La escena euskalduna sigue proporcionándonos interesantes y aguerridos nombres con mucha frecuencia. Niña Coyote Eta Chico Tornado son un tornado en forma de dúo que se encargan de batería y guitarra y voz, respectivamente. Así crean un rock actual y potente que se acerca más al stoner que al blues reconstruido de los Black Keys o de los White Stripes, por la cosa del formato, digo. Además mantienen el toque euskaldun que les relaciona con bandas pretéritas como Dut o Anestesia.
Koldo Soret, con pasado interesante en Mugatik y Surfin Kaos, y Úrsula Strong (Zuloak, Las Culebras) debutaron con un bien recibido disco homónimo hace 3 años. Ambos han trabajado a gusto con Fermín Muguruza. Con dicho debut se habló con lógica de los Black Sabbath, Kyuss, Dut o Rage Against The Machine El pasado año se fueron a San Francisco, de casualidad, a grabar el Ep “Lainoland”. Ahora han regresado a Usurbil con Haritz Harreguy a mejorar los resultados de su debut financiado por crowfunding.
Así han creado un “Eate” (Pozoi Records) que trae bastantes novedades, aunque vuelven a combinar temas instrumentales y cantados por mitad y mitad. “Diana & Sebastian” da en la diana desde un inicio porque suena contundente y poderosa con riff potentes y gritos no exentos de crítica social y política. “Magid edo” es el primer instrumental del disco y se acerca mucho a la etiqueta stoner. Siguen por esa onda con un “Asteroide” que circula más despacio. Un claro single es “Ariñau”, que tras un oscuro arranque se acelera con la gran voz de Koldo. Repiten colaboradores de postín como Fermín Muguruza o las Zuloak y suman a toda una revelación como los Belako, con los que han compartido extensa gira. La voz de LoreNe brilla por tanto también en la citada “Ariñau”. Siempre les ha gustado hacer algunas versiones en directo tan dispares como las de los Stooges de Iggy Pop, Dut o Jimi Hendrix. Ahora han ido más allá aún al versionar con acierto el “Earthquake” de un experto bajista como Larry Graham. Claro que Koldo anteriormente fue bajista y además, en los últimos tiempos ha incorporado pedales y amplificadores para lograr eficaces sonidos de bajo y de órgano Hammond que les dan un mayor juego sonoro tanto en el disco como en los directos, su indudable punto más fuerte. Así el tema adquiere cierto toque Hendrix y de power-blues. El heavy oscuro casi a lo Black Sabbath ruge en “Bide galaktikoa”.
El título “Eate” viene de la mitología vasca y simboliza al genio de los desastres naturales. Ellos no son ningún desastre tampoco en vivo y por eso siguen tocando sin parar y suman ya más de 100 actuaciones que te recomiendo encarecidamente porque ya están saliendo también a menudo de Euskadi y esperan hacerlo aún más con este nuevo e interesante trabajo. (7,5)
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