Autor: Edmundo Paz Soldán
Editorial: Malpaso
No siempre estoy de acuerdo con Mario Vargas Llosa o, quizá sería más acertado decir, que acostumbro a estar de acuerdo con sus novelas pero no con todas las opiniones que da cuando tiene un micro delante, pero no puedo estar más de acuerdo con su afirmación de que ‘entre los nuevos autores latinoamericanos, la voz de Edmundo Paz Soldán es una de las más creativas’. Y es que, hacía tiempo, que yo no leía una novela tan originalmente armada desde el punto de vista formal y tan potente en cuanto al contenido. Los días de la peste es, como diría mi amigo Pablo Aranda, un novelón que transcurre en una prisión un tanto sui generis llamada La Casona. La Casona (y de ahí lo de sui generis) es mucho más que una cárcel: es un enigmático microcosmos cuyos habitantes se resignan a su extraña suerte. No hay escape, no hay refugio más allá de los muros, ni para los presos ni para el gobernador y sus guardias. Han sido ya muchos, a lo largo de la historia, los grandes escritores que, siguiendo el modelo de las ciencias naturales, se han aventurado a crear un universo paralelo, lo que sería el equivalente a una especie de laboratorio en el que recrear bajo su control las condiciones necesarias para demostrar sus teorías, y eso es lo que en mi opinión hace Paz soldán en Los días de la peste. Nos cuenta todo lo que sucede en el mundo si,n que la acción de su novela transcurra en el mundo. Para acabar y no destripar el libro diré que, como lector voraz de novelas, cada vez echo más en falta en el género (y esto que voy a decir no dejará de sonar paradójico) menos documentación que puede obtener uno de cualquier parte, por ejemplo la Wikipedia, y más ficción. Y en este libro de Paz Soldán encontraremos ficción de la buena y a raudales y es que, si algo le sobra a su autor, es talento y capacidad de inventiva. Otro sobresaliente para Malpaso.