Hans y Miguel son dos amigos y socios con un fuerte punto en común: su pasión por las motos y el mundo del motor en general. Tienen su taller en el casco antiguo de Málaga, y allí cualquier cosa es posible: Desde la transformación radical de una moto hasta un cambio de ‘look’ o darle un toque retro. Estos ‘magos’ de la mecánica hacen realidad cualquier sueño, desmontando y montando, construyendo con paciencia y disfrutando del proceso.
Su especialidad es la customización de motos clásicas, deportivas y de competición, que también venden. Cuidan el más mínimo detalle, con una amplia experiencia profesional, lo que hace que conozcan y adquieran fácilmente productos y piezas de la mejor calidad. Así, en su taller materializan los diseños que se fraguan en sus cabezas, resultando unas creaciones únicas, que combinan la tecnología con un trabajo artesanal.
¿Dónde crecisteis y cuál es vuestra trayectoria?
Hanns: Nací en suiza, de padre alemán y madre colombiana, y crecí en Sotogrande hasta los 18 años que me vine a vivir a Málaga. Al crecer en Cádiz, y fuera del ámbito de la ciudad, más tipo campo, empecé a montar en bici con 3 años y fan de las motos desde que tengo uso de razón.
Miguel: Yo nací en Málaga y crecí en una casa donde había un taller muy cercano, en el cual desde muy pequeño pasaba todo el tiempo libre, allí se reparaban todo tipo de vehículos, desde coches hasta máquinas. También fabricaban piezas, fundiendo metales y utilizando el torno y la soldadura. Con catorce años, viendo a mi padre -que trabajaba allí- que no me gustaba estudiar, decidió enseñarme todo lo que se hacía en ese taller, y gracias a él, hoy en día puedo utilizar todo esos conocimientos adquiridos para poder llevar a cabo mi pasión, ¡¡las transformaciones de motos!!
Breve descripción de vuestro perfil profesional. ¿En qué consiste vuestra actividad y por qué os apasiona tanto?
H: He trabajado como aficionado siempre con mis motos junto a mi gran amigo Miguel, que con el tiempo se ha convertido en mi socio también. Yo me he dedicado profesionalmente al mundo de los yates de lujo por razones económicas, pero gracias a esta profesión he aprendido mucho en campos de fibra, mecánica, electricidad y manejo de metales y materiales de última generación. Nuestra actividad principal es la venta de motos y consta de varias cosas: desde comprar motos antiguas y transformarlas a Cafe Racers únicas y exclusivas, hasta dar un nuevo look a las motos de nuestros clientes, que les tienen cariño como para cambiarlas y como les gustan las que construimos, modificamos el estilo de las suyas.
M: Siempre estuve inmerso en el mundo de la mecánica, varios años en una empresa dedicándome a reparar motores de embarcaciones de recreo; después de realizar un curso de mecánica de motocicletas decidí montar mi propio negocio d reparación y ventas de motocicletas, cooperé con varios equipos de competición como mecánico y en varios proyectos más; siempre relacionado con el mundo de la mecánica, supongo que me apasiona tanto porque todo esta relacionado con un motor, jaja.
¿Podríais contarnos tus métodos de trabajo y el proceso que sigues?
Nuestro reto es trabajar con una base de moto desde principio de los años 90 hacia atrás, aunque también personalizamos motos más modernas para darles un toque único. No tenemos un método fijo ya que vamos improvisando sobre la marcha y realizando cambios. Sobre las más antiguas trabajamos mejorando todo lo que las hace diferentes: frenos, suspensiones, ruedas, posición del conductor, comodidad y sobre todo el look. Empezamos desmotando por completo la moto y haciendo las modificaciones sobre el chasis de los nuevos cambios que vamos a realizar, como reposapiés, luces, asientos, amortiguadores, etc. Luego pintamos desde cero todo y finalmente montamos, consiguiendo que la moto parezca nueva pero con un estilo clásico y un concepto radical.
¿Qué proyecto tenéis entre manos y cómo os gustaría que evolucionara lo que hacéis?
M y H: Ahora tenemos una Honda CB Sevenfifty del año 91 sobre el banco de trabajo, y la queremos dejar lista para finales de agosto, y un garaje con varias motos de los ’80, como una BMW R85, una Yamaha XJ del ’83, entre otras. Además, tenemos clientes que están esperando que empecemos con sus motos para el comienzo de la primavera. Nos gustaría evolucionar a una empresa que se valorara por la alta calidad y detalle de todos sus proyectos y no en una multinacional que todo se volviese sistemático y numérico.
¿Qué es lo más complicado que habéis hecho en vuestra vida?
M: Cuando creé mi primer negocio, en el cual invertí mucho tiempo, esfuerzo y dinero.
H: Madurar, jejeje.
¿Qué os inspira para desarrollar vuestras ideas?
M y H: Ambos nos inspiramos sobre la marcha e intentamos mantenernos ajenos a las tendencias.
¿Cuál es vuestro personaje histórico favorito?
M: No tengo personaje histórico preferido, todo el que haya realizado un bien para la humanidad son los preferidos.
H: Yo tampoco tengo un personaje histórico favorito a día de hoy, veo que hay tantos de los cuales hay que coger ejemplo y aprender, como tantos a los que hay que descartar y dejar de lado por inoperantes.
¿Qué canción suena en vuestra cabeza más a menudo? ¿Y vuestra comida preferida?
H: Hay muchas y de todo tipo, en estos día me está sonando la de ‘What You Know’ de Two Door Cinema Club. La semana pasada estaba escuchando Nightmares On Wax y su canción ‘You Wish’, así que no tengo un estilo demasiado definido pero mis amigos dicen que me gusta la música ‘Guiri’.
Tengo muchas comidas preferidas: me gustan mucho las cocinas mejicana, marroquí, india y asiática, pero una buena cocina mediterránea siempre entra de lujo!!!
M: Me suele gustar casi todo tipo de música, en cada faceta de mi vida he tenido mis prioridades, ahora, en el eclipse de mi vida, me atrae más el rock. Y la comida pues… las que no lleven muchas salsas raras. Aunque mi pasión es un plato de patatas huevos y chorizos, jaja…. como veis, dieta sana.
¿Cuál es tu talento secreto?
H: No lo puedo decir. Si no rompería mi secreto. Jajaja. No sé.
M: Escuchar a los demás y perfeccionar sus virtudes para después yo ponerlas en práctica.
¿Cuál es tu mejor forma de relajarte tras un día ajetreado?
H: Coger la moto y darme una vuelta por una carretera de curvas tranquilamente disfrutando del paisaje, y gozando del aire que se respira fuera de la urbe.
M: Aunque parezca raro, me quedo pensando cómo fabricar o perfeccionar algo material que haya hecho o esté pendiente de realizar, y también me gusta charlar con los amigos tomando unas cervezas.
¿Cuál sería para ti la moto perfecta?
H: Eso es una pregunta muy difícil, ya que todas y ninguna lo pueden ser. Lo que sí sé es que las motos chopper no me van nada, aunque si hay que coger una y remodelarla a un estilo más Cafe Racer estaría encantado.
M: Simplemente la que me enamore estéticamente y todos sus componentes trabajen a la perfección.
¿Cuando fue la primera vez que montasteis en moto?
H: Cuando monté en la primera moto tenía 5 años y era una ‘pocket-bike’ de la marca Yamaha, era una réplica de la de Kenny Roberts con carenado y cúpula redonda, no era mía, era de unos amigos franceses. En esos tiempos ya me gustaban las motos pero eso fue el antes y el después; me acuerdo que después de eso iba a la casa de los vecinos a lavar los coches y quitar la mala hierba de los jardines para ganarme algo de dinero y comprar revistas de motos. Gracias a un padre muy harto de oírme con el mismo disco todos los días me compró una Puch Magnum X con 9 años, y fue él quien me enseñó de mecánica y a cómo arreglarla cuando se me rompía.
M: Con trece años monté y tuve mi primer ciclomotor y con veinticinco la primera motocicleta.
¿Cómo se os ocurrió la idea de MJH Performance?
Desde que nos conocimos a principio de los ‘90 siempre nos recreábamos hablando de cosas raras e imposibles de hacer con las motos, injertos que queríamos hacer en un futuro… pero todo se quedaba en palabras por falta de fondos. Después de varios años, y haciendo pequeños proyectos personales, y ajenos, en el 2012 empezamos a hablar más en serio de dedicarnos a esto, y desde el 2013 lo hemos convertido en un reto personal y una apuesta por nuestro futuro.
¿Pasión y locura por la moto? o…una forma de ganarse la vida.
M y H: Pasión y locura definitivamente… Muchos años de sacrificio y trabajando duro para poder desarrollar un proyecto así con la intención de ganarnos la vida y un nombre haciendo motos en un mercado cada vez más competitivo.
www.mjhperformancebikes.com
www.facebook.com/mjhperformancebikes