Tras su fascinante documental “Down To Earth” en 2008, David Moreu demuestra moverse como pez por las pantanosas aguas que trascurren desde Tennessee a Alabama y de Luisiana a Arkansas. Aguas que son el caldo perfecto del que surge la enrarecida atmósfera que impregna de profana espiritualidad el soul o ahoga en su oscura densidad al funk del Delta del Misisipi. El resultado de su experiencia es este “From a Whisper to a Scream”, un libro editado por 66 RPM. Lo que a simple vista parece ser algo poco revelador se resuelve en una clase magistral que gira entorno a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, la música soul y por otro, el fatigoso recorrido por la historia de la adquisición de los derechos civiles de los afroamericanos en la década de los 60. Un plantel de entrevistados que recoge piezas clave de aquellos acontecimientos hasta llegar a los hitos musicales de la actualidad. Desde el Reverendo Samuel Kyles hasta Cody ChesnuTT, de Allen Toussaint a Jon Spencer, de Irma Thomas a Neal Sugarman o del Dr. John a Alice Russell, pasando por Zelma Redding, Willie Mitchell, Greg Errico o el propio Dennis Coffey. Todo ello prologado por la vocalista y amiga del autor Kylei Auldist. Un deleite histórico musical redactado con exquisita sencillez y de serio contenido. Aprovechando que ademas de todo lo anterior David es redactor jefe de la casa, hemos tenido el placer de cruzar una palabras con él.
¿Podrías explicarnos el significado de “From a Whisper to a Scream”, el titulo de tu libro? ¿Por qué del susurro al grito? ¿Tiene que ver con el hecho de que la música negra se haya desarrollado del susurro del blues al grito del hip hop o del soul, por ejemplo?
Cuando empecé a escribir el libro tenía claro que el título no debía contener la palabra “soul”, porque ya aparece en el subtítulo, pero quería que estuviera relacionado con su temática y sugiriera cosas más allá de la música. Así que empecé a escuchar discos de los entrevistados en busca de algo que me inspirara y todo encajó gracias al segundo álbum de Allen Toussaint, que se titula “From a Whisper to a Scream” y contiene una canción con el mismo nombre (que ha sido versionada por cantantes como Esther Phillips o Claudia Lennear). Creo que esta frase representa la idea del libro, puesto que el soul puede ser tanto un susurro romántico como un grito de rebeldía que nos incita a manifestarnos. En este sentido, los protagonistas hablan de sus canciones, pero también de la época convulsa que vivieron y de su vinculación con el movimiento por los derechos civiles, así que el título cubre muchos detalles.
Allen Toussaint
Tengo la teoría de que a las personas que rondamos la treintena o estamos entrando en los cuarenta y disfrutamos del soul, el funk, el jazz, el blues o de todas las músicas de raíz africana, hemos desembocado en estos géneros por medio de otros estilos más modernos como el hip hop, el house, la música disco u otros que se han popularizado con el tiempo como el reggae o el R&B. ¿Dónde está el origen de tu gusto por el soul y el funk? ¿De dónde procede la pasión que te llevó a escribir un libro sobre estos sonidos añejos?
Siempre me ha gustado el rock n’ roll y de pequeño ya escuchaba a Aretha Franklin y a los Blues Brothers, pero no me metí de lleno en el soul hasta que vi el documental “Standing in the Shadows of Motown” y quedé fascinado por la historia de los músicos de sesión de aquel sello tan emblemático de Detroit. Entonces empecé a buscar otras bandas de estudio y llegué a Booker T. & The MG’s, que me abrieron las puertas al universo de Stax Records. Y eso literalmente me cambió la vida porque entonces empezaba a colaborar como periodista freelance en varias revistas y conseguí que me mandaran de viaje a Memphis para escribir un reportaje sobre el 50 aniversario de Stax Records y el 40 aniversario de la muerte de Otis Redding. Realmente nunca imaginé que el soul se convertiría en el tema más habitual de mis reportajes, que haría un documental sobre este tipo de música (“Down To Earth”) y, mucho menos, que acabaría recopilando mis entrevistas en un libro.
John Fry & Al Bell
¿Qué piensas que puede tener el soul que no tienen las demás escenas musicales?
Creo que el secreto del soul es la pasión que transmiten en directo los buenos artistas, porque logran que bailes, que sudes, que chilles y que sientas las canciones sin necesidad de haberlas escuchado antes. Y esto es algo que no acostumbra a suceder en otros géneros. Sin olvidar que todavía existe un sentimiento de “comunidad” entre los seguidores de esta música porque frecuentan las mismas salas de conciertos, se cruzan en las presentaciones de discos e incluso viajan para ver a ciertos grupos que no están de gira por su ciudad. No somos una gran multitud, pero nos hacemos notar cada vez más ahora que el soul se ha consolidado más allá de ser una moda.
Booker T Jones
¿Qué opinas de la especie de resurgir que está viviendo la música soul?
Mi opinión está condicionada por el hecho de no haber vivido su época dorada. Me encantan Stax Records, Motown, Twilight & Twinight, Atlantic, Chess y Hi Records, he tenido la oportunidad de ver en directo a artistas legendarios y me he empapado de su historia… pero las cosas suceden en presente, así que también es genial poder disfrutar de bandas actuales como The Bamboos, The New Mastersounds y Big Boss Man, además de cantantes como Kylie Auldist, Aloe Blacc, Ben Harper y JJ Grey que tienen muchas cosas que decir. En algunos casos su música tiene un espíritu retro y no esconden sus influencias, cosa que me encanta por su honestidad, pero en otros casos se atreven a pervertir los sonidos clásicos y a mezclarlos con detalles más vanguardistas. Hoy las opciones se multiplican, puedes encontrar artistas fascinantes y, además, tienes la oportunidad de verlos evolucionar disco a disco, cosa que no sucede con los cantantes clásicos que ya lo tienen todo hecho. Mucha gente reduce el fenómeno del soul actual a Amy Winehouse y Eli “Paperboy” Reed, pero realmente hay mucho más donde elegir.
Dr John by Michael Wilson
Igual que expones en tu obra, siempre he pensado que la música negra y la lucha por la adquisición de los derechos civiles de los afroamericanos han caminado de la mano. Pero leyendo en tu libro la entrevista a Wayne Jackson de The Mar-Keys y The Memphis Horns, me llamó la atención el hecho de que hubiera músicos que viesen con malos ojos la relación músico-política. ¿Cuál fue tu sensación cuando alguien que participó de aquellos acontecimientos derrumba lo que parecía a todas luces un hecho incuestionable?
Tienes razón. Wayne Jackson es el único entrevistado del libro que se atreve a decir que “su” sueño del soul terminó cuando los responsables de Stax Records decidieron encabezar un movimiento político. Yo creo que la vinculación de este género con el movimiento por los derechos civiles no fue algo premeditado, sino que los artistas cantaban unas canciones que la gente hizo suyas de manera espontanea porque se sentían identificados con su mensaje de esperanza. La unión fue fortuita y por eso resultó ser una combinación tan auténtica. Creo que lo que critica Wayne Jackson es el hecho de querer “explotar” esa unión y forzar el mensaje comprometido con una finalidad. En las entrevistas con Allen Toussaint, Don Bryant y Bobby Manuel queda muy claro que ellos tampoco participaron en el movimiento por los derechos civiles porque estaban muy concentrados en sus respectivas carreras, pero con el paso del tiempo se han dado cuenta de que sus canciones significaron mucho para la gente y que hacer música fue su manera personal e inconsciente de oponerse a lo que sucedía en la sociedad. Para mí esa es la auténtica magia del soul.
JJ Grey
¿Piensas que se mantiene aún ese supuesto espíritu de lucha en la escena musical contemporánea, ya sea soul, funk, hip hop o reggae? ¿En cuál de los estilos crees que pervive la esencia de la contracultura y a qué piensas que se debe?
Puede que el hip hop sea el género que mejor ha heredado los ideales del soul e incluso los ha llevado a un terreno más combativo. Curiosamente, en los inicios del hip hop las canciones se sustentaban gracias a los samples ilegales de temas clásicos de soul y de funk, pero encontró una voz reivindicativa propia a finales de los años 80 con el movimiento de los Native Tongues (con De La Soul y a Tribe Called Quest como bandas más emblemáticas). Evidentemente siguen habiendo artistas de rock, de reggae y de otros estilos que están comprometidos con lo que sucede en el mundo, pero tengo la sensación de que hoy es muy difícil que una canción pueda cambiar las cosas y movilizar a la gente como antes. Estamos saturados de información y las noticias relevantes acaban sepultadas debajo de cosas intrascendentes, pero siempre hay excepciones y, de vez en cuando, surgen voces que nos animan a reflexionar, incluso desde el mainstream más comercial.
Ben Harper by Danny Clinch
Entrando de lleno en el libro y en las entrevistas que conforman el texto, ¿Cuál es la que te ha resultado más reveladora y por qué? ¿Se quedó algún artista en el tintero?
El artista que más me sorprendió fue Ben Harper porque me desmontó su imagen de estrella mediática y respondió a las preguntas con una sinceridad aplastante. En ciertos momentos se olvidó de que era una entrevista y se estableció una conversación que nos llevó por caminos inesperados. Fue una manera curiosa de descubrir la persona que se esconde detrás del mito. En referencia a si quedó algún artista en el tintero, me habría encantado incluir a Charles Bradley y a Sharon Jones, pero en el libro aparece Neal Sugarman de Daptone Records que nos cuenta su historia y nos habla de ellos. De la época dorada del soul me habría gustado entrevistar a Steve Cropper, puesto que fue uno de los pilares de Stax Records, y también a Isaac Hayes que falleció en 2008, antes de iniciar el proyecto.
Kylie Auldist
¿Con cuál de los entrevistados has tenido la sensación de estar hablando con alguien que ha hecho historia y no sólo en el plano musical? ¿Te ha producido cierto vértigo cruzar palabras con alguno/a?
Mucha gente me comenta que la entrevista más conmovedora es la de la viuda de Otis Redding, pero yo creo que la más relevante a nivel histórico es la del Reverendo Kyles porque fue la persona que estuvo junto a Martin Luther King el día que lo asesinaron en el Lorraine Motel de Memphis. Se trata de un hecho muy importante que la mayoría conocemos por documentales y artículos, pero hablar con él en su iglesia y escuchar la narración de aquellos minutos trágicos en primera persona fue algo muy especial. A pesar de la fama o de la leyenda de muchos de los entrevistados, en ningún momento sentí presión o vértigo a la hora de hablar con ellos, aunque sí mucho respeto y admiración por su música. Realmente han sido experiencias muy divertidas y creo que esto se refleja en la proximidad que desprenden la mayoría de entrevistas.
Sly & The Family Stone
No sólo has entrevistado a músicos y cantantes, también a productores, diseñadores de arte, jefes de sellos musicales, activistas y reverendos. ¿Piensas que había una cohesión entre estos distintos ámbitos en la década que recorre los 60 y hasta mediados de los 70? ¿Crees que eran conscientes de los cambios que ellos estaban produciendo en la sociedad?
La música, tanto en los años 60 como en la actualidad, es una gran industria en la que los artistas se llevan la fama, pero también hay otras personas que desempeñan trabajos en la sombra y son igual de importantes para que podamos escuchar un disco o disfrutar con una canción. Por este motivo tuve claro que si el libro quería funcionar como una historia oral del soul debía dar voz a compositores, productores, diseñadores de portadas y músicos de sesión, además de jefes de sellos porque cada uno aportó su arte y su conocimiento para lograr que este género tuviera éxito. En este sentido, es muy reveladora la entrevista con Curtis McNair, que era el diseñador de las famosas carátulas psicodélicas de Motown que ha pasado cuatro décadas en el más absoluto anonimato y su historia es realmente fascinante. Creo que muchos de ellos sí que eran conscientes de los cambios que se vivían gracias a la música, pero ha sido con el paso del tiempo que han podido ver la magnitud de su legado.
The Meters
El libro consta de un total de 37 entrevistas. ¿Tiene algún orden interno? ¿Organizarte las entrevistas de forma intencional o las acumulabas hasta compilarlas en este volumen?
A pesar de que un libro de estas características se presta a que la gente lo lea de manera salteada según sus preferencias, con el editor decidimos poner las entrevistas en orden cronológico. Creímos que lo más interesante era empezar con el Reverendo Kyles para conocer de primera mano la época de la segregación racial y establecer su conexión con el soul. Después presentamos a los artistas clásicos del género, marcando un punto de inflexión en los años 80 porque fue en esa década cuando el hip hop y las nuevas divas del R&B desbancaron de las listas de éxitos a los nombres clásicos de soul, que no supieron adaptarse a la moda de la MTV. Las entrevistas con artistas actuales empiezan en los años 90 con Jon Spencer, justo cuando se vivió una vuelta a la rebeldía y a la experimentación en la mayoría de ámbitos culturales.
Jon Spencer
¿Tienes alguna anécdota curiosa que quieras contarnos sobre alguno de los entrevistados?
Me ha llevado seis años hacer todas las entrevistas, aunque al principio no sabía que terminarían formando parte de un libro, pero la experiencia ha dado lugar a muchas anécdotas. Por ejemplo, entrevistar a George Porter de The Meters en su casa de Nueva Orleans y que después me acompañara en su coche a una tienda de discos para comprar el álbum “Desitively Bonnaroo”. Tener que llamar a un hotel y preguntar por un inquilino con un nombre falso para hablar con Dr. John. Entrevistar a Kylie Auldist en un bar de Barcelona y acabar siendo buenos amigos a pesar de la distancia entre España y Australia (ella ha escrito el prólogo del libro). O ayudar a Eddie Roberts de The New Mastersounds a preparar el set list de un concierto después de haber cenado en un bar de tapas. Aunque lo mejor de este proyecto fue cruzar el sur de los Estados Unidos en coche, siguiendo el río Misisipí desde Memphis hasta Nueva Orleans para asistir al Jazz Fest, donde entrevisté a Irma Thomas y a Roger Lewis de los Dirty Dozen Brass Band en un improvisado backstage durante una gran tormenta.
The Temptations
“Down To Earth” Documental: