Noise rock con mucho feedback y ecos hasta grunge es lo que nos trae está banda de Seattle que tituló “Nirvana” su primer disco. Hay más de Sonic Youth y de Dinosaur Jr., pero seguro que también han pasado horas oyendo a los de Kurt Cobain o a Mudhoney. Tenemos mucho de “Daydream Nation” y también de “Bug” pero sin llegar, con mucho, a las excelencias de dichas bandas y dichos discos maestros.
La idea es recuperar el feeling de esos sonidos de finales de los 80 y primeros de los 90 y traerlos a la mentalidad y los sonidos de hoy en día. Pero suenan, todavía, excesivamente deudores de esas, sus mayores influencias juveniles. Eso no impide poder gozar con la buena melodía y las guitarras a saco de ‘Entryism’. Tampoco con los arrebatos casi grunge, pero con la rabia de Mudhoney, en ‘Offering’. Guitarras que siguen arañando en ‘Tethered’. Estribillos con guitarras enmarañadas como las de ‘In Mind’. No faltan algunos excelentes momentos para la calma como los de ‘By Design’. Las peleas entre las guitarras de Daniel Salas y de Graham Baker tienen algunos momentos realmente logrados. En otras ocasiones pasan más desapercibidas y les faltan algunas cuantas canciones más de fuste para elevar estos sonidos retroactivos a motivar a gran número de jóvenes de hoy en día. No ocurre así en el magnífico final con las poderosas ‘Loving Myself’ y con una ‘Renew’ que recuerda a algunos de los mejores hitos de los Sonic Youth, para bien. Eso sí, merecen que les sigamos la pista y seguro que también el que queramos verlos en directo porque tienen pinta de tener más poderío sobre las tablas. ¡Beneficio de la duda!
HARDLY ACT / EVERLASTING