RICKY

7 July 2019 Texto: Fco. DanielMedina. Fotografía: Archivo Ricky y fotos de Paco Nuñez (*).

Ricky lleva más de treinta años patinando y, por lo tanto, ha vivido prácticamente la totalidad de las épocas por las que ha pasado este aún joven deporte, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Empezó a patinar a finales de los ochenta, cuando ver a un chico encima de un monopatín no era tan cool como ahora sino que, más bien, era casi un fenómeno paranormal y, aún a día de hoy, sigue dando guerra patinando y picándose (siempre sanamente) con los chicos de las nuevas generaciones. Os dejamos con una institución dentro de este deporte en Málaga. Quien no conoce a Ricky es que no ha patinado en esta ciudad.

 

* Skatepark Portada Alta, 1997

 

Pregunta inevitable para un veterano. ¿Cuántos años llevas patinando?
Llevo patinando treinta años, empecé a finales de los 80. Esa época en Málaga fue mágica porque coincidió con la apertura de Juvensur que era una espacio que, entre otras cosas, tenía un Hafpipe y en el que se reunía mucha gente joven que venía desde todos los barrios. Ya había gente patinando repartida por diferentes zonas de la ciudad y aquel sitio sirvió como punto de encuentro. Yo siempre he sido un poco multizona, me movía por todos los barrios y patinaba con todo el mundo.

¿Cómo empezó todo en tu caso?
Cerca de Juvensur vivía Juanca, un skater que se había instalado allí proveniente de Torre del Mar y fue a él a quien le vi hacer el primer ollie, y luego hicimos varias mini rampas en su casa y pasábamos allí tardes enteras viendo vídeos de skate. Eran los primeros vídeos de skate profesionales, como Shackle me not o Ban This, Antes de eso había visto como mucho Thrashin´. Por aquella época sabías cuándo salías de casa pero nunca cuándo volverías ni adónde acabarías. Hacíamos al día muchos kilómetros encima del patín. Y, daba igual qué hora fuese, siempre sabías que en determinados spots encontrarías a gente patinando. Ya, casi desde el comienzo, entendí que patinar significaba entrar a formar parte de una gran familia repartida por toda la ciudad.

 

*

 

Hay deportistas que detestan la competición; sin embargo, a ti te hemos visto muchas veces patinando en campeonatos. ¿Te gusta la sensación de competir?
A mí siempre me ha gustado competir. Me crezco compitiendo, nunca me pongo nervioso. Para mí una de las mejores cosas de participar en un campeonato es que, durante dos minutos o lo que dure tu ronda, el skatepark va a ser exclusivamente tuyo. Esa sensación es magnífica. Entre mis intervenciones más destacadas, cuento el haber acabado varias veces en 4º puesto en el Campeonato de España de minirampa. Los primeros puestos casi siempre los copaban los del norte. Allí siempre ha habido instalaciones y una cultura de rampa muy arraigada. Aún a día de hoy tengo intención de competir dentro de mi categoría.

¿Estudias mucho las rondas?
Tiendo a improvisar. A veces acabo y no sé qué trucos he hecho. Creo que eso tiene que ver con mi generación, antes los campeonatos eran sobre todo diversión, la gente hasta se disfrazaba. Era todo más lúdico. Ahora puede que los chicos sientan que se juegan más. Yo he visto a alguno llorar después de no planchar algún truco y les he dicho que deben relajarse y que el patín siempre ha sido, por encima de cualquier otra cosa, engorile y disfrute.

Has sido juez en algunos concursos. ¿Te gusta estar en esa posición?
Alguna vez he sido jurado y no lo llevo muy bien. Ten en cuenta que esto no es una ciencia exacta. A ti te puede gustar un truco más que otro o el estilo de un patinador. A veces, en mi experiencia como jurado, me he visto en situaciones en las que no sabíamos a quién darle el premio y, al final, entran en juego aspectos subjetivos.

 

 

La relación de los patinadores con la policía o con el resto de ciudadanos se ha caracterizado por ser conflictiva. ¿Has vivido alguna situación desagradable?
Tiendo a no meterme en problemas. Si me echan de un sitio pues patino en otro. Es verdad que nuestra relación con la policía en Málaga siempre ha sido conflictiva. A mí me da vergüenza que un policía me tenga que llamar la atención. No entiendo cómo sigue pasando esto cuando estamos a las puertas de que el skate sea deporte olímpico.

Siempre se te ha visto patinando en rampa y en calle. Eres un skater todo terreno, pero ¿si tuvieses que elegir?
Efectivamente, siempre he patinado en calle y en rampa pero, si tuviese que elegir, siempre me ha tirado más la rampa. Me flipa volar y desafiar a la gravedad. Además, lo que aprendo en rampa luego lo puedo transferir a la calle, sobre todo te ayuda a patinar a una mayor velocidad.

Las prendas diseñadas por marcas de skate están de moda, ¿a qué crees que se debe?
La gente se dio cuenta de que la ropa y las prendas de skate en general estaban hechas para caerse. Una persona normal rara vez se cae mientras que los skaters nos pasamos la mayor parte de nuestra vida en el suelo. Un pantalón de skate o unas zapas (si no las usas para patinar) te pueden durar toda una vida. Y por eso, y aparte de temas relacionados con las modas, creo que las marcas de skate han terminado haciéndose con una gran parte del mercado.

 

 

¿Cómo terminaste trabajando en algo relacionado con los deportes extremos?
El hecho de haber terminado trabajando en algo relacionado con los deportes extremos pasó de forma natural. Yo no lo busqué expresamente pero fue como estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Es decir, si estás todo el día en el ambiente del patín y rodeado de gente de este mundillo, lo normal es que te termine pasando algo así. Yo tenía el conocimiento necesario y, además, me gusta tratar con la gente, soy extrovertido.

Llevas patinando toda la vida y has conocido a todas las generaciones lo cual te convierte en la persona idónea para hacerle esta pregunta. ¿Quién, según tu criterio, ha sido el skater malagueño con más cualidades de todos los tiempos?
Para mí, el patinador con más talento que ha dado esta ciudad sin duda ha sido Rojas. Rojas era un privilegiado. Durante mucho tiempo me atrevería a decir que fue el mejor patinador de España y lo notabas cuando salías fuera con él. Todo el mundo le conocía o había oído hablar de él. Posiblemente, algunos de los skaters de Málaga, de haber nacido en otro sitio con más instalaciones y una industria más consolidada de patín, habrían conseguido destacar más o haberse dedicado profesionalmente a ello.

¿Cuál es tu spot preferido de todos los tiempos?
Mi spot preferido de todos los tiempos es la PLN, por el spot en sí pero también porque se dieron una serie de circunstancias que convirtieron esa plaza en un sitio mítico. Fue una época en la que había mucha gente patinando y casi a cualquier hora del día te podías pasar por la PLN y ver allí a más de veinte tíos patinando. La gente de fuera venía también expresamente a Málaga para patinar en la PLN. Pero también patino en el Río DIY, en Chernovyl, y también voy a los skateparks de municipios cercanos algunos de los cuales están muy guapos.

 

 

¿A tus cuarenta y pocos años, con qué frecuencia patinas?
Ahora patino una media de dos veces a la semana. El patín siempre va en el maletero.

Integraste el grupo que, en un primer momento, iba a gestionar el skate park de Málga. ¿Por qué no salió esa primera tentativa?
El proyecto del skatepark era muy ambicioso pero al final por discrepancias con el ayuntamiento no salió adelante. La concesión la cogieron otros que hicieron lo que pudieron. Cuando cuentas con mucho menos presupuesto del que esparabas y encima todo se va demorando y todo son complicaciones burocráticas y trabas, es difícil sacar algo en condiciones adelante.

¿Cómo se han portado las lesiones contigo?
Por fortuna, y llevando los años que llevo patinando, no he tenido lesiones graves y a día de hoy puedo salir a patinar tranquilamente, no arrastro ninguna lesión que convierta una jornada de patín en un suplicio. Es verdad que, cuando tienes una edad, empiezas a adaptar tu manera de patinar a tus circunstancias. Pero, en general, puedo decir que patino más o menos como siempre.

Málaga es un sitio que reúne unas condiciones idóneas para patinar.
Málaga es efectivamente una meca y ya tenemos también nuestras historias míticas. Por aquí han pasado muchísimos profesionales. Algunos riders de los equipos más importantes han grabado partes para sus videos. Recuerdo especialmente cuando vino Ryan Sheckler y se hizo el flip desde el techado de la Plaza de la Marina (el clip puede verse en Internet). Recuerdo que fui yo, que en aquel momento tenía muy buenas relaciones con las instituciones, quien le conseguí el permiso del ayuntamiento para patinar y grabar allí.

 

 

¿Qué otras pasiones tienes además del skate?
Además del patín, me gustan las motos. Hace poco hice uno de mis sueños realidad que era comprarme una Harley. Y últimamente también me estoy animando a escalar con algunos colegas. Al final, si te fijas, los que amamos el patín desde chiquititos es porque somos yonquis de la adrenalina.

¿Qué diferenciaba principalmente a un skater de los noventa de un skater de ahora?
Antes lo que buscábamos era sobre todo información porque era lo que no teníamos. En ese sentido, ahora todo es muy distinto. Ahora sobra la información y eso hace que los chicos de ahora estén un poco saturados y pasen por encima de ciertas cosas casi de puntillas. Antes, lo poco que había, lo quemábamos de tanto verlo o leerlo.

Los skaters malagueños, como los de otras ciudades, han viajado mucho para conocer otros spots y a otros skaters. ¿Alguna ciudad con la haya un hermanamiento especial?
Como dices, los malagueños siempre nos hemos movido mucho. En general, toda la gente del patín viaja mucho para conocer a gente de otras escenas y poder patinar en otros spots. Eso sigue pasando y es lo que hace de este mundillo un mundo único y muy especial. Da igual adónde vayas o de dónde vengas. Si vienes con un patín ya eres de los nuestros y sabemos que tenemos cosas en común. Es como, si los que integramos este mundo, hubiésemos sido globales antes de la época de la globalización. Ésa es una de las razones de que los skaters siempre hayan sido un poco diferentes e incluso adelantados a su tiempo. Pero me preguntas por alguna conexión especial con alguna ciudad y yo te diría Madrid.

Cómo ves el hecho de que el skate se convierta en deporte olímpico en los juegos del 2020.
Tengo curiosidad por ver qué pasa a partir de que el skate sea deporte olímpico. Eso puede cambiar muchas cosas que tienen que ver con las regulaciones a la hora de patinar en las ciudades, con que los skateparks ya no puedan hacerse de cualquier manera (si no ciñéndose a unos diseños y medias concretas) que ha sido otro de los problemas principales que hemos tenido siempre en Málaga. Cuando por fin conseguíamos un skatepark, como nunca escuchaban a los que patinábamos, al final el sitio era impatinable.

 

 

Como es tu relación con las nuevas generaciones.
Mi relación con los chavales de ahora es muy buena, patinamos juntos, nos motivamos y ellos flipan con mis historias.

Momento que te haya brindado el patín y que guardes como un tesoro.
El momento que guardo como un tesoro es cuando vi a Matt Hensley en el 98. Miré hacia atrás y allí estaba y me miró y luego incluso patinamos juntos. Lo que es el patín de calle se lo debe casi todo a ese tío. Y gracias a él el Sad siempre ha sido uno de mis trucos favoritos.

Truco con el que aún sueñas.
Aún sueño con hacer algún día un McTwist. Pero es eso, un sueño pero los sueños son los que nos animan a seguir cayéndonos y levantándonos cada día.

¿Qué crees que ha sido lo más negativo de la entrada de grandes multinacionales en el mundo del monopatín?
Lo malo de la entrada de las grandes marcas es que, generalmente, de manera intencionada o no, terminan con las marcas pequeñas. Antes había más marcas pequeñas que patrocinaban a más gente, aunque solamente le diesen algo de material. Ahora las marcas grandes tienen menos patinadores pero mejor remunerados. Hoy día para destacar, además de ser muy bueno, tienes que hacer algo distinto al resto, tienes que ser muy personal, casi único. Sinceramente los chavales que quieran dedicarse hoy a esto, es verdad que tienen más medios pero la cosa se ha puesto verdaderamente competitiva. Y luego está el hecho de que, no solamente tienes que patinar mejor que el resto, sino que además tienes que saber gestionar bien tu imagen en las redes, etc.

 

 

¿Qué marcas españolas te gustan más?
Con respecto a marcas españolas hay algunas haciendo un trabajo magnífico como Jart, con una fábrica en primera línea. Fue una pena que otra marca también muy buena cayera como Alai. Pero creo que estamos en un buen momento.

Y con respecto a las marcas de skate de toda la vida, ¿cuál crees que ha evolucionado de manera más coherente o con la filosofía de cuál te sientes más identificado?
Vans, por descontado. Vans siempre ha estado ahí y es la responsable de muchas de las cosas buenas que han pasado en este deporte. Y, por supuesto, también soy fan de Independent, otro clásico imprescindible para los que siempre hemos amado este mundo.

A la hora de pillar un patín, ¿te casas con alguna firma? ¿tienes alguna manía especial?
No me caso con ninguna marca; a lo largo de mi vida he patinado tablas de todas las marcas y me gusta cambiar y probar. Con respecto a manías, me preocupa sobre todo que la tabla tenga un buen cóncavo y acostumbro a llevar los ejes muy duros.

¿Y cómo te ves dentro de unos cuantos años?
Patinando. Mejor o peor físicamente, con más o menos tiempo, pero siempre con la tabla cerca. Eso seguro. Este deporte lo ha significado todo para mí, toda mi vida ha girado alrededor del skate.

 

 

SHARE THIS

¿Te ha gustado este artículo?

Dale a me gusta al Facebook de Staf y síguenos en Bluesky, y Instagram

Enjoyed this article?

Like Staf on Facebook and follow us on Bluesky, and Instagram,