Surgieron en 1981 con su rock apocalíptico industrial y electrónico para luchar contra la Tatcher. Era lógico que regresarán ahora para pelear contra la austeridad capitalista y el Brexit rancio. Con sus violentos y agresivos ritmos percusivos crearon un soundtrack industrial para las conciencias británicas más imperialistas y capitalistas. Nunca debieron irse, pero lo hicieron dejando discos tan brillantes y agresivos como “Ecstasy Under Duress” o “The Unaceptable Face Of Freedom”.

Se les metió con lógica en la estela de formaciones como Cabaret Voltaire o Foetus, que fueron compañeros de sello en Some Bizarre (Soft Cell). También en la de los Killing Joke, Einstürzende Neubauten, Front 242, Psychic TV, Laibach o los Depeche Mode más apocalípticos y oscuros. Inspiraron a proyectos de éxito como Underworld y ahora las influencias con ellos son recíprocas.  Siguen cuidando las arengas políticas de sus textos como pocos y es un placer volver a escucharles con los sonidos amenazantes y marciales de los más de 6 minutos con ‘Speak Truth To Power’ con los que abren el disc. Industriales y apocalípticos al estilo de los de Blixa Bargeld, influencia que también apreciamos en momentos de ‘Debris’, aunque en esta última también con un punto en la voz al estilo The Residents y con algún oscuro ritmo electrónico de los ya citados Underworld. Maquinales y casi bailables a lo Front 242 en ‘Information Scare’. Oscuridad industrial total a lo Cabaret Voltaire o Throbbing Gristtle en la oscura y amenazadora ‘GBH84’. Las campanas apocalípticas de los 8 minutos finales  de ‘Two Flames Burn’ ponen un excelente colofón a un regreso muy necesario en los tiempos que corren y que esperemos tenga nuevos capítulos. (8,5)

ONE LITTLE INDIAN RECORDS/ POPSTOCK!