Al incorporar un sello como Fire Records a su roster una banda de música electrónica no iba a hacerlo con una banda al uso. Así los elegidos han sido Virginia Wing que en su disco de debut anterior eran un trío pero que han simplificado su sonido al convertirse en un dúo formado por Alice Merida Richards y Sam Pillay. Su sonido es difícil de clasificar aunque se hable de los comienzos de Daft Punk y su “Homework”. También se citan los experimentos más arriesgados de Laurie Anderson y con eso yo estoy más de acuerdo. Al final lo que hacen en “Forward Constant Motion” es pop sintético actual de corte experimental y hasta ruidista por momentos.
Al final, con la reducción de personal y con su intención de ir a lo más esencial han conseguido un trabajo en el que las partes pop lo son más que en el anterior y las partes experimentales y extrañas también han aumentado su rareza y su crudeza. Vuelven a contar con la colaboración de Misha Hering para elaborar temas como el arranque con “Lily of youth” de corte muy experimental e incluso noise pero con una magia especial. En “ESP Offline” o en el final con “Future body” sorprenden con ciertos toques orientales. En la primera de ellas añaden un ritmo electrónico impetuoso, mientras que en la segunda suenan más calmados y melódicos excepto en la percusión sintetizada. Por momentos reflejan a la perfección una sensación de claustrofobia que es lo que quieren evocar es temas como la ya citada “Lily of youth” o una cruda “Miserable world” sin pelos en la lengua de Alice con su siempre frágil y especial voz. El lógico single es “Grapefruit” con tonos más dulces en la voz de Alice pero también en los sintetizadores, lo que les podría acercar hasta a propuestas como las de The XX o hasta los OMD. Otro buen momento es el halo espectral pero cargado de belleza de la delicada y también experimental “Sonia & Claudette”. ¡Acérquense con precaución!. (7)