Hay grupos que nacen con una marca de densa y profunda conceptualidad. Que quieren arañar con su música ideas de dolor y oscuridad. Ahondar. Explorar. Esta banda portuguesa fundada en 2002 tiene dicho estigma. Ya no es cosa de sonar como Cult of Luna… o Amenra, si nos situamos en las latitudes más cercanas en el tiempo. Es un lenguaje sonoro sobre la tristeza a través de la crueldad. Una manera áspera de desenterrar la belleza en descomposición que, temáticamente, los góticos abandonaron, y que es la columna vertebral del doom y el sludge.
Y Process of Guilt habla perfectamente este idioma.
En su nuevo proyecto, “Black Earth” (Division Records 2017) las ideas están claras y tienen forma de cinco gruesas puñaladas en pleno corazón. Temas como “Feral Ground” están en espera de ser considerados como nuevas técnicas de terror y ansiedad.
Y nada de ruidos tirados al aire. Detrás de esto hay muy buenos cocos. Producto depurado. (8)