La primera cosa que vi de David fueron sus pelotas. Se trataba del primer par que fotografié en 1991 para el último número de la revista Sounds. Entonces las pelotas de David Yow fueron admiradas en todo el mundo. Me han mandado cientos de peticiones para hacer copias de sus peludas partes íntimas, pero solamente he mandado una a un tipo feliz llamado Steven Drozd, que resulta que toca con The Flaming Lips. Sin embargo, aún se pueden decir más cosas del Sr. Yow, puesto que es un artista increíble y un gran compañero… ¡total y jodidamente divertido! Echo de menos salir a tomar algo con él. Añoro que me echen de los bares junto a él. Nuestros caminos se cruzaron varias veces en los años 90 cuando él actuaba con The Jesus Lizard y yo inmortalizaba estallidos de rock n’ roll en celuloide para el Melody Maker. De vez en cuando todavía nos encontramos, pero nunca es suficiente. Ahora, la revista Staf me ha brindado la oportunidad de hablar con él para hacer esta entrevista…
¿Qué puedes contarnos sobre tu nuevo libro de ilustraciones?
“Copycat: And a Litter of Other Cats” saldrá dentro de un mes y medio. No es nada relacionado con animación, son dibujos. Se trata de algo que, probablemente, empecé en 1979 cuando me lancé a dibujar esos pequeños gatos y les puse nombres curiosos como Catatonic, Cat Burglar, Alley Cat y Tom Cat. A veces no tienen sentido. Yo juego mucho al Scrable, así que me gusta mezclar palabras, además me gustan los gatos y utilizar el Photoshop. Todas las imágenes tienen un fondo fotográfico en el que añado un gato y el texto está integrado en alguna parte, ya sea un objeto o una alfombra. La idea surgió a finales de la década de los 70, aunque no empecé a hacerlo de manera digital hasta hace un par de años.
Hablando de fotografías, ¿cómo recuerdas tu proyecto “Get Faced”?
A veces era un trabajo muy divertido y otras era bastante tedioso, pero el retoque fotográfico está muy bien pagado. Creo que he hecho unas 120 fotografías y era divertido porque siempre hacía una promesa a la persona que me lo encargaba: no lo imprimiría hasta que estuviera orgulloso del resultado. A veces era complicado conseguir lo que querías porque había mucha gente que no conocía de nada.
¿Cuántos gatos tienes actualmente?
Tres. Uno se llama Little Buddy, otra Nico y la tercera Penny. Nico y Penny son las gatas de mi novia, así que los tres empezaron a convivir juntos cuando nos mudamos a la misma casa. Y Little Buddy hace el doble de tamaño que las otras dos.
¿Cómo surgió la idea para el libro de The Jesus Lizard?
Creo que fue de Johnny Temple, el propietario de la editorial Akashic Books y había tocado el bajo con Girl Against Boys. Fue antes de los conciertos de reunión que hicimos. Por lo que me han contado, él estaba en una fiesta en New York, porque vive en el barrio de Brooklyn, y se encontró con David Sims de The Jesus Lizard, que vive en el barrio de Chelsea. Resulta que hablaron y allí surgió la idea. Entonces la valoramos durante cierto tiempo con Johnny y el resto de la banda. Sinceramente, yo no pensaba que fuera una buena idea. Creía que no merecía la pena porque la banda nunca fue demasiado popular. Al final nos decidimos después de la reunión y nos llevó casi dos años y medio terminar el libro.
¿Cuál fue tu motivación personal con este proyecto editorial tan ambicioso?
Una vez nos decidimos a hacerlo, insistí mucho en que yo quería encargarme del diseño. Ya había habido dos veces en el pasado en las que alguien externo diseño alguno de nuestros proyectos y no me gustaba. Recopilamos cientos de fotos que tuve que corregir de color, limpiar y editar. Cuando lo tuve todo listo, pasé el material a una amiga que trabaja en una revista para que terminara el diseño. El resto de la banda aportó muy buenas ideas y no quiero restarles mérito. Así que estoy muy orgulloso del resultado y creo que merece mucho la pena porque es divertido de mirar y leer por todo el material que incluye. Incluso es interesante para todos aquellos que les importa una mierda la banda o no saben quienes somos.
Jesus Lizard, 1993. Chicago
La última vez que hablamos, me comentaste que no querías seguir actuando con The Jesus Lizard. ¿Has cambiado de opinión?
Preferiría no hacerlo, pero si los muchachos insisten en ello y hay una buena cantidad de dinero encima de la mesa, entonces probablemente lo haré. Sin embargo, realmente espero que eso no suceda. Me gusta mucho actuar con la banda y hacer esos shows de reunión en 2009 fue genial, no podía creer que estuviera tocando y saliendo con la banda de nuevo. Lo que sucede es que no tengo el deseo de escribir o grabar canciones nuevas con ellos, creo que eso sería imposible porque vivimos en extremos opuestos del país a 3.000 km de distancia los unos de los otros. No me gustaría… resulta que nos separamos y no le veo el sentido a continuar, más allá de ganar dinero. Y ese no era el motivo por el que montamos la banda. Es divertido, pero redundante. Hay muchas otras cosas a las que me quiero dedicar, como la interpretación.
Supongo que no se trata solamente de pasarlo en grande, sino que cada vez tenéis que ensayar todo el repertorio de nuevo…
Sí, pero tampoco nos lleva tanto tiempo. Podemos ensayar un par de días y estar listos para tocar. Lo tenemos muy interiorizado, además, ellos pueden practicar por su cuenta todo lo que quieran. Y como banda es suficiente dos tardes.
Pero en esos conciertos actuasteis en grandes escenarios. ¿No sería eso un buen motivo para regresar?
Creo que el culpable de llenar recintos tan grandes, incluso más que cuando estábamos en activo, se debe a Internet. Puede que seamos más populares ahora que antes, igual que le sucede a Sleep. Ahora son enormes y antes no los conocía nadie. Es un fenómeno interesante.
¿Tienes el mismo sentimiento con tu anterior banda, Scratch Acid?
Sí, creo que es redundante y no habrá manera de que podamos componer nueva música. El tiempo ha pasado y toca mirar hacia delante.
Jesus Lizard, 1993. Chicago
Realmente, tu manera de cantar y de actuar en directo tiene un componente muy físico…
En la gira de reunión hicimos dos conciertos en Chicago y me lastimé la primera noche. Incluso me sacaron del recinto en ambulancia y no sabía si sería capaz de actual al día siguiente. Recuerdo que acabé vomitando la gran cena que habíamos hecho antes del concierto con nuestro mánager y varios amigos y familiares. ¡Fue una cena muy cara y la acabé desperdiciando! La segunda noche tuve que pasarme el concierto sentado en un taburete.
El año pasado grabaste un álbum en solitario que se titula “Tonight You Look Like a Spider”. ¿Cómo fue el proceso de grabación?
Lo hice yo mismo con Pro Tools, aunque hay instrumentos reales, sobre todo de percusión. ¡Incluso estuve ensayando dos meses para grabar el saxo! Un amigo vino a visitarme durante 10 días y me ayudó con la grabación y me enseñó a utilizar el Pro Tools. Y dos semanas después de empezar a trabajar en las canciones, conocí a Mike Patton, que me dijo que lo editaría en su sello Ipecac Recordings. Trabajé durante varios años y lo terminé en 2007. En aquella época, Ipecac había dejado de editar a Qui y solamente sacaban las cosas en las que estaba involucrado Mike o los temas de The Melvins. Así que imaginé que mi disco nunca se editaría. Pero resulta que mi amigo Adam Harding estaba a punto de sacar su disco con Joyful Noise y decidí escribirles para saber si les interesaría escuchar mis temas.
Jesus Lizard, 1998
Eres conocido por cantar en una banda de punk, pero en tu trabajo en solitario casi no aparece tu voz…
Me costó mucho encontrar ideas para las melodías vocales. Era más fácil cuando estaba en Scratch Acid o en The Jesus Lizard porque siempre encontraba patrones vocales que encajaran sobre la música que los otros tíos componían. Cuando me vi sólo, supongo que me sentí confundido. No me gustaban las ideas que tenía. Además, ya había cantado suficiente en los otros discos de mis bandas y pensé que funcionaría mejor sin mi voz.
Pero ahora estas muy centrado en tu carrera como actor. ¿Podrías contarnos cómo empezaste?
Ya actuaba en el instituto, pero no fue hasta 1994 que estuve en Chicago y el director Jim Sikora me pidió que participara en un par de sus películas. Me encantó el reto que supone actuar porque entonces tenía poca experiencia y asumí que si era capaz de interpretar un personaje y hacerlo creíble, sientes algo especial. Cuando terminas una toma y el director dice “corten”, casi no recuerdas haberlo hecho porque parecías otra persona. Cuanto más lo hacía, más lo sentía. Luego me apunté a clases de interpretación y he participado en unas 20 películas. Durante mucho tiempo fue algo que me asustaba, sobre todo el ir a audiciones y ensayar. Pero hace un año estaba rodando un filme y noté como todo ese miedo desaparecía. Fue una experiencia y una colaboración genial.
The Jesus Lizard
De todas las películas que has hecho, ¿cuál es la que mejor recuerdas?
Hay una de muy bajo presupuesto que hicimos en un estilo exploitation de los años 70 que se titula “Upsidedown Cross”. Literalmente, solamente costó un par de miles de dólares y yo interpreto un convicto que hace de predicador que conoce a una chica que hace de prostituta yonkie. Justo la han terminado y hace poco vi el montaje final. Fue en esta película que noté que el miedo se alejaba de mí. Ya tenemos distribuidor y con un poco de suerte se estrenará en Los Ángeles en septiembre.
Jesus Lizard, 1993. Chicago
The Jesus Lizard, 1991
The Jesus Lizard, 1992
David Yow, 1998
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