Aunque el nombre de Syd Arthur pueda darnos a creer que estamos ante una propuesta en solitario, bajo dicho nombre se esconce un cuarteto londinense encabezado por la voz y las guitarras de Liam Magill. Su sonido es original y difícil de catalogar. Se mueve por terrenos cercanos al rock progresivo, con muchos toques al sonido Canterbury, pero cuela también arreglos folk y muchos momentos con barroca y bizarra psicodelia. Se puede hablar de clásicos como Yes o Soft Machine, pero también de interesantes bandas más recientes como Hidria Spacefolk o los sensacionales Amplifier de la vecina Manchester.
El disco comienza de miedo con “Coal Mine”, psicodelia arriesgada con buenas guitarras y extraños cambios de ritmo y registro. Suenan más pop en “No Peace” y resultan juguetones y tienen un estribillo de aire comercial, incluso. “Into Eternity” es una preciosidad lenta y melódica que tiene algo de los mejores Yes, hasta en la voz y en los teclados. “Evolution” vuelve a ser experimental y con riesgo y el final es un gran single también con videoclip que se titula como el disco, “Apricity”. En ella suenan más enérgicos y actuales, pero también dentro de esa florida psicodelia que les caracteriza. ¡Más que curiosos!. (8)

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