La verdad es que no se para de hablar, con justicia, de una pedazo banda como es Guadalupe Plata. Pues bien, los putos Sexy Zebras tienen más de un punto de contacto con ellos y es hora de que se les destaque cómo se merecen por haber firmado un tercer disco tan potente y divertido como este.
Reniegan de su primer trabajo, pero ya con su segundo, “Volvamos A La Selva” quedó claro que había que tener en cuenta a estos salvajes animales. Llevan ya una década con su rock sucio y lleno de riffs afilados y directos. Y en directo suenan enérgicos y reales también como los Guadalupe Plata y por eso querían que el nuevo disco sonará así. Lo han conseguido a base de frescas primeras tomas, en algunos casos imperfectas, pero más vivas y reales que si hubieran sido retocadas en estudio.
Sorprenden con una oscura “Intro” de apertura que deja paso a la rabia desbocada y cambiante de temas como “El fugitivo” con su agresiva letra y una música de viaja desde Guadalupe Plata hasta Juanita Y Los Feos. En “Búfalo blanco” el arranque es más pop, pero de nuevo la guitarra y la voz con eco recuerda a los Guadalupe, también por su estribillo para corear, pero con aromas más garage-punk. Me encanta el blues pesado y psicodélico entre Free y Cream que es “Babilonia” y también cercano a los Free o a Jeffrey Lee Pierce se mueve “El perro Jeffrey”, otro intenso, desarraigado y solitario blues con órgano destacado. En “El semental” tenemos rabia con diversión y un sonido entre el más clásico Rory Gallagher y buenos herederos y renovadores como nuestros Last Fair Deal. Tenían que provocar también la despedida y vaya si lo hacen con un “Hijo de puta” con un estribillo muy Def Con Dos. ¡Descarados y desclasados, para querer gozarlos en directo!. (8,5)

Vagabundos