La música de este dúo francés nos parece un poco inclasificable. En su hoja de promo nos dicen que se mueven entre el math rock y la música alternativa, lo cual puede o puede no ser cierto, pero al escuchar los temas de este “Singularity” nos encontramos con una formación de bajo y batería, con una fuerte presencia de sintetizadores muy del rollo de los ochenta, y que hacen una música extrañamente bailable y pegadiza, casi como si una Super Nintendo se hubiese ido de farra una noche y hubiese acabado haciendo cosas malas con una maquina de fax y un Casio Pt 10. Eso sí, estas canciones son divertidas a rabiar, de las que te animan un bareto a las dos de la mañana antes de que te des cuenta, y eso es algo que a nosotros nos parece digno de loa. La producción es bastante buena, ya que a pesar de la continua presencia de sintetizadores, la sensación general cuando se escucha es bastante orgánica, con un buen balance entre los sonidos naturales y los sintéticos, y con un tratamiento vocal que anima a cantar a coro sus extrañas letras. En definitiva, si te sientes juguetón este disco te puede alegrar una tarde tontorrona, merece la pena echarle un par de escuchas. (7,5)
