Metal gótico, mucha distorsión y aromas shoegaze para este tío norteamericano que tenía que figurar en el sello Ipecac Recordings. Combinan la agresividad post-metal de ‘Beyond The Broken Sky’ con la relativa delicadeza shoegaze (incluso dream-rock) de ‘The Alchemist’. Así han llegado al cuarto disco con la delicadeza en la voz de Mario Quintero, que no en sus siempre agresivas y graves guitarras. Su mujer, Sarah, también añade voces inquietantes (muy logradas al final de la citada ‘The Alchemist’) y un bajo muy poderoso que se combina con la brutal batería de Chris Enriquez. No extraña, dados los resultados, que tengan cautivados a duros músicos como Chino Moreno, de los Deftones.

  Aires casi Pink Floyd en el arranque de los casi 7 minutos de ‘Sunset Burial’ que pudieran gustar a los de Waters, aunque luego se transforman al entrar ese característico sonido grave en sus guitarras en un final apoteósico y épico plagado de fuzz y distorsión. Gran melodía vocal en ‘Algorithmic’ entre riffs y ritmos que arañan y golpean. Apabullante lucha entre las guitarras metálicas y la voz y teclados más calmados. Ritmo The Cure en ‘Crawling Toward The Light’ con gran peso para los teclados, sobre todo en el estribillo y con una de las más tiernas melodías vocales del disco. El disco acaba muy arriba con el tema titular con la intimidad total de la guitarra acústica y la voz, Paz total, excepto en un marcado bajo y hasta llegar al cuarto minuto en el que se añaden esas características explosiones de guitarras y baterías. ¡Buen colofón a un buen trabajo!

Ipecac Recordings