Thrasher Magazine es algo más que una marca. Es una manera rebelde y transgresora de vivir la vida sobre una tabla. Desde su fundación en la California de los años 80, esta revista ha sido una referencia en el mundo del skate y del movimiento underground que acompaña al skateboarding. Siempre se ha mantenido al margen del mercantilismo y ha rechazado la entrada de grandes marcas en sus páginas. Su filosofía “Skate And Destroy” refleja el espíritu antisistema y punk del verdadero skater de la calle.
La mítica revista en papel ha sido la biblia de los skaters de verdad. Entre sus páginas se encontraban desde información técnica de material, novedades, pósters o entrevistas. En algunos números hasta regalaban cintas de casete con los grupos de música preferidos de los skaters. Organizaban fiestas, torneos, conciertos. Vamos, siempre han estado en la “cresta de la ola”. La web de Thrasher también es una mina en cuanto a material audiovisual. Entre sus diferentes secciones te puedes pasar horas y horas alucinando con los vídeos más jartos y destroyer en el mundo del skate.

Últimamente Thrasher ha trascendido la barrera de la calle y se ha metido en el armario de cualquier niñato que quiere parecer algo “malote”.
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Se armó la polémica precisamente cuando el director de la revista, Jake Phelps, hizo unas declaraciones incendiarias al respecto. Después de ver a artistas tan famosos como Rihanna o Justin Bieber llevando su marca, mucha gente profana del skate ha empezado a vestir Thrasher. Y esto, a pesar de generar más ventas y visibilizar la marca, quita en parte el mérito del espíritu “Skate and destroy”.
De todas formas es normal que mucha gente quiera vestir Thrasher, es una must have en el guardarropa de casi cualquier adolescente y de muchos adultos. Su logo en llamas es brutal, la calavera de la cabra con el pentagrama invertido (skategoat) es impactante y su lema “Skate And Destroy” es un clásico, ¿qué más se puede decir? Todo el mundo lo quiere en su armario.






