El video que os presentamos a continuación habla por si mismo. Se trata de una intervención artística realizada en una parada de metro alemana, e involucra a un cajero automático y un reclinatorio. A pesar de su simpleza, la imagen que crea es un potente recordatorio de que en la época en la que vivimos, nuestro principal Dios no esta en las iglesias, sino en los cajeros automáticos y en los bancos. Echadle un vistazo y pensad un poco sobre ello.