AUTORA: Yuko Tsushima
TRADUCCIÓN: Tana Oshima
EDITORIAL: Impedimenta
Partimos de la base de que “Territorio de luz” se llevó el Noma Prize en el año 1978. Por lo tanto, podemos deducir que no estamos ante un libro ramplón.
El primer capítulo lo leí con cierta lentitud porque era tarde y porque esperaba un impacto fortísimo. Lo dejé en la mesita de noche y me fui a dormir. Al día siguiente lo retomé mientras me tomaba un café y me quedé prendada de la historia de la bibliotecaria. ¿Cómo se enfrenta una mujer japonesa a la separación de su marido con una hija de tres años? Esta novela refleja perfectamente la situación de conflicto que la protagonista asume por no querer regresar con su marido. Las japonesas que, o bien no tienen marido a cierta edad o bien lo han perdido, son consideradas unas fracasadas para la sociedad.
Pero lo que más me gusta son los bosques, los árboles, el agua, la lluvia, la felicidad y la tristeza de una niña de tres años (su hija) que tiene que vivir la experiencia de ver a sus padres separados sin ser muy consciente de ello. La delicadeza de las hojas que caen al suelo, del otoño y de las noches oscuras en las barras de los bares llenos de hombres y de mujeres bebiendo alcohol hasta desfallecer. Y esta mujer se levanta todos los días, lleva a su hija a la guardería, después se va muy deprisa a la biblioteca, trabaja ocho, nueve o diez horas y vuelve a su casa, que está sola, y no tiene fuerza para nada pero todos los días la saca y sigue viviendo, por ella y para demostrarle a su hija y a una nación entera que es cualquier cosa menos un fracaso.