Este es el arriesgado debut bajo este nombre de los senegaleses François R. Cambuzat y Gianna Greco, a los que igual conocías de antes por sus aventuras como Ifriqiyya Electrique o Putan Club. Rock industrial, post-punk salvaje y voces y percusiones ancestrales africanas en un disco que se hace duro de oír. No tienen las melodías vocales de unos Tinariwen y hace falta caer en una especia de trance hipnótico para dejarte llevar por semejante locura. Los más de 6 minutos de ‘Sam Sa Nga Mboro’ o de ‘Indi Mewmi’ son una locura en la que se pelean sin tregua estas guitarras agresivas y esas percusiones y voces ancestrales. Pero es que esa arriesgada combinación la tenemos ya desde la inicial ‘Jamm Yé Matagu Yalla’ con unos resultados realmente originales, aunque no de cómoda audición. Crean así una avant-rock eléctrico y electrónico que llega desde el corazón de las tribus de Senegal. Voces locas en ‘Lëk Ndau Mbay’. Letanía vocal y percusiones crudas en ‘Ngor Diouf Ya Demon’. Final igual de duro con un ‘Sango Mara Riré’ que pide escuchar otro tipo de sonidos. ¡Tú decides!

Bongo Joe Records