Sven y Gabriel son dos hermanos de origen boliviano y alemán criados en Hessen, Frankfurt. Estudiaron diseño y arte en la HfG Hoffenbach hace más de diez años y actualmente residen y trabajan en Hamburgo y Berlín.
Sven viene de la cultura del skate y el grafitti, pinta con spray desde 1994. Actualmente asesora y diseña desde su estudio en Berlin Kreuzberg. Marco por su lado es el hermano pequeño y considera que siempre ha estado cerca de los pasos de Sven, recorriendo un camino no muy distinto. Se ha especializado más en el diseño conceptual, escribe y desarrolla ideas. Trabaja de freelance para varias agencias, incluida la de su hermano.
No tienen un método de trabajo concreto, se amoldan al proyecto. “Cada uno lleva sus propias reglas” comentan. Algunas veces planean durante bastante tiempo, y otras siguen una intuición. Piensan que generalizar y seguir un método no es bueno para que la mente aproveche las diferentes vías de ensayo y error. Es mejor probar cosas nuevas incluso después de varios fallos.
Sven tiene actualmente un proyecto llamado “Adlermaler”. Ha estado pintando retratos de futbolistas del Eintracht Frankfurt durante casi todo el pasado año. Y hay un proyecto de skateboard del que no nos pueden revelar nada aún.
Marco no para con sus encargos y además se ha metido en un nuevo trabajo como narrador y speaker. También lleva una idea personal llamada A.I. Projects.
Como creativos lo peor que reconocen de su trabajo es haber llevado marcas y productos vulgares, “como freelance no puedes elegir los productos que tus clientes de dan para trabajar”, comentan.
Les inspiran mucho a ambos los avances tecnológicos, pero lo mejor todavía es compartir ideas y hablar con los amigos. De los puntos de vista y las charlas salen ideas estupendas.
Sven fliparía teniendo el estado mental de Yoda (Marco no dice nada al respecto). Pero sobre música a cada uno le gusta trabajar con temas muy rítmicos y acelerados. Marco nos referencia el Bohemian Rapsody de Queen, mientras que Sven elige el Paradise City de Guns N´Roses.
Sobre talentos ocultos nos comentan que sería un desperdicio tener algo oculto… “nada de secretos” dicen, “no hay tiempo que desperdiciar ocultando cosas”, bromean no sin falta de razón.
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