Underworld en Calamijas: una segunda edición legendaria

22 July 2023 Texto: Francisco Daniel Medina. Fotografía: Archivo Cala Mijas.

Y llegó la música y cambió nuestras vidas e, incluso a veces, parece que ciertas canciones hubieran estado ahí desde siempre, desde antes incluso de que las creasen sus artífices, y es que les trascienden y, como las grandes obras maestras, dejan de pertenecerles y pasan a convertirse en patrimonio de la humanidad. Y cuando pienso en Underworld, en su legado, en lo que representan en la historia de la música electrónica, pienso en algo demasiado brutal como para que pueda pertenecer solo a dos personas: una obra que nos ha cambiado la vida, que es pasado, presente y futuro. Y es que la música, entre otras muchas cosas, hace las veces de máquina del tiempo que permite viajar a través de las épocas. Y viajo a los 90, y regreso a 2023. He visto demasiadas cosas mientras sonaba Underworld, algunas inenarrables y, en parte, de eso va este artículo, de cosas que no se pueden contar. Los discos son importantes por sí mismos, pero también por lo que evocan. Esto último suele acentuarse cuando hablamos de grupos que tienen ya un largo recorrido, y que algunos asociamos con determinadas etapas de nuestras vidas. No puedo oír la palabra Underworld y pensar solo en las canciones del dúo, sino que mi mente se llena de imágenes, recuerdos, y sensaciones que trascienden las composiciones en sí. Y ésa es, en gran medida, la magia de la música, la que la convierte en una forma de expresión artística con la que difícilmente pueden competir las otras a la hora de conmover, activar cosas que estaban dormidas en nuestro subconsciente.

Me enteré que venía Underworld al festival Cala de Mijas por mi cuñado Javi, y es que suelo alardear de la suerte que tengo de tener un cuñado con el que comparto gustos musicales, y con el que, más que de política o de otro tipo de cuestiones, hablo de Pearl Jam y de los Red Hot y de la Velvet Underground. Esta manera de ir desenmarañando los carteles de los festis es muy habitual. Yo también lo hago. En el caso concreto que nos ocupa, Javi me escribió vía WhatsApp: “Fran, confirmados los Underworld en el Cala Mijas”. El texto iba seguido de algunos emoticonos que no voy a reproducir en este artículo y un enlace a un directo en YouTube. ¡Y se activó la máquina de los recuerdos y de los sentimientos! Y viajé hasta mediados de los 90, y me vi saliendo de una sala de cine (un cine de los de antes que no se integraba en ningún complejo comercial y de ocio, un cine llamado Multicines que, por cierto, ya ha cerrado por mucho que nos manifestásemos) después de ver Trainspotting, y teniendo la sensación de que habíamos asistido a algo que nos cambiaría para siempre. ¡Jodido Danny Boyle!

Algunos grupos poseen, a estas alturas de la película, un aura de leyenda, rozan lo mitológico. Y hay algo extraño cuando sabes que vas a ver en directo a una leyenda. Para un melómano como yo, lo primero que hago es remontarme tan atrás como puedo, a los comienzos de los comienzos, y me digo que es increíble lo que han vivido y visto estos tipos. ¡Han hecho historia! A veces, pienso incluso lo raro que tiene que ser para ellos ser percibidos de esa forma. Centrándonos en el caso de Underworld, Hyde y Smit, trabajaban juntos en un restaurante en la ciudad de Cardiif a principios de los 80. No puedo evitar cerrar los ojos para visualizar a dos jóvenes con pinta de nerds, ambos estudiantes que trabajaban en un restaurante para tener unos ingresos, y compartiendo cintas de Kraftwerk y de The Screen Gemz. Les imagino saliendo hastiados del curro y caminando los dos por un Cardiff del 79 mientras especulaban acerca de la idea de montar un grupo. ¡Y lo montaron, vaya si lo hicieron! Lo formaron y se unió el bajista Alfie Thomas. Este primer proyecto cuyo nombre era un garabato gráfico al que posteriormente se le atribuyó la pronunciación Freur, firmó con CBS y sacaron un par de álbumes antes de disolverse en 1986. En 1987, Hyde, Smith, Thomas, Burrows y el bajista Baz Allen, fundaron Underworld que tenía un sonido más a guitarra aderezado con funky y electropop. La banda firmó con Sire Records y lanzó el álbum Underneath the Radar en 1988, y tras la salida de Burrows, el álbum Change the Weather en 1989. La versión de la banda de la que hablamos se disolvió en 1990.

 

 

Todo esto es historia, ese tipo de historia que a mí me eriza el vello. Siempre digo que si me encontrara una se esas lámparas mágicas en cuyo interior habita un genio, y saliera y me concediera algún deseo, le diría que me llevase hasta ciertos sitios en los que, musicalmente hablando, pasaron cosas históricas. Pasearme por allí, que me dejasen husmear. Prometo que no abriría la puñetera boca. Simplemente miraría lo que estaban haciendo y hablando, por ejemplo, dos jóvenes que acaban de salir de un bar en Cardiif, y se me saltaría alguna lágrima y diría en voz baja: “Cabrones, no sabéis que estáis cambiando el rumbo de la historia de la música”.

Puedo parecer pesado e incluso pueda resultar un poco injusto, pero me cuesta desligar a Underworlkd de Traisnpotting y es que, por mi edad, empecé a prestarles atención principalmente a partir de la película. Y salgo del cine, y tengo a Renton, a Sick Boy, a Spud y a Diane, en la cabeza, y trato de recordar con los amigos frases lapidarias del tipo: “El mundo está cambiando, la música está cambiando, las drogas están cambiando, hasta los tíos y tías están cambiando. Dentro de unos años no habrá ni tíos ni tías, sólo gilipollas”. Para los de mi generación, Trainspotting supuso un bombazo cinematográfico, removió algo dentro de nosotros, y, casi al instante, se convirtió en cinta de culto. De hecho, hace no mucho se ha estrenado la secuela. Veíamos por primera vez a un Ewan McGregor joven y rapado haciendo de yonki. Y, en un momento épico de la película, suena el tema de Underworld que se metió en nuestro cerebro como un chute de algo grandioso en vena. En la película aparece concretamente “Dark & Long (Dark Train)”, y también la canción más comercialmente exitosa hasta la fecha, “Born Slippy NUXX”. El sencillo y el álbum mostraba a Underworld madurando como un trío, mezclando elementos de techno, house, batería y bajo y la música pop. “Born Slippy NUXX” es una de las canciones más conocidas de Underworld, y está considerada como una de las más sobresalientes composiciones de dance de la década. Fue lanzada en 1995 como una cara B de “Born Slippy Nuxx”, pero no tuvo el éxito que merecía hasta su inclusión en Trainspotting.

 

 

Podría entrar a dar datos y datos acerca de la extensa discografía y la interesante biografía de los miembros de Underworld, pero para eso ya están internet y otros artículos, y yo prefiero seguir escribiendo acerca de sensaciones, acerca de lo que no se puede cortar ni pegar ni copiar, porque procede de una experiencia personal y propia, lo cual no es obstáculo para que sea compartida por miles de fans del grupo. Os dejo aquí mi tinta que es una extensión de mi sangre, os dejo aquí un poquito de mi vida y de mi corazón. Y, al fin y al cabo, os dejo un homenaje en forma de palabra escrita a la buena música. Y la excusa para haber dado rienda suelta a todas estas emociones, es que Underworld estarán en el escenario del Festival Cala de Mijas y, mientras tocan, no podré evitar que mi cabeza sea recorrida por todas las imágenes y recuerdos a los que he aludido. Veré a dos jóvenes saliendo de un restaurante en Inglaterra a comienzos de los 80 y, como si estuvieran conspirando contra el mundo, les oiré hablar acerca de montar un grupo, y vendrá también a mi cabeza un joven Ewan rapado y con ropa maltrecha, haciendo de yonqui y que todavía estaba demasiado lejos de la saga de Lucas, y, finalmente, me veré a mí mismo, y a mis amigos, saliendo de un cine muerto y mirándonos como diciendo “qué es esto que acabamos de ver y de oír”. Y, días después, recopilaríamos toda la información posible acerca de esa canción que sonaba cuando Renton se va con la pasta, un final que marcó a toda una generación y catapultó a Underworld a otra galaxia.

Y tocarán el mismo día que M83, y uno se pregunta cómo se puede confeccionar un cartel tan cojonudo, pero, sobre todo, con tan buen gusto y tanto conocimiento de causa. Porque emparentar a Underworld, con M83, con Florence, con Belle & Sebastian, con The Arcade Fire y con Metronomy, denota saber hacer bien las cosas y que, para montar un buen festival, lo primero es entender que lo que se maneja es más que música, son sentimientos y vida. Si la primera edición ya fue un bombazo y muchos caímos rendidos ante el festival por muchos y variados motivos, que van desde los grupos hasta la localización, organización, logística en general, esta segunda edición confirma que estamos ante uno de los eventos festivaleros más importantes de Europa. Si vas al Cala Mijas y te ha gustado el artículo o te has identificado con mi experiencia, búscame entre las primeras filas, porque aquí no escribimos acerca de nada en lo que no creemos; más que periodistas o redactores somos militantes de una religión llamada música. Al final, toda esta movida va de eso, de disfrutar de nuestra droga favorita.

Y, si has llegado hasta aquí, es porque tú también eres un yonqui.

 

 

Cala Mijas arranca esta semana, tres días de playa, atardeceres que se convierten en amaneceres y la música más actual en un enclave único. Los bonos y entradas de día continúan a la venta, en la web del festival y en seetickets.com/es.

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CALA MIJAS
Mijas – Costa del Sol – España
31 de agosto, 1, 2 de septiembre 2023 Tickets en calamijas.com y seetickets.com/es Bono 180€
Entradas de día 75€
#CalaMijas

 

 

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