Sea cual sea la magia negra que unió a la crew de PWBC, fue profética. En un extraño suceso de acontecimientos, a este grupo de amigos – skaters, artistas y pioneros en varios campos— la vida les alió con el fin de causar el mayor del caos en cada esquina de Londres a finales de los noventa/principios de los dos mil. Pero ahora, y con unos cuantos años más encima, se han convertido en dueños y señores de mundos conocidos y desconocidos si se precia.
Haciéndose llamar los “Palace Wayward Boys Choir” por su miembro fundador, Stu Hammond, el nombre PWBC comienza como una broma, pero, a día de hoy, se ha convertido en todo un icono entre los peces gordos: pros, estrellas, marchantes de arte y supermodelos. Hay algo en PWBC, ya sea su mezcla de gente, su momento, lugar de creación, su visión compartida o ambición, que solo puede dar lugar a grandes cosas. Y aunque es difícil no recordar sus complicados comienzos, parece que los últimos proyectos de PWBC están dando al grupo el reconocimiento que merecen, con eventos como su nueva exposición fotográfica.
“Supongo que necesitábamos mostrar el alma de PWBC, de nuestras experiencias como grupo” dice Daniel ‘Snowy’ Kinloch que ha comisariado la exposición junto a su compatriota, miembro y fotógrafo de la Crew, James Edson. “Toda la mierda que hemos hecho en el pasado también tiene que ser celebrada”. La exhibición recorre la historia de PWBC desde su nacimiento, en aquellos infames escenarios del ‘palace’, y otros documentos sacados de su trayectoria como fotos grupales, viajes de skate, trastadas con cuchillos, esposas…hasta el lanzamiento de sus propia línea de zapatillas: las Lucien Clarke new pro Quattro con SUPRA. Es una historia visual sobre el éxito, desde lo más bajo hasta llegar a la galería. “Lucien ha sido parte de la Crew desde que era pequeño”, comenta Edson, “por lo que este modelo de zapatilla cuenta su historia y es un modo perfecto de celebrar nuestra historia”.
Inaugurada en Londres y viajando a través de Barcelona y París (donde también hubo un “palace” improvisado) hasta Paris, “PWBC: A Retrospective” ahora mismo se asienta en una galería del elegante barrio de Marais.
Además, hace unos días, se ha visto a Cara Delevingne llevando las zapatillas Quattro y ahora todo el mundo parece quererlas sin saber de lo que PWBC trata. Otra muestra más de que nada de lo que pueda sucederles a estos chicos pueda ser previsible.
“Ha sido bonito tener la oportunidad de mostrar nuestra perspectiva de manera honesta y sin hacer que parezca algo que no es” dice Kinloch con mucha modestia. “Somos un grupo de tíos a los que nos encanta patinar y estar juntos. Hemos pasado una gran parte de nuestras vidas juntos y hemos cuidado los unos de los otros durante el camino. Esperemos todo esto se haga patente”.