El Algarve es como se conoce a la región sur de Portugal, tiene un total de 240 kilómetros de costa repleta de largas playas y rocosos litorales repletos de cuevas. Por tanto, Algarve es sinónimo de turismo playero y buen tiempo y no es casualidad que sea la región portuguesa preferida por viajeros de todo el mundo, ya que el Algarve es conocido por sus playas y acantilados, desde donde se pueden ver los atardeceres más impresionantes de la península.
Muchos de los viajeros que piensan en esta región, lo proyectan como un lugar atestado de turistas que buscan la foto perfecta en un acantilado bañado por el sol atlántico, pero el secreto de este lugar es saber encontrar el equilibrio entre las hordas de personas que cada verano lo visitan y los lugares menos explorados, que aguardan con todo su encanto a que alguien los vaya a visitar; calles empedradas, llenas de bellos azulejos, plantas y terrazas donde disfrutar de su rica gastronomía.
En este sentido Carvoeiro, es un referente en la zona, un pintoresco pueblo tradicional de pescadores, perteneciente a Lagoa, que cuenta con todos los servicios necesarios para albergar a los visitantes que cada año acuden a disfrutar de sus vacaciones. La gastronomía en Portugal es el punto fuerte, los vinos de la zona y el café, estandartes que enorgullecen a sus nativos.
Para nosotros, comer es un gran placer, especialmente en vacaciones y ello nos hace no conformarnos con los lugares a pie de calle, explorar es una aventura y ello nos lleva en busca de los bares locales, regentados por locales y como no, a los que acuden sus vecinos, un ejemplo de ello es el Bar O Leme en la estación de trenes de Ferragudo. El lugar es singular y genuino, una antigua estación de tren convertida en restaurante, donde disfrutar de típicos platos y postres portugueses, además del plato del día, no hace falta decir que todo es elaboración casera. Sus dueños amables, te cuentan la historia del bar y sus vínculos con España.
Lagoa es un lugar que cuenta con una gran infraestructura para albergar a toda la gente que cada año lo visita: hoteles, casas rurales, restaurantes y miles de ofertas de ocio enfocadas en su joya de la corona, el océano. Para descansar y tomar fuerzas, la oferta de alojamientos es muy grande, desde casas rurales, hostales, campings y grandes resorts que casi podrían ser un pueblo en sí mismo. Estos lugares se configuran como un acierto en la estancia, ya que el tiempo en el Algarve es muy variable y puedes llevarte la sorpresa de tener días, en los que la opción playa no es la más adecuada, por ello disponer de un lugar donde contar con servicios propios, es más que atractivo para que el descanso sea de lo más reponedor. En este sentido, en Carvoeiro encontramos Monte Santo Resort, un acierto total. Un complejo de lujo con todo para experimentar unas vacaciones inolvidables donde se cuida y mima al detalle a sus clientes, ya que además de sus instalaciones, cuenta con una amplia cartera de servicios que te harán no querer salir y mantenerte activo y en forma: 6 piscinas exteriores y una interior, además de spa, gimnasio y servicio de masajes. Montesanto resulta un lugar ideal para alojarse, la zona alberga algunos de los mejores campos de golf de Europa. Este resort también es perfecto para una escapada romántica. Los jardines, la amplitud de espacios, la tranquilidad, los servicios de lujo y la decoración crean una atmósfera romántica que ha permitido al Monte Santo Resort ser elegido por 5º año consecutivo como el complejo más romántico de Europa.
Además de todos estos Servicios, el hotel cuenta con restaurante, Aroma. Su chef, Miguel Lourenço, desprende amabilidad y gusto por sus creaciones, en su oferta como no podría ser de otra forma, ensalza los productos estrellas de la zona, mar y bosque, al más puro estilo mediterráneo, que se encuentran y se unen elaborados de una forma original y elegante, todo ello maridado con los mejores vinos portugueses.
Además de su oferta estrella de sol, mar y fotografía para los más amantes de las redes sociales, la zona de Lagoa, ofrece más alternativas. A pocos kilómetros de la costa nos adentramos en frondosos bosques, por lo que la oferta de ocio, se amplía y nos topamos con Monchique, una ciudad de montaña de ambiente relajado, donde se encuentran las Caldas de Monchique, el único balneario termal de Algarve. Dependiendo del momento de tu visita, hay algunas ferias y festivales que podría valer la pena visitar. Si te acercas en febrero o marzo, debes asistir al Festival das Camelias, en honor a la flor de la camelia. En contrapunto y para los amantes del turismo activo, tienes el festival de senderismo que se celebra en junio, una forma perfecta de conocer en profundidad los más bellos rincones de sus bosques, de la mano de los sabios del lugar.
Volvemos a la costa, donde no puedes dejar de visitar la famosa playa Benagil, conocida por sus pintorescas playas y cuevas marinas. Al lado de la playa homónima se encuentra la enorme cueva de Benagil, con una claraboya natural y una pequeña playa de arena a la que solo se puede acceder en barco, kayak o paddle surf. Además, es imprescindible pasear por el Algar Seco, un parque junto al mar con pasarelas de madera que rodean las calas.
Y como ya es sabido, Faro, no es solo sol y playa, la oferta es muy amplia y el arte contemporáneo es también parte de la oferta de la zona. En Lagoa, nos topamos con “Lady in Red Gallery”, una galería de arte en una antigua fábrica de vinos que cuenta con unas instalaciones propias de esta disciplina arquitectura industrial con diferentes espacios donde además de exposiciones, cuentan con tienda y espacios donde se suceden varios eventos.
Portugal es un país encantador, de norte a sur y como siempre nos sentimos como en casa, la cercanía con nuestra tierra rompe barreras y nos hace sentir como parte de un todo, cuando todo es amable, todo fluye. Es lo que ocurre aquí.
Más información:
Monte Santo Resort Carvoeiro
Aroma Restaurante