Al parecer este sexteto es bastante popular en su Suiza natal. Llevan haciendo ruido desde comienzos del nuevo milenio en que debutaron con “Twelvepack”. Este es ya su quinto disco y viene tras un parón de 8 años que les ha servido para madurar su sonido y entregárnoslo con una gran presentación y hasta con su correspondiente edición en vinilo. Su sonido se mueve, básicamente, entre el punk y el ska. Eso se parecía ya muy bien en el tema titular con sus buenas guitarras y sus muy presentes saxo y trompeta. Suenan pegadizos y saltarines en “No, we’re still alive” y también en “Spirits of the past” más decantada aún hacia el ska. Trabajan también con calidad los coros para su líder, Carlo Egle, y se aprecia muy bien en la combativa “Oppression” con las destacadas guitarras de uno de los hermanos Caduff. Los sonidos más punk y enérgicos llegan con “The Curse” y la melodía de la final “Pete the sparrow” y otros momentos los puede hacer un grupo interesante incluso para seguidores de The Offspring o Rancid. (6)

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