciplina y unas rutinas. Aunque lo quieras o no, y mirándolo desde el punto de vista del cliente, hemos aprendido que lo más importante es siempre cumplir los plazos de entrega.
Contadme algo acerca del Starlite.
En el Starlite Marbella estamos subcontratados. Éste es el segundo año que estamos contratados como operadores de cámara. Es un festival peculiar, no es un festival de música al uso, le dan mucha importancia a la gente famosa que va, tanta como a la gente que actúa. Nos aporta cosas positivas desde un punto de vista profesional, de cara al currículum y de poner en práctica ciertas cosas, la oportunidad de grabar a gente como Lenny Kravitz o Elton John está muy bien, y luego aprendes mucho trabajando con equipos que no son los tuyos, y con realizadores distintos, etc. Podríamos resumir diciendo que te curte.
Contadme algo acerca de los siguientes proyectos en los que sé que habéis colaborado y seguís colaborando: Moments Festival o el documental acerca de los 25 años de Juvensur.
Lo del Moments está al caer. Este año es la segunda edición y nos hemos involucrado todavía más ya que incluso damos un taller. Con relación al tema de Juvensur, estamos deseando ponernos con ello. Tenemos muchas horas de grabación y tenemos muchas ganas de meterle mano porque confiamos en que va a salir algo muy chulo. Es un documental que habla acerca de los orígenes del monopatín que es una cultura que nos gusta, y además habla de los orígenes de esta cultura en Málaga, con lo cual también nos toca más de cerca y hemos tenido la ocasión de trabajar con muchos amigos y conocidos.
Para finalizar, y sabiendo que para vosotros es muy difícil separar el ocio del trabajo, os voy a pedir que recomendéis a los lectores de Staf algún documental y alguna película.
Un documental que nos gustó mucho fue el de 20.000 días en la Tierra y, últimamente, nos han gustado mucho películas como Holy Motors, La Gran belleza y La vida de Adèle. Pero, en este sentido, ten en cuenta que somos cuatro cabezas pensantes y cada uno tiene sus propias preferencias.
LA TRINCHERA