Mogwai ha editado en su propio sello Rock Action, y como 10 álbum de estudio, “Atomic“, el score del documental de Mark Cousins “Atomic: Living in Dread and Promise” (2015) sobre el ataque nuclear a Hiroshima y su legado. Se sabe ya que esta vertiente compositiva de Mogwai no es nada nuevo, tras el documental sobre Zidane o la serie “Les Revenants” (incluso su participación con Kronos Quartet en la B.S.O. de “The Fountain” (2006).
Pero lo primero remarcable es lo natural, tanto en estilo, formato y lenguaje musical, con lo que Mogwai se embarca en estos derroteros audiovisuales. Tanto cuando el tema y el simbolismo son externos (pero no ajenos), el grupo trabaja y desarrolla un espacio común entre sus formas e inquietudes musicales propias. “Atomic” no es una división, tampoco se completa con el contenido documental, y es más, es curioso ver que puedes recibir solo impresiones músicales del álbum sin vincular las imágenes o conocer el tema (por muy referente que sean títulos como “Little Boy” o “Fat Man”), emotivamente hablando, del documental. A fin de cuentas, Mogwai transmite una sensibilidad muy cuidada que dignifica y construye una melancolía más solida (que por ejemplo, los típicas codas de violines tan gastadas en las bandas sonoras).
El disco está hecho con mucha base de teclados y sintetizadores muy ochenteros de esos ahora tan de revival. El ritmo y la estructura son electrónicos aunque no dejan de aparecer bajos y baterías muy detrás de los exquisitos efectos que estos chicos de Glasgow gastan siempre con sus casi infinitas líneas de pedales.
“Atomic” es una sorpresa, no encuentras a los Mogwai de “Auto Rock” y ni de “Rano Pano”, pero es una autentica filigrana de profesionalidad y trabajo compositivo. Como su particular origami. (8)

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