Walter Tevis “El buscavidas”

14 January 2025

Editorial: Impedimenta

Walter Tevis, una de las voces más singulares de la narrativa estadounidense, deja en El Buscavidas una marca indeleble en la literatura y la cultura popular. Nacido en 1928 y fallecido en 1984, Tevis es también el autor de otras obras que trascendieron el papel, como El hombre que cayó a la Tierra y Gambito de dama, ambas convertidas en fenómenos de la pantalla grande y chica. Su pluma se distingue por una exploración profunda de la condición humana, y su estilo, envolvente y directo, nunca huye de las complejidades del alma.

Publicado originalmente en 1959, El Buscavidas es una obra de culto que no solo es un retrato de la cultura del billar clandestino en los Estados Unidos, sino una exploración brutalmente honesta de la fragilidad del ego humano. La historia sigue a Eddie Felson, “el rápido”, un joven prodigio del billar que recorre el país enfrentándose a jugadores más experimentados.

La novela, adaptada al cine en 1961 por Robert Rossen, con Paul Newman como Eddie y Jackie Gleason como el Gordo de Minnesota, se transformó en un clásico del cine estadounidense, sellando su lugar como una de las mejores historias sobre la lucha interna y la caída de un hombre. Hoy, sigue siendo considerada la mejor novela sobre billar jamás escrita, pero su verdadera fuerza reside en su capacidad para explorar temas universales como el orgullo, la humillación, la ambición y la redención.

Tevis escribe con una prosa directa y funcional, sin florituras ni adornos innecesarios. Su estilo es el reflejo perfecto de la dura realidad del mundo en el que se mueve Eddie: un universo de apuestas y partidas clandestinas donde las palabras no tienen valor, y lo único que cuenta es la acción. En esta novela, la sencillez se convierte en virtud, llevando al lector a una atmósfera que es tan visceral como hipnótica. Las descripciones del billar, meticulosas y tensas, sumergen al lector en cada jugada, mientras que los diálogos, cortantes y cargados de tensión, revelan más sobre los personajes que cualquier largo monólogo.

Lo que comienza como una historia sobre un juego de billar se transforma en un complejo análisis del alma humana. La lucha de Eddie por recuperar su orgullo se despliega no solo en las mesas de billar, sino también en su lucha interna. Tevis logra convertir la narrativa en un viaje psicológico que ahonda en el deseo de reconocimiento y la eterna batalla entre el ego y la vulnerabilidad. El ritmo de la novela es otro de sus grandes logros: alterna entre la calma de las reflexiones de Eddie y la intensa tensión de sus partidas. A lo largo de las páginas, el tiempo parece dilatarse, sumiendo al lector en el mismo estado de alerta y expectación que vive el protagonista. Las interacciones emocionales se suceden con la misma carga de intensidad, generando una tensión palpable que se mantiene hasta el último instante. A través de su prosa contenida y aguda, Tevis toca temas universales con una simplicidad que, lejos de restarles poder, los vuelve aún más significativos. El fracaso, el ego, la búsqueda de redención y la constante confrontación con uno mismo son abordados con una claridad que deja que los personajes hablen por sí mismos, sin necesidad de explicaciones.

Si algo destaca en El Buscavidas son sus diálogos, cortantes como una navaja, pero profundamente reveladores. No se necesita de largas explicaciones para entender las motivaciones de los personajes; en cambio, las palabras caen con la precisión de un golpe de billar, apuntando directamente a lo que importa: la verdad cruda y sin adornos que acecha bajo la superficie.

SHARE THIS

¿Te ha gustado este artículo?

Dale a me gusta al Facebook de Staf y síguenos en Bluesky, y Instagram

Enjoyed this article?

Like Staf on Facebook and follow us on Bluesky, and Instagram,